'capitulo 7'

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Narrador

Rusia aún no lograba entender por qué rechazó a Suiza después de pensar en las cosas que el mexicano le decía, eso le confundió bastante y lo frustró tambien.

Al pensar en él tricolor su corazón corría desbocadamente. Un sentimiento de nerviosismo se apoderaba de todo su ser, no lograba comprender este sentimiento, era algo completamente nuevo para él.

Nunca en su vida había sentido algo como esto, el escuchar al mexicano diciendo tonterías, o esos coqueteos descarados que le decía, su risa y todo lo demás hacía que un sentimiento cálido se instalara en su pecho.

Pero todo esto lo aterraba no podía estar sintiendo lo que él cree No no podía y menos por un criminal al que acababa de conocer

Todas esas sensaciones todos esos sentimientos que le provocaba el tricolor lo asustaban demasiado porque sabía lo peligroso que era enamorarse de alguien.

Y mucho peor que éste fuera un peligroso criminal.

Y estaba dispuesto a hacer todo lo que estuviera a su alcance para alejarse del mexicano, así evitaría desarrollar sentimientos por ese hombre.

¿¡Facilísimo, verdad!?

Pero claramente no lo logró. Cuando intentaba alejarse del mexicano siempre algo tenía que pasar para que se involucraran juntos.

Y así pasó una semana. Inevitablemente Rusia y México se acercaron más y más cada vez. Aunque el ruso se mostraba reacio al principio poco a poco fue cediendo hasta el punto de que a Alemania se le hacía raro que pidiera cambiar de turno.

Hasta que encontró la razón del porqué.

Y esa razón era un chico de 1.77 que tenía loquito a su hermano.

Aunque este se negaba a aceptar sus sentimientos.

Pero no había poder sobre la tierra para hacer que Rusia se diera cuenta de lo loco que lo volvía el tricolor.

Hasta que eso se presentó.

Celos.

Esa sensación horrible de enojo e inseguridad cuando vez a la persona que te gusta con otro.

Esa sensación que te provoca alejar a esa persona de la que amas.

Esa sensación de estar hirviendo por dentro y no poder hacer nada. Eso era lo que le faltaba a Rusia para poder aceptar completamente sus sentimientos.

Y eso era justamente lo que establos por presenciar.

Rusia estaba terminando de desayunar para ir a "el delfín negro", así era como se llamaba su prisión.

Comió más rápido de lo normal, se le estaba haciendo tarde por desvelarse anoche pensando en cierto mexicano que no lo dejaba en paz, dando vueltas una y otra vez.

Y no se iba a da el lujo de llegar tarde al trabajo solamente por estar pensando en cosas sin importancia, según él.

Así que desayunó tan rápido como pudo y salió igual de rápido.

Hoy a Alemania le tocó el turno de la tarde, así que no tenían que irse juntos, por lo que no lo esperó y arrancó rumbo a su trabajo.

Llegó y lo primero que hizo fue recibir los reportes que tenían sus empelados, había habido otra pelea, si, ocasionada por México y otro criminal.

Rusia solo pudo rodar los ojos, cuando le tocara la comida al mexicano ahí lo iba a regañar. Y a decir verdad ya estaba un poco acostumbrado a "las mentadas de madre" como le decía el mexicano a las peleas verbales.

Mi corazón es para ti 。⁠♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora