'capítulo 1'

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{Escape}

- ¡ALTO AHÍ! ¡DETENTE! - Un hombre vestido de traje de policía gritaba mientras corría persiguiendo a un sujeto- ¡Necesito refuerzos! Repito, necesito refuerzos - habló a través de su radio.

Aquél chico al que estaba persiguiendo no paraba de correr, corría y corría sin mirar atrás mientras sujetaba una gran bolsa entre sus manos.

Había vuelto a robar, pero esta vez no era simplemente dinero, no, está vez logró robar una cantidad exagerada de armas.

Tenía que perder al policía que lo estaba siguiendo, a pesar de que habían estado corriendo por más de 10 minutos no lograba salir de su campo de visión.

<(Mierda)> pensó aquél hombre.

Cinco minutos después de correr y correr sin parar, llegaron los refuerzos para el policía.

Cuándo el chico se percató de que habían patrullas siguiéndolo corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a un baldío que estaba rodeado por una gran barda, que protegía una casa completamente abandonada.

Se detuvo frente a la barda, mirando hacia ambos lados, dándose cuenta de que las patrullas ya lo tenían rodeado.

- ¡las manos donde pueda verlas! - ordenó un oficial que bajaba de la patrulla con un arma en sus manos, apuntándole directamente a su cabeza.

No teniendo más opción, el hombre caminó lentamente hacia la patrulla, aún tomando con fuerza la bolsa que tenía entre sus manos. Entonces, de repente el hombre se impulsó contra la parte de enfrente de la patrulla, tomó impulso y saltó, logrando subirse a la barda.

- ¡se escapa! ¡disparen! - ordenó el mismo oficial mientras jalaba el gatillo de su pistola.

Los demás policías acataron la orden y dispararon sus armas, pero fue en vano, ya que el chico había logrado cruzar la barda segundos antes y los disparos pegaron en la barda.

Sin perder tiempo, cuatro policías escalaron la barda hasta subirse arriba de esta, para después saltar y seguir al hombre.

El hombre al notar que los policías aún lo seguían, pensó en esconderse en aquella casa, pero, eso sería demasiado obvio, así que buscó un lugar pequeño donde no lo pudieran encontrar y bingo lo encontró.

Era una pequeña abertura en una pared atrás de la casa, con mucha suerte, logró meterse ahí, golpeándose de vez en cuándo en el estrecho lugar.

Los policías entraron inmediatamente a la casa, buscando desesperadamente a aquél hombre al que habían estado buscando desde hace ya 4 años siguiendo las mulas pistas día y noche, pero ese hombre era más escurridizo que un jabón.

- ¡No está, se escapó! - oyó gritar a un policía desde el interior de la casa.

Escuchó los pasos de los policías abandonando la casa, pero aún así no salió de ahí, esperó alrededor de 15 minutos para estar seguro de que en realidad no era una trampa, Y entonces salió de ahí.

Sentía todo su cuerpo entumecido, se estiró un poco y mirando a todas partes verificando que no hubiera nadie  cruzó la barda y se fue de ahí.

<(Chingada madre, por venir con esos pendejos ya se me hizo tarde)>

Pensó aquel individuo mientras le daba una mirada al sol, que estaba a punto de esconderse.

Camino tratando de no parecer sospechoso, cuando cometía estos actos se aseguraba de tapar su cara con una máscara de calavera que le ayudaba a tapar su identidad, por lo que era muy difícil que lo reconocieran sin ella.

Mi corazón es para ti 。⁠♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora