'capitulo 5'

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'sueños'

[Narra México]

Nos encontrábamos el ruso y yo en el comedor, no había mucha gente ya que cada persona tiene su hora de comida, por qué obviamente no los van a dejar salir todos al mismo tiempo.

Estaba sentado en una de las mesas del fondo, y el ruso estaba en una esquina del comedor, mantenía su mirada y su porte serio, como siempre.
Aparté mi vista de él, y comencé a comer la aberración que nos dan por comida.

Terminando de comer, Rusia otra vez me esposó y me empujó para que me dirigiera a mi celda, la verdad no es muy bonito que te traten así, pero e pasado por cosas peores, así que ya me vale.

Lo único que me consuela es que cuando entre a mi celda voy a poder ver y tocar a mi peluche de ajolote, el que tanto quiero.

Gracias al cielo ni ha notado que le falta mi mochila, sinó, no la contraria.

Caminaba con mi vista en el piso, y casi al llegar a mi celda choqué con alguien, haciendo que retrocediera un par de pasos.

- pero seréis gilipollas, ¿que no os ves?

Ese acento...

Esa voz...

Ese carácter...

Levanté mi mirada para encontrarme con el ser que menos esperaba.

- ¿p-papá? - sacudí mi cabeza tratando de quitarme la máscara. Después de unos intentos, lo conseguí.

El hombre me inspeccionó unos segundos. Entonces su cara mostró total sorpresa.

- ¿M-mexictli?

Me acerqué un poco mas, nos miramos unos segundos hasta que rompimos el poco espacio que quedaba para darnos un muy fuerte abrazo.

- no puedo creer que seais tú -habló llorando.

- yo tampoco no puedo creer que sea usted

Las lágrimas caían de mis ojos como una cascada. Apreté más el abrazo, sintiendo una enorme felicidad.

Después de unos segundos nos separamos. Ambos teníamos una gran sonrisa en la cara.

- México, métete a tu celda - interrumpió Rusia -

¿México? ¿El sabe mi nombre?

- por favor, danos 10 minutos para hablar - le pidió mi papá

Rusia pareció pensarlo, y tras unos segundos asintió.

- tienen 10 minutos - abrió la celda y nos hizo una seña de que nos pasáramos, y así lo hicimos.

Cerró la puerta y salió. Entonces me giré hacia mi papá.

- estáis muy grande, todavía me acuerdo cuando eras un crío -
Me sonrió -

- hay, pa' si viera cuanto lo extrañe, yo pensé que no lo volvería a ver

- yo igual, pero... ¿Entonces sois ese famoso criminal que nadie a podido atrapar?

- jajaja... Este pos' si.. pero ¿Usted que hace aquí?

- es... una larga historiasuspiró

- pues aunque sea un cachito. — le pedí.

- Después de que ese hijo de puta llegara a matarnos, a mí no me hicieron nada, me amarraron y me llevaron, escuché que querían saber todo sobre nuestra gente, así que me solté como pude y me escapé.

Mi corazón es para ti 。⁠♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora