61-Capítulo

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Advertencia: El siguiente texto contiene lenguaje soez y violencia.

Al final del capítulo encontrarás un breve resumen de lo ocurrido. 



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Un nuevo día comenzaba en la casa de los Wei. 

Pero lejos de la tranquilidad, había un estruendo de cosas siendo arrojadas y rompiéndose, gritos y teléfonos que no dejaban de timbrar, exasperando a todos.  

Wei LingSu despertó debido a una llamada a su teléfono celular, irritándola en extremo. 

"¡Qué quieres!" Contestó molesta sin importar quién fuera quien llamaba 

La voz áspera que vino del otro lado le contestó con una sarta de groserías antes de decirle de forma ruda

"... comunícame con el bastado de tu padre, de lo contrario... "

Más groserías y amenazas continuaron luego de eso. 

Sin esperar a que la otra persona terminara la oración, ella caminó furiosa hacia el tocador para estrellar contra este el teléfono en repetidas ocasiones. Lastimando de esta manera los oídos de la persona al otro lado de la línea.  

Los gritos del interlocutor podían oírse claramente sin que ella tuviera que acercarse el teléfono. 

Wei LingSu salió de su habitación rumbo al despacho de su padre para pasar la molesta llamada. 

Dentro era un caos de vidrios rotos y muebles volcados. 

Su padre, lleno de ira al extremo, le arrojó un libro en cuanto la vio entrar sosteniendo su teléfono en la mano. 

Por fortuna no era buen tirador y este libro solo le pasó por un costado sin herirla.  

"¡Desgraciada sabandija! Llévate eso ahora mismo" Le gritó a su hija.

El hermano mayor de Wei LingSu, el cual estaba presente también en el estudio, tomó a su hermana con rudeza por el brazo y la pellizcó hasta que la sacó de la oficina casi a rastras.

El chico, de características similares a su hermana, lucía furioso

"¡¿Qué estás haciendo?! ¡Cuelga eso!" dijo arrebatándole el teléfono y apagándolo de inmediato

"¿Qué le sucede hoy?"  preguntó ella fríamente. 

No le extraño el berrinche que tenía en estos momentos el padre Wei, pues estos ataques de ira eran muy familiares, aunque era la primera vez que le arrojaba algo a ella. 

El señor Wei cuidaba el rostro de su hija, si no como podría venderla en un buen matrimonio si quedaba alguna cicatriz. 

"No dices que te casarás con una gran familia muy rica, pues ahora es cuando debes hacerlo. Así que mueve ese trasero y comienza a llamar "a tus amigos" más ricos, de lo contrario muy pronto estaremos en la calle"

"¡¿De qué estás hablando?!"

"¿Acaso vives debajo de una piedra? ¡No te enteras de nada!" contestó el chico con desprecio "Mi empresa..." corrigiendo sus palabras "Nuestra empresa, está al borde de la quiebra"

"¡¿Qué?! ¿De qué estás hablando? La empresa que está por quebrar es la de los Lin, no la nuestra, papanatas"

"Si te digo que es así es por qué es cierto. Las acciones se han ido en picada. Todos los proveedores han cancelado contratos con nosotros, los permisos de funcionamiento del gobierno fueron remitidos, ayer vinieron inspectores a la planta por denuncias anónimas de explotación y mala calidad. Y todos los inversionistas están vendiendo sus acciones como si estas estuvieran malditas. También nuestros acreedores han comenzado a exigir el pago de las deudas de inmediato"

Quiero escapar del protagonista obsesivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora