Capítulo 7.

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Debería de tranquilizarme, debería de decirle que yo era su madre.

—No te alejes—Decía el pequeño sollozando.

Yo rápidamente lo cubrí tapando su boca, no quería que escucharán sus sollozos.

—Por favor Ji hoo, silencio—Dije abrazándolo.

El pequeño me abrazaba con tanta fuerza, yo por nada del mundo iba a dejarlo, por nada del mundo.

—¡Choi NamRa!—Gritó alguien, esperen. ¿Esa voz no es de Suhyeok?

—¡Choi NamRa!—Gritó, ahora

(flashback)  narra On-jo.

Aun no podía creerlo, ¿Como es que Suhyeok le gusta a la zorra de Eun-ji?

Por dios, ¿Que no me ve a mi?

Yo soy mucho mejor que esa grosera.

Y mucho más aparte, es que yo tengo mejor cuerpo que ella. Y mucho menos me ando juntando con ladrones.

Y yo soy mucho más inteligente que ella, ¿Ahora mismo por que no me mira como la mira a esa?

—On-jo, ¿estas prestando atención de lo que estoy diciendo?—Me dijo amiga.

Yo baje la mirada.

—No puedo creer que esa cualquiera haya podido enamorar al hermoso de Suhyeok. Por dios, y tampoco entiendo como es que Suhyeok se pudo fijar en esa cosa—Dije chillando .

—On-jo, eres mi amiga y es por esto que te seré sincera. Eres muy grosera, y a ls chicos no les gusta ese tipo de chicas—Dijo.

Yo la mire apenada, claro que no era grosera.

—No soy una grosera, y si eres mi mejor amiga deberías de apoyarme y no ponerte en mi contra. No entiendo por qué razón haces esto—Dije mirándola con enojo.

Ella negó bufando—Ya lo vez por que, oh. Mira, Eun-ji se irá a la mesa de Suhyeok—Dijo mirando la escena con diversión.

Yo rápidamente voltee hacia la dirección de Suhyeok, y si. Efectivamente ella ya estaba sentada a su lado.

Ellos dos sonreían, y ella se sonrojaba mientras reía.

No saben que ganas de verla muerta tengo, ojala y esa perra sucia muera, y de la manera más cruel que existe.

Y vaya que mi sueño se cumplió..

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Actualidad.

Por dios, no quiero perder a mi pequeño. Es lo único que me quedaba de ella, es nuestro amor sellado en nuestro pequeño.

—Donde mierda te metiste, por favor—Dije yendo hacia el bosque.

Ese olor...

El olor a desconocido, el olor a humano se vino a mis fosas.

—¡Choi NamRa!—Ese grito efectivamente era de Suhyeok.

Pero sólo escuchaba tres respiraciones, pero luego escuché dos respiraciones más.

Habian cinco personas en este amplio bosque.

¿Pero con quien venían?

Mi estómago gruñia por comida, por carne de humano...

Rápidamente seguí al delicioso olor, y si.

Aunque no lo cría allí los pude ver.

On-jo ya cambiada, ya no era la misma estúpida puberta y chillona de antes. Ahora era todo una señorita que merecía acabar muerta, así tanto como su padre.

Suhyeok, ese maldito traicionero. Ese maldito canalla que merecía también entrar muerto. El, por el mataron al amor de mi vida. Solo por NamRa, la chica más vulgar que pude haber conocido.

Y alli esta Gyeong-su, por el siempre tuve una leve esperanza. El no era como los otros imbéciles, el aunque no quisiera creerlo, fue el que me ayudo en las mayorías de cosas que pronto contare.

—Pero miren a quiénes tenemos aquí—Dije mirándolos como si fueras pollos asados.

Ellos rápidamente retrocedieron apuntandome con una pistola, yo di una fuerte carcajada.

—¿Creen que con eso van a intimidarme? No sean ridículos—Dije con burla.

La infección iba mutando, no sólo yo era mitad inmortal, los otro el virus ya se les comio el cerebro. Ahora ya casi es una pandemia mundial.

Dieron un fuerte disparo a mi pecho, yo retrocedí levemente, pero por nada del mundo me veía débil.

—¿Eso fue todo?—Dije, ellos me vieron con susto, que superior es que te vean de esa forma—Entonces me toca—Dije lamiendo mis labios.

Pero antes de que me pudiera acercar escuche un fuerte llanto, mis sentidos se pusieron alerta. Ese llanto era de mi pequeño.

—Por favor bebé, silencio—Dijo una tierna voz.

Y aunque hayan pasado años, siempre reconocería esa voz.

La voz de mi primer y único amor...

Okey, eso sonó muy ridículo.

Una pequeña luz en este desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora