1-Capítulo

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-Oh, tan suave, ¿qué es esta sensación? Liso, calentito, cómodo. No quiero levantarme!-

Mo Lili hizo un puchero y se estiró un poco tratando de tocar la pared con sus pies, sin conseguirlo.

-Es raro, y ¿la pared? Mis piernas, un momento, mis piernas ¿están estiradas?... imposible!-

Una vez más intentó estirar la pierna, pero ni siquiera los dedos de sus pies pudieron tocar nada más que las mullidas sábanas. Estaba claro que no se durmió en el piso, creyó que se había caído y era por eso que ahora podía estirar las piernas. En dónde más podría estar acostada y poder estirar las piernas en ese micro-departamento de 2 metros cuadrados si no fuera el frío piso. Pero es muy suave y calentito para ser el piso.

Mo Lili abrió los ojos y pudo ver un alto techo color blanco. Aún adormilada, se sentó y miró a su alrededor.

Una cama demasiado grande, como para que durmieran cómodamente tres personas, sabanas de seda rosa, dinteles en las cuatro esquinas color blanco puro. No solo la cama era muy grande, toda la habitación era extremadamente grande para lo que ella estaba acostumbrada.

Tratando de reconocer dónde estaba, giró la cabeza varias veces ante la vista extraña. Al frente, a unos 2 metros de distancia, había un tocador en tonos blanco y rosa con varios recipientes de maquillaje esparcidos, también junto al frente de la cama un taburete con ropa encima. A su derecha una puerta blanca con manija dorada, del lado izquierdo dos puertas más. Alfombra muy mullida y peluda bajo la cama. Piso de madera oscuro y perfectamente pulido. Parecía el cuarto de una princesita de una familia rica, todo el mobiliario en tonos blanco, rosa y nácar.

Entornó los ojos mirando tan sorprendida y maravillada. Se talló los ojos y siguió mirando con un gran signo de interrogación en la cabeza ¿Dónde estoy? Definitivamente esto no es mi departamento, y en mis 22 años de vida es la primera vez que veo tanto lujo, no es que haya visto mucho lujo en realidad, de hecho ni un poco, ¿quizás en una revista? Alguna vez.

-Debe ser un sueño. Pero en mi caso, ni siquiera podría tener un hermoso sueño, no me digas... ¿es otra de "esas pesadillas"?-

Suspiró harta y comenzó a patalear con frustración.

-Uhh! realmente quiero dejar de tenerlas. ¿Cuánto tiempo llevo así? ¿3 meses? Pesadillas, lo que no causó el bastardo de mi padre, me lo vino a causar esa bazofia de novela. Cuando despierte de esto definitivamente tengo que dejar un poco de odio en su página-

Suspiró de nuevo y se dejó caer, mirando al alto techo blanco.

-No me importa, no haré nada esta vez. Esta pesadilla terminará una vez que el señor asesino venga y me mate. Sí. Nunca he podido despertar antes de eso. No llegue tarde, por favor, señor asesino, que hoy tengo un día muy ocupado. Así que esperaré aquí pacientemente, dese prisa!.

Mo Lili comenzó a tararear una melodía pegajosa mientras esperaba mirando al techo, fingiendo estar tranquila.

-Mmh no recuerdo si terminé la traducción que estaba haciendo anoche. Si tengo tiempo también debo repasar los temas de la clase de hoy, puedo hacer eso en el autobús. ¿Me toca hoy pasear a los perros de la residencial? A la hora del almuerzo debo ir a ver al profesor Chen, si no no podré conservar mi beca, y sin esa beca estoy frita!-

Unos sonidos de pasos acercándose por el pasillo hacia la puerta de su derecha la pusieron alerta y volvió a sentarse mirando la puerta con expresión asustada. Tembló por reflejo y al escuchar que tocaban no pudo evitar el terror. Saliendo disparada a la dirección contraria, tan rápido que se chocó el dedo pequeño del pie contra la pata del taburete haciendo un sonido doloroso. Tan veloz como pudo y a tropezones llegó a una de las puertas de su lado izquierdo y la cerró con cuidado, cubriendo su boca y casi sin querer respirar. Sus hombros temblaban.

El corazón casi se le salía del pecho, podía sentir un sudor frío corriendo por su espalda. Apretó los ojos con fuerza.

Una voz femenina se escuchó

"Joven señorita, la señora la llama para desayunar. Recuerde no llegar tarde"

-¿Una mujer? Qué raro, usualmente es el asesino al primero que me topo en estas pesadillas-

"Señorita?"

Mo Lili no respondió. Escuchó como los pasos se alejaban lentamente. Se puso una mano en el pecho, respira poco a poco tratando de calmarse. -Prometí esperar pacientemente, pero, lo siento, le tengo tanto miedo señor asesino-

"Ahhh" suspirando largamente, Mo Lili volvió a mirar para ver dónde se había metido. Había ropa perfectamente ordenada en todas partes, del piso al techo lleno de ropa y zapatos, solo un pequeño taburete al centro de la habitación y un espejo de cuerpo entero en una esquina.

-Esta habitación alfombrada está llena de solo ropa? es del tamaño de mi departamento, qué raro. Un momento, esto... es un ropero?. Ja! Ni siquiera tengo uno en casa, y esta persona tiene una habitación tan grande solo para su ropa? Tanta ropa junta, solo lo había visto en una tienda departamental.

Sus ojos como platos casi se salen de sus cuencas, mirando todos estos hermosos "tesoros".

Toda la habitación contenía muchos estilos de vestidos, faldas, cárdigans, pantalones, abrigos, bolsos, zapatos y un largo etcétera. Miró y revisó alrededor. Muchos colores, estilos, perfectamente ordenados, todo de exquisito gusto y al parecer muy caro.

Sorprendida tomó la manga de un vestido blanco largo, mientras tocaba la suave tela.

-Vi este vestido una vez que fui a una tienda departamental a pedir un trabajo, creo que costaba 10 mil yuanes???

De inmediato lo soltó como si lo fuera a ensuciar solo por verlo.

-Eso es lo que gasto en 5 meses de comida y transporte.

-Bien!! si voy a estar en esta pesadilla, al menos la voy a disfrutar, hasta que venga el señor asesino, ¡por supuesto! ¡¡Si!! Fingiré que vivo como una joven señorita rica!- dijo alzando su puño en señal de victoria y sonriendo. Siguió curioseando y mirando aquí y allá, abriendo cajones y descolgando ropa.

-No sé si me va a quedar, al menos espero que si voy a ser torturada en esta pesadilla me quede bien esta ropa, como una pequeña compensación por mi angustia.

Al dar un paso apenas notó el, ahora, ligero dolor de su dedo pequeño. Mo Lili miró la alfombra suave bajo sus pies y su dedo pequeño adolorido.

-Es raro, usualmente mis pesadillas no se sienten tan realistas, el dolor de este dedo y la sensación de tocar las telas. Definitivamente, esta debe ser la reina de las pesadillas. Bien, ¿qué haré primero?... ¡¡elegir ropa!!

Su vista vagó por las prendas hasta que se topó con un hermoso uniforme escolar colgado en un perchero. Blusa blanca, cárdigan negro, falda plisada color vino y un simpático corbatín del mismo color. Sus ojos brillaron con asombro y tocó la tela con mucho cuidado. Un uniforme escolar tan hermoso, dispuesto sin una sola arruga, perfectamente limpio.

A pesar de que Mo Lili siempre había sido una alumna becada, nunca pudo llevar el uniforme reglamentario cuando iba en secundaria a causa de la situación económica en casa, lo que era muy desafortunado. Una familia con cuatro hermanos, donde solo su madre trabajaba y su padre era un vividor violento. Hace años que se había independizado. Entonces, cuando entró a la universidad supo que no podría cumplir su pequeño anhelo de vestirlo. Con varios trabajos ocasionales y tratando desesperadamente de mantener una beca, apenas alcanzaba para lo más básico, no podía ni permitirse el lujo de enfermarse.

Mo Lili sacudió enérgicamente la cabeza, tratando de sacudirse esos pensamientos tristes. Y luego trató de sonreír,

-No! Todo quedó en el pasado. Debo ser fuerte, mi futuro me espera. Y voy a disfrutar este sueño- Pensó mientras miraba el uniforme con gran ilusión. Y su corazón que se apretaba se fue calmando poco a poco.   

Quiero escapar del protagonista obsesivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora