Soy una rosa rota (Porco x Reiner)

Capitulo 46

Cinco meses para la graduación.
     Mande la solicitud al estudio después de ver todo lo que propone. Hablamos al teléfono de la tarjeta y nos respondió el mismo que me la dio en el bar hace unas semanas.
     Mike y Marcel estaban de acuerdo y me apoyaron durante el proceso de llenado de la solicitud. Marcel se ofreció a ser quien me lleve a la ciudad vecina a los ensayos de prueba y los ensayos en general. No tengo del todo claro qué es lo que vamos a hacer. «No gran cosa, solo concentrate en cantar igual de asombroso que siempre. El estudio es solo para facilitarte los ensayos y que aprendas de personas con más experiencia. Y sobre todo, personas importantes de la música pueden poner el ojo sobre tu talento, tienes más oportunidades al estar en este estudio» fue lo que dijo Onyankopon. No me preocupe de eso después.
     En lo que esperaba la llegada de la confirmación, ensaye con los chicos en el estudio de siempre. Jean tocaba el bajo como siempre, Pieck la batería y Marco la otra guitarra, yo cantaba y tocaba la guitarra como siempre había sido. Reiner, Levi y Marcel se quedaban las tardes en la escuela para practicar, para ayudar a Reiner igual a como lo estaban haciendo conmigo. A Pieck y a Marco les falta práctica con sus instrumentos, aún así los pueden tocar decentemente. Yo lo di todo en los ensayos.

     Tres meses para la graduación.
     Un sobre llegó a nuestra casa el día viernes por la mañana. La solicitud había sido revisada personalmente por Onyankopon y fue aceptada sin dudar. Marcel y yo nos abrazamos al mismo tiempo que gritabamos y saltabamos alrededor de la sala, por el alboroto Mike bajó y nos vio ahí, sin separarnos le dimos el papel. Lo leyó y aun con un rostro inexpresivo se acercó a nosotros y nos abrazó a los dos, nos levantó con una facilidad aterradora. No podíamos parar de reír, incluso Mike soltó algunas pequeñas risas mientras nos cargaba. Para celebrarlo, mis hermanos decidieron preparar una cena especial en la que invitarian a Reiner y a sus dos hermanos.
     Fue un buen día, todos la pasamos bien. Mike y keiji se conocieron, se estrecharon la mano con firmeza, al principio creímos que se llevaban mal con solo conocerse, pero en realidad esa es la personalidad de ambos, serios al principio, una persona muy agradable cuando se les conoce con profundidad.
    Hubo algo de música, una cena deliciosa y muchas risas. Marcel y Falco se la pasaron en la sala viendo los libros que Marcel había leído. Mike invitó a Keiji a tomar una cerveza en el patio trasero, después de un rato estaban sentados en unas sillas al aire libre, platicando sobre trabajo y como es cuidar hermanos al ser los mayores. Al parecer se llevaron bien. Mientras tanto, Reiner y yo nos quedamos en mi habitación después de la cena, Reiner estaba acostado en mi cama mientras que yo estaba acostado sobre él. Mi compañero hojeaba mi cuaderno de cuero café al mismo tiempo que platicabamos sobre cosas muy simples pero profundas. Apoye mi cabeza sobre su pecho, escuchar su corazón latir era hipnótico, caí dormido minutos más tarde.

     Un mes para la graduación.
     Se comenzaron a hacer los preparativos y a hacer los adornos a lo largo de toda la preparatoria. Los del club de manualidades se encargaron de los adornos el día de la graduación. Los maestros ─en específico Erwin─  simularon cómo sería ese día y le indicaron a los de tercer año que es lo que debían de hacer, que asiento debían tomar y que es lo que se debía de hacer si tenían un acompañante ese día. Pieck estuvo en las nubes toda esa semana, al preguntarle el porqué de su actitud nos dijo que Marcel le había pedido que ella fuera su acompañante. Por su parte, Bertolt estaba muy nervioso porque uno de los profesores que organizaba ─Erwin─ le pidió que leyera algo en frente de toda la preparatoria, esto por su altura, llamaría más la atención. La graduación era algo tan esperado por muchos y algo que otros no querían que llegara. Yo estaba en medio de ambos.
     Un día fuimos varios chicos al centro comercial, esto porque los de tercero necesitaban comprar un traje para la graduación, sería una ceremonia formal y un baile. De primer y segundo grado solo íbamos Jean, Marco y yo. De tercero iban Reiner, Levi, Bertolt y Marcel. Solo fuimos chicos, las chicas irían por su parte.
     Comenzaron a probarse los trajes uno a uno, viendo cual les quedaba mejor entre todos, ninguno de ellos se conformó con lo primero, en especial Marcel y Bertolt. Mi hermano quería verse como un príncipe a la hora de pasar a su lugar de la mano de Pieck. Bertolt dijo que tomaría valor para pedirle a una chica que le gusta que sea su acompañante, todos lo felicitamos y le dimos fuerza.
    
     ─Porco ─me llamo Reiner desde dentro de uno de los probadores─ ¿puedes venir?

     ─Claro ─respondí yo desde el otro lado de la puerta, entre cuando se abrió─. ¿Qué? ¿Qué necesi…

     Ahí estaba él, Reiner, mi amigo, mi novio, mi compañero. Está usando un traje color gris con detalles azul brillante como gemas, usa unos relucientes zapatos color azabache, la corbata azul del mismo tono que los otros detalles le aprieta un poco y trata de aflojarla.

     ─Me gusta, pero esta tonta corbata me aprieta, tu que crees… ¿Qué? ─dice y pregunta después de ver mi expresión.

     ─¿Eh? No nada, es solo que… ─lo miro de la cabeza a los pies─. Te ves… wow. 

     Su rostro se relajó y se iluminó con esa hermosa sonrisa. Pero al instante se desvaneció como agua entre las manos.

     ─¿Qué? ¿Qué sucede? ─me acerque a él, coloque mi mano en su mejilla.

     ─Perdón, en serio me encantaría llevarte como mi acompañante, pero sabes que aun no estoy listo para… esto ─susurro, en su rostro se podía ver que estaba avergonzado.

     ─¿Qué? eso no importa, es tú día, disfrutalo. Si crees que aún no es tiempo de mostrarles a los demás lo que somos, no lo hagas ─dije sonriendo sutilmente, comprendiendo el porqué de su actitud─. Lo mismo si es lo contrario, si te importa un carajo que es lo que piensan los demás y quieres que vaya como tu acompañante, con todo el maldito gusto del mundo lo haré. 

     No planeaba llevar un traje, pero por insistencia de los demás lleve uno simple. Lo mismo hicieron Jean y Marco.

     Un día para la graduación.
     Estábamos en video llamada, al parecer sus nervios no lo dejaban tranquilo. Lo mismo pasó con Marcel que mejor fue a la sala a relajarse con Mike. Al principio platicamos sobre como iba todo con sus entrenamientos y con mis ensayos, yo iba cuatro veces a la semana a la ciudad vecina a cantar al estudio. He aprendido nuevas cosas y he mejorado drásticamente viendo a personas más experimentadas que yo. «Su potencial parece no tener fondo» decían las personas que me escuchaban cantar. Reiner se sentía muy orgulloso por mi cuando le conté eso.

     ─¿Y si tocas un poco la batería? ─sugerí viendo lo inquieto que estaba─ Quizás ayude ─me encogí de hombros.

     ─¿Eso crees? ¿Puede que lo empeore…

     ─¡Porco! ─grito Marcel al entrar de golpe a mi habitación, por poco me caigo de la cama.

     ─¿¡Cual es tu maldito problema?! ─le grite al verlo─ ¡Casi me da un infarto, idiota! ─me levanté de la cama con rapidez, me ignoró completamente.

     ─¡Floch ha publicado por todos los putos sitios posibles una foto tuya y de Reiner! Se están besando en los vestidores de la escuela. Todos lo han visto y se está haciendo un gran escándalo. Porco… todos lo saben ahora.

     No sentí nada al principio, estaba vacío. Pero pronto ese vacío se llenó de varias emociones que se desbordaron sin control. Eran emociones que no sentía desde hace mucho tiempo, mi visión se hizo borrosa y perdí el balance, me inque en una pierna. El teléfono que tenía en la mano se cayó y se rompió aún más. Estaba teniendo un ataque de ansiedad, y uno fuerte. Podía sentir cómo las cadenas que estaban rotas, me volvían a estrangular, aprisionando del aire. Mi cabeza daba vueltas y mi pecho dolía. Podía sentirlo, sentir que este era el fin.