99-Capítulo

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Conforme pasaban las horas y se acercaba el momento de salir, tanto Liu Wang como BaiYue estaban cada vez más tensos.

Ambos comprendían la gravedad de su situación, el tiempo imbatible continuaba pasando, como siempre. Durante la cena, ambos miraban sus platos sin expresión, no tenían apetito y sabían que no podrían deglutir ni un bocado aunque lo intentaran. 

Para alguien que jamás había logrado confiar en las personas, que ahora todo dependiera de la lealtad de otros, era la broma perfecta, pura ironía. 

A Liu Wang no le importaba lo que pudiera pasarle a él, pero lamentaba que su descuido pudiera dañara a quien amaba.  

¿Cómo podía ponerla a salvo? ¿Había alguna forma? Si salía y el lugar resultaba estar rodeado por la gente de los Ceng, aunque los altos mandos militares de los Liu estuvieran muertos, estarían condenados y esa maldita mujer habría ganado. 

BaiYue observaba a su amado con detenimiento, pudo ver que la desesperación estaba presente en sus ojos y expresiones. Ella no creía que el mayordomo Han lo traicionara. Sí, el anciano de mirada amable que lloraba y gritaba para que Liu Wang bajara la espada aquella vez, durante la videollamada, estaba auténticamente preocupado por su joven amo... tal vez.

La chica ya no podía soportar por más tiempo el desgaste de la espera, así que le pidió a su amado:

"Salgamos juntos ahora, ¿si?. No importa que suceda, quiero quedarme a tu lado"

Liu Wang la rodeó entre sus brazos, sin hablar por un largo tiempo.

"No, saldré solo. Tú escóndete bajo la cama, quizás crean que estuve solo aquí todo este tiempo"

"Pero..."

"¡BaiYue! A mí no me van a matar, necesitan alguien que continué la sangre Liu, pero contigo es diferente. Si algo te pasa no podré seguir viviendo. Por favor, solo por esta vez hazme caso, ¿Si?"

Liu Wang estaba desesperado, su voz comenzaba a quebrarse y temblaba. Así que ella asintió. Juntos borraron los rastros de ella en el bunker, escondiendo la ropa bajo la cama y ella en el medio. Él saldría y correría lejos del sitio antes de revisar su teléfono.

Tras la puerta especial del bunker había una especie de túnel y unas escaleras llevaban a una trampilla oculta en medio de la maleza.   No parecía haber nadie afuera. Liu Wang corrió lo más que pudo una vez que se alejó de la trampilla. 

La noche era tan oscura como boca de lobo, su corazón no dejaba de latir como si este fuera a saltar fuera de su pecho mientras se movía por el bosque.

Cuando estuvo lo suficientemente lejos se escondió tras un árbol caído y cerró los ojos.  Solo estaban los ruidos usuales. 

Cuando sacó el teléfono de su bolsillo, habían veinte mensajes de texto y varias llamadas perdidas.

Diez de los mensajes eran de la gente de su milicia, reportando el éxito de la misión de asesinato y en espera de nuevas órdenes. Tres más eran de la mujer Ceng exigiendo que la dejara entrar a su residencia y siete reportes de la gente en su propiedad.

Todas las llamadas eran de la matriarca Liu.

Según los reportes de sus guardias, la señorita Ceng había llegado a la propiedad exigiendo que se le permitiera la entrada esa noche. Pero la entrada le fue negada de acuerdo a las órdenes.

Poco después llegaron los elementos de la familia Ceng que estaban en el país, y adicionalmente algunos mercenarios contratados por dicha familia, así como tres escuadrones de la familia Liu. 

Quiero escapar del protagonista obsesivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora