BETTER TOGETHER • Daniel Ricciardo •

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Dos meses después, ya las heridas de Avril habían sanado.

Ella había asistido a terapias de rehabilitación muscular para poner su cuerpo en movimiento poco a poco.

Ella ya estaba bien.

Pero el doctor había sido claro...

"No más carreras hasta la próxima temporada."

Eso la había dejado devastada, sin embargo no tuvo más opción que quedarse en casa a recuperarse y a mirar las carreras por la tv.

El GP de Mónaco estaba a la vuelta de la esquina y por suerte ella podría asistir y quedarse en boxes con el equipo.

Quería ver a los demás, poder sentir el ambiente lleno de adrenalina que destilaban las carreras.

Sabía que iba a ser divertido y reconfortante.

Además de que ese día, sí o sí, iba a hablar con Daniel.

Definitivamente debía hablar con él.

Habían muchas cosas que aclarar.

Empezando por lo de Arabia, hasta lo sucedido en Gran Bretaña.

Y tal vez se preguntarán...

¿Por qué ella había cambiado de parecer tan de repente si apenas hacía unos días le quería lanzar una silla por la cabeza?

Pues ella había estado teniendo citas con una psicóloga que realmente la había ayudado.

De alguna manera la había hecho reevaluar toda la situación con Daniel por completo.

La realidad le pateó el trasero y se dió cuenta de que estaba siendo algo tóxico e innecesario para su trabajo.

Así que, Mónaco sería su última oportunidad para arreglar los problemas.

O se arreglaban o se mataban.

Fin de la historia.

...

A unas 2 horas antes de que iniciara la carrera, Avril arribó al circuito caminando con completa normalidad.

Por supuesto mientras se paseaba por la calle de los pits junto a su hermana y su mánager se cruzó con varios pilotos y mecánicos que estaban realmente felices de verla ahí.

Max y Charles no querían soltarla.

Ellos estaban alocados presumiéndoles a todos que Avril estaba de vuelta.

Cuando alcanzó el box de Mclaren Lando saltó a sus brazos diciéndole cuán agradecido estaba por tenerla ahí.

Lando definitivamente estaba aliviado de que ella hubiera podido asistir luego de vivir en suspenso durante todos aquellos días.

- ¿Saben en dónde está Daniel? - Avril cuestionó mirando a su alrededor.

Max, Charles y Lando se miraron entre sí sin palabras.

¿Acababa de preguntar lo que acababa de preguntar?

- Aún estás en recuperación, no creo que debas estresarte... Vamos a otro la...

- Necesito hablar con Daniel. - ella interrumpió a Charles quien se disponía a sacarla de ahí.

- Enserio Avril, no queremos que nada te pase. - Max la tomó por los hombros mirándola a los ojos.

Justo luego de que el holandés terminara de hablar, la mirada de Avril se desvío hacia la puerta que estaba al fondo del lugar.

- Oh mierda... - Leclerc maldijo por lo bajo.

Daniel había entrado a aquella habitación sin percatarse de quién había llegado. Él tenía sus audífonos puestos y parecía muy concentrado en su teléfono.

En cierto modo Daniel sospechaba que Avril iba a asistir a la carrera, pero no pensó que iba a entrar al paddock.

Max, Lando y Charles estaban congelados mientras que Avril comenzó a acercarse hacia la entrada de la habitación.

Dejándolos atrás Avril se adentró a la habitación desapareciendo de la vista de todos.

- Hola...

Daniel ya se había quitado los audífonos y al escuchar la voz de Avril se giró de golpe.

Las piernas casi se le colapsan y su corazón casi se sale del pecho al verla ahí parada.

Él definitivamente no se había preparado para la posible paliza que la pelirroja le tenía preparada.