Capitulo 21

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     ¿Porque? ¿Porque ahora? Todo iba bien, ya comenzaba a olvidar todo lo que habia pasado.
Tres mensajes. Solo eso basto para mandar todo al demonio. De un segundo a otro todas las cadenas regresaron, apretandome con una fuerza agobiante, me cuesta respirar. Comienzo a tener un ataque de anciedad al recordar lo que los traidores hicieron, lo que Zeke me hizo.
     Trato de sentarme en el borde de mi cama, pero muy apenas lo logro por el dolor en mi pecho. Con mi mano derecha aprieto mi camisa buscando calmar el dolor, es inutil. Esta ves es mas fuerte comparado con veces anteriores, debe de ser por que es Zeke. Si, sin duda es eso.

     Trato de calmarme al mismo tiempo que hago los ejercicios de respiracion de Hange. ¡¿Porque ahora?! ¡¿Porque ahora que ya no estoy en la banda?!
     Despues de unos minutos que a mi me parecen horas logro controlar mi respiracion. Me dejo caer de rodillas y, aun incado, volteo al techo mientras respiro de manera agitada pero controlada. Tomo mi telefono de mi cama y observo una vez mas los tres mensajes de Zeke. Pudrete maldito traidor de porqueria. Tomo otro respiro antes de ir a las opciones de contacto para bloquearlo. No se porque no lo hice antes.
     "Bloquear contacto". En el ultimo segundo titubeo.   Mi pulgar se quedo a milimetros de precionar ese boton. Aun lo quiero. Soy patetico.
La frustacion que siento al percatarme de ese detalle hace que apriete el telefono con la mano. Algunos trozos de cristal se salen de la pantalla que ya estaba rota. Tiro el telefono a la cama y sin ganas me vuelvo a sentar en el borde.

     ¿Que es lo que ese maldito quiere a estas alturas? ¿Decirme cobarde y dramatico por cambiarme de preparatoria? Mas le vale que no diga nada de eso, es su culpa que los ataques de anciedad comenzaran. Es su culpa que ahora no pueda amar sin tenerle panico a la idea de que me hagan lo mismo que él.
     De lo mas profundo de mi mente, surge una idea, un pensamiento que me torturara sin cesar: ¿Y si realmente lo siente y quiere disculparse?

     El resto de la tarde me la pase en mi cama. Viendo el techo con tranquilidad al mismo tiempo que por dentro estoy viviendo una guerra caotica. Dos ideas, dos bandos y solo puede haber un ganador. De un lado tenemos a: Ignorarlo y que se vaya al demonio. Y del lado contrario esta: Contestarle esperando a que se disculpe y hagamos las paces.
     ¿Que deberia hacer? ¿Que es lo que él tiene que decir? Esas, esas dos preguntas me estan destrozando por dentro. No se que hacer, no tengo a quien acudir. Mis hermanos tomaran el camino mas obvio y apoyaran al equipo "Que se vaya al diablo". Pero no quiero hacer eso, si lo hago no pobre saber que es lo que va a decir. Mierda, no se que hacer. Por favor, ayudenme, quien sea.

     Como era de esperarse, no pude dormir nada en toda la noche. Incluso aun tengo puesto el uniforme negro de botones dorados de la preparatoria. Enciendo y apago mi telefono multiples veces. Al encenderse puedo ver los mensajes de Zeke. Mensajes a los que les he dado decenas, cientos, miles, millones de vueltas tratando de ver si tienen otra connotacion que no veo a simple vista. Intento meterme en su cabeza para averiguar que es lo que planea, pero es inutil.
     Si contesto el mensaje hay dos posibles resultados. Uno: que hagamos las paces y quedemos en buenos terminos. Dos: que sea igual de mierda que los otros tres traidores y que yo termine mas roto que ahora. Soy patetico, un cobarde por querer saber que es lo que dira y a su ves no quererlo por miedo a la respuesta.

     No he comido nada desde ayer. Marcel me llamo para ir a cenar, yo solo fingi estar dormido, ahora no quiero estar con nadie. No quiero darle explicaciones a nadie en este momento.
     Los rayos de sol naranja ya pasan por mi ventana que tiene las cortinas de par en par. La luz contra mi rostro me molesta. Veo una ultima ves mi telefono, solo me queda siete porciento de bateria. Me levanto gruñendo para buscar mi cargador. Estando sobre mi escritorio veo como la bateria sube, le doy un ultimo vistazo a los mensajes antes de salir de mi habitacion.
     Son las seis de la mañana, mis hermanos deben de seguir durmiendo, en espacial hoy que es sabado. Bajo a la cocina haciendo el menor ruido posible. Solo quiero algo para comer y regresar a mi habitacion. Me dirijo al refrigerador con cautela. Por suerte encuentro un plato de arroz con pollo. Esta cubierto con plastico film. Marcel. Le agradezco infinitamente por estos detalles que parecen insignificantes.
     Como con una lentitud que hasta a mi me sorprende. Sigo pensando en lo que ha pasado desde ayer que llegue de la preparatoria. Las dos ideas siguen en guerra, no ha habido un ganador. Trato de pensar en las cosas que hice con Zeke cuanto estaba con él, intentando llegar a una conclucion de si deberia o no contestar. Me duele la cabeza.

     Doy un salto en mi silla y por accidente tiro una pierna de pollo devuelta al plato. La puerta trasera se ha abierto dejando ver a un hombre muy alto y sudoroso con ropa deportiva. Mike. Debe de haber salido a correr como de costumbre. Al mirarme se sorprende. No es nada comun verme aqui tan temprano. Me mira de arriba abajo, ve mi uniforme y trata de contener una carcajada.

    ─Si sabes... que hoy es sabado... ¿Cierto? ─se le escapa una pequeña risa─ Porco... hoy no vas a la escuela.

     Recuerdo que aun no me he quitado el uniforme por estar quebrandome la cabeza desde ayer. No debo decirle nada sobre Zeke, sin duda alguna se enojara. Finjo una risa y me llevo una mano a la cara, como si estuviera decepcionado de mi mismo por tal error. Termino de comer y me voy a mi cuarto, pero Mike me detiene. Tomó asiento en la silla delante de la mia.

    ─Oye Porco ¿Porque tienes el mismo uniforme de ayer? ¿Que hoy no toca el uniforme deportivo? ─olfatea en mi direccion─ Ademas, parece que no has tomado una ducha desde anoche.

    Hay veces en las que odio su buen olfato.

     ─Eh... mierda, sin duda hoy me levante del lado equivocado de la cama ─Trato de darle la espalda para que no me vea la cara, descubrira que oculto algo─ Mejor me voy a dormir otro rato.

     Subo las escaleras lo mas rapido que puedo, ya sabe que algo no anda del todo bien. Vuelvo a encerrarme en mi habitacion por otro rato mas. Me pongo mi pijama y me meto a la cama. La vida me sonrie cuando los ojos se me empiezan a cerrar, comienzo a tener mucho sueño.
     Pero el mundo de los sueños resulta ser peor que la realidad. Los recuerdos que tenia despierto se convierten en horribles recreaciones realistas de lo que paso en mi otra escuela. Las palisas casi todos los dias, la traicion de mis amigos y la traicion de mi novio en aquel entonces. En especial eso ultimo es lo que veo al ultimo segundo de mi sueño. Yo, de frente a Zeke, no escucho nada cuando mueve los labios al hablar. Pero no es necesario, se muy bien lo que dijo. seguido de eso, siento que me duele el pecho con una gran intensidad, el primer ataque que tuve.me despierto de la nada.
     Estoy todo sudado y con la boca seca. Trado unos segundos en recordar en donde estoy. Cuando me ubico trato de buscar la botella de agua que siempre tengo. Me siento en el borde de la cama mientras me hidrato despues de esas pesadillas. Aun sigo aturdido.

     Son un poco mas de las tres de la tarde, he dormido bastante. Mi habitacion esta medianamente oscura, la luz del sol aun pasa por las cortinas. Trato de buscar mi telefono y lo encuentro sobre el escritorio cargandose. Antes de encenderlo lo tomo con ambas manos y ruego porque todo haya sido un sueño. Pero no es asi, los mensajes aun siguen ahi. Por la frustracion tome mi celular y busque a Zeke, estaba determinado a bloquearlo y borrar todo, pero una ves mas me quede a nada de precionar el boton.
     Al igual que la noche anterior, me quedo en la cama mirando el techo con mi telefono en la mano. De un segundo a otro alguien toco a la puerta.

    ─Porco... ¿Estas despierto? ─me pregunta Marcel al entrar a mi habitacion y ver todo oscuro.

    ─Tu que crees ─suelto un suspiro.

     ─Bien, ¿no quieres bajar a la sala a ver un video? ─se para frente a mi cama, me mira desde arriba al mismo tiempo que me muestra una memoria USB─ vino Reiner a traermelo y pidio que lo vieras.

    ─No estoy de humor, Marcel ─me acuesto de lado mirando a la pared.

    ─¿Seguro? Porque esta cosa ─agita la memoria en el aire─ Tiene nombres muy interesantes.

    ─Oh, ¿en serio? ─realmente no quiero saber de nadie en este momento

    ─Si, pone "Historia de invierno" y abajo entre parentesis tiene "(Adios Christa)"

    Abro mucho los ojos al escuchar eso ultimo. Al instante se que es lo que tiene la memoria. Una cancion. Una cancion que Reiner hizo para despedirse de Christa.

Soy una rosa rota (Porco x Reiner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora