Déjame cumplir cada uno de tus sueños

Capítulo 1

1825

Peyton, gracias a la ayuda e intervención de Kailan había logrado retrasar su presentación en sociedad un año más que sus hermanas mayores, pero con 18 años ya no podía esperar más por lo que no le quedaba otra salida que iniciarse.

Una fiesta en lo de los Marqueses de Bristol daba el puntapié inicial a la temporada en Londres y presentar a su hija Daphne todo parecía ir encaminado a una fiesta por todo lo alto y sin escatimaciones para que los jóvenes en búsqueda de esposa se dieran cuenta de lo buen partido era la joven Walsh.

- ¿segura que no me puedes conseguir otro año más? - preguntaba Peyton a Kailan mientras le apretaban el corsé.

-lo siento querida, pero mamá jamás va a dejar que llegues a tu debut con 19 años. - respondió riendo la hermana mayor. –estas pidiendo cosas que están mucho más lejanas a mi poder de convencimiento.

-al menos puedes prometer que no me dejaras sola en ningún compromiso. - la miro intentado causar lastima tratando de convencerla. –te necesito como mi chaperona, prefiero tenerte a ti a mi lado porque, aunque adoro a mamá se pone demasiado insistente con los hombres. - miro cariñosamente a su hermana. - tú me das más libertad.

-Peyton, mamá solo quiere que elijas bien y desde el corazón. Por sobretodo que conozcas cada una de tus opciones antes de tomar cualquier decisión - le acaricio una mejilla con la suavidad característica en las caricias de Kailan. –pero por supuesto que no te voy a dejar sola, no es necesario que tengas que pedirlo.

- ¿sabes que eres la mejor hermana del mundo? - ambas se pusieron a reír y terminaron de arreglarse juntas para lo que prometía ser la fiesta de la temporada.

Adele no podía dejar de gritar mientras abrazaba a su hijo y lo acariciaba para confirmar que era real, que no era como los sueños que tenía recurrentemente donde el volvía, esta vez sus manos, su olfato y su corazón de madre le decía que era 100% real, que volvía a tener a su primogénito en casa y entre sus brazos, no lo podía creer. Estaba tan agradecida de que volviera en una pieza y más guapo que nunca.

-lo vas a terminar matando, mujer. - decía Braxton, el padre de la familia, entre risas y sobre todo feliz por tener a su hijo en casa después de 10 años de viajes y estudio.

-bueno, creo que es mi turno de viajar por el mundo. - dijo Christian una vez que su madre soltó a su hermano y lo pudo abrazar.

- ¡NO! - grito Adele. –ningún hijo mío va a volver a salir de este país, no voy a soportar eso otra vez. - dijo entre lágrimas.

-grandioso, haz arruinado el resto del mundo para nosotros, maldito. - esta vez fue Benjamín quien hablo, abrazándolo con una sonrisa de felicidad de ver a su hermano.

-por amor a dios madre, escribí bastante seguido y siempre supieron que estaba sano y salvo. - dijo dándole un beso en la mejilla a su madre. –los chicos tienen que experimentar esta aventura.

Adele miraba con los ojos llenos de lágrimas a su familia mientras abrazada a su esposo como sus 3 hijos mayores conversaban y reían juntos, y es que a pesar de que Grazian escribía seguido jamás pensó que esos 10 años que se fue iban a terminar, ella creía que nunca más lo volvería a ver y eso la mataba un poco cada día, pero esa mañana en que escucho el golpe en la puerta mientras tomaban desayuno volvió a la vida y sintió que esa parte que le faltaba volvía a su lugar gracias al retorno de su hijo.

-espero que no te hayas casado en otro continente. - dijo entre risa y miedo Adele pensando en que su hijo era lo suficientemente impulsivo como para poder haber hecho ese tipo de cosas mientras estaba afuera.

-por favor mamá, sabes que lo que menos deseo en esta vida es amarrarme a una sola mujer. - los 3 hermanos se reían y es que ya todos en los 30 o al menos cerca de la edad no parecían presentar interés de casarse prontamente mataba todas las esperanzas de su madre, ella sabía que lo único que podía hacer al respecto era esperar mucho tiempo más por esos nietos que tanto anhelaba.