'capitulo 8'

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Rusia estaba aún estático.

Se mantenía de pie a un metro de dónde estaba México. Y no sabía que hacer.

La ansiedad de México aumentaba ante el silencio del ruso. Por primera vez en su vida que era sincero con sus sentimientos y no quería que terminara así.

Pero si Rusia lo rechazaba no sabía lo que iba a hacer.

Trás unos minutos de silencio y mucho pensar Rusia finalmente habló.

-Tu estabas saliendo con Argentina

México quiso desparecer.

¿Cómo se suponía que Rusia lo iba a tomar en serio si se la pasaba coqueteando con todo el mundo?

A demás que había besado varias veces a Argentina en frente de Rusia. Se sentía completamente estúpido.

-oh, no,no, por favor, no pienses mal. Si, he de admitir que si lo he besado, ¡pero el no me gusta en lo absoluto! De verdad que eres al único que le estoy confesando mis sentimientos de forma sería. Y te juro por lo que quieras que no estoy mintiendo. ¡Le puedes preguntar a Argentina si quieres!

México estaba totalmente desesperado. No sabía cómo excusarse de sus actos hace días. Pero no mentía en lo absoluto. Todo lo que había dicho era completamente cierto.

Rusia no sabía si debía creerle, por un momento dudó, pero todas esas dudas se fueron a la mierda cuando México lo miró a los ojos.

No había rastro alguno de mentiras.

Decía la verdad.

Por un segundo estaba a punto de aceptar, pero entonces recordó las razones que me impedían ser algo del mexicano y sé contuvo.

Contuvo todas sus emociones. Absolutamente todo lo que sentía lo dejó adentro, muy adentro de él.

Primero, estaba el hecho de que México es un criminal y él un policía. Segundo, su papá. ¿Qué diría su padre? Rusia respetaba mucho a su padre aunque ya no estuviera con él. Y tercero y lo más importante.

A México solo le quedaba una semana de vida. Solo una maldita semana.
Y, aunque podía él retrasar su tiempo no debía. Tal vez aún desconfiaba un poco del mexicano.

Tal vez era eso lo que buscaba al declararse así ante él. Tal vez solo lo manipulaba por más tiempo vivo para poder escapar.

Pero su boca habló antes de siquiera poder procesar lo que había salido de ella.

-¿Y que gano yo con todo ésto?

México levantó la vista para mirarlo.

Era verdad. ¿Qué ganaba Rusia con todo eso? México no supo que decir, más bien, no había nada que decir.
Bajó la mirada, triste.

Rusia se sintió mal al mirar al mexicano.
Tal vez, solo tal vez si era verdad que le gustaba México sería obvio que también ganaría algo.

México llegó a su vida a ponerla patas para arriba. En tan solo unos días logró lo que nadie más haba logrado en toda su vida; entrar en ese frío y reservado corazón.

Desde chico solo estaba acostumbrado a recibir el amor de sus padres y de sus hermanos. Y no iba a mentir, en las relaciones que había tenido en el pasado sí llegó a querer a sus parejas, pero solo cariño. No había otro sentimiento más fuerte que ese.

Así que ahora que lo estaba experimentando con un criminal no sabía lo que debería de hacer.

No sabía si debería de ponerse ni solo a él en peligro, sinó a su familia también.

Mi corazón es para ti 。⁠♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora