Aroma |MITAKE/TAKEMIKEY|OMEGAVERSE|

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—¿Estará bien...?—El alfa se removió en su lugar, volviendo a preguntarse aquello nuevamente

—Tranquilo Chifuyu, Baji es fuerte, seguro su mamá le retuvo un rato—Mitsuya intento tranquilizar al joven alfa, aunque él mismo estaba visiblemente preocupado por su amigo pelinegro

—Estará bien, seguro se metió en otra pelea—Mikey resto importancia al asunto, teniendo aún su leve resentimiento con la pareja de quien mató a su hermano, incluso si este era su amigo de la infancia

*Fuyu, quiero verlo... nuestro omega me preocupa* El leopardo de las nieves se removió en su interior.

"No es nuestro omega... Baji-san ya tiene a su alfa" Intento no sonar dolido con ello, sabiendo que su capitán ya estaba marcado por su destinado.

*No importa, él es bonito, me gusta. Quiero que sea mi omega* Su animal bufo algo enfuruñado.

Chifuyu iba seguir refutandole pero este le ignoro olímpicamente, desviando su cabeza y fingiendo que no escuchaba lo que le decían.

Su leopardo de las nieves se comportaba como un cachorro cuando se lo proponía.

De repente, un celular comenzó a sonar. Todos voltearon a ver alrededor; Draken saco de su bolsillo y miro extrañado el número desconocido, respondiendo después de unos tonos.

Los de la Toman vieron fijamente a su amigo de trenza responder, preocupándose cuando sintieron sus feromonas amargas y vieron su rostro deformarse rápidamente.

(...)

—¡Kazutora, ¿Qué pasa?! ¡¿Por qué te alteras de la nada?!—La mujer llamó a su paciente, quien estaba actuando demasiado alterado en este momento

—¡Mi omega! ¡Ba...Baji esta en peligro, y..yo!—Su voz titubeo, sintiendo que no podía respirar ante el terrible dolor de cabeza y pecho

*¡Esta sufriendo, nos está llamando, tenemos que ayudarlo!* Su tigre rugio con ojos dilatados y su pelaje erizado, sintiéndose horrible al saber a su omega en peligro.

—¿De qué hablas, Kazutora? ¿Hay algo mal con tu pareja destinada?—La mujer beta intento regular la ansiedad que estaba sintiendo el alfa, pero sus esfuerzos fueron inútiles

Kazutora no estaba reaccionando a nada. Únicamente estaba centrado en el dolor que le estaba generando todo su lazo.

—¡Mi omega me está llamando, él...!—Su voz murió abruptamente, poniendo aún más preocupada a su psicóloga

Los ojos dorados brillaron una vez, viéndose exorbitantes; la respiración de Kazutora se corto, y no pudo evitar soltar un jadeo ante esa horrible sensación que le llegó. Después de pequeños segundos de silencio, donde el alfa quedó rígido en su lugar, este cayó al piso y comenzó a retorcer su cuerpo ante el apabullante dolor, especialmente su cabeza y pecho.

—¡AAHG! K..kei... yo no... ¡!—El dolor que estaba sintiendo en ese momento era tanto que las lágrimas fluían solas

Su psicóloga dudo fuertemente sobre darle sedantes, aunque al mirar esa reacción su mente le hizo ver lo que estaba sucediendo.

El lazo con su omega estaba siendo roto.

Sabía que no podía hacer nada por ese tipo de dolor, así que solo espero, mirando todo de forma pendiente y preocupada, sabiendo que al finalizar, el alfa estaría en un estado terrible.

Cuando habían transcurrido unos minutos, los cuales fueron agonizantes para Kazutora, solo pudo mirar a su alrededor con ojos perdidos y llorosos, sintiendo a su animal echado y con respiración lenta y pesada en su interior.