ᨳㅤֶ֢ ㅤ۫ 𝐒𝐮𝐛𝐥𝐢𝐦𝐞 𝐝𝐨𝐦𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 ᵎ

𓏲 🍁﹕TREINTAIOCHO ˒˒

Permanecer en un cuarto de hospital, casi inmovilizado, mientras su hija recién nacida se encontraba en manos de unos hijos de puta y su alfa se hallaba volando hacia a otro país, era el mismísimo infierno para JeongHan. 

Todo su ser dolía, tanto física como emocionalmente. Estaba devastado como nunca antes en su vida lo había estado. Le habían dado justo en sus puntos más débiles, casi asesinándolo. Sin su bebé y sin su alfa, JeongHan no quería seguir viviendo. Sin embargo, confiaba en Joshua, confiaba en que ambos regresarían a su lado. 

Pero, ¿Cuánto tiempo tendría que soportar? Porque sentía como si lentamente estuviese agonizando. Y lo estaba. JeongHan se encontraba sumergido en un estado de completa tristeza, debilitado a más no poder, apenas pudiendo respirar. 

No quería comer, no quería hablar, no quería moverse. No quería nada. Ni siquiera la presencia de WonWoo le animaba, quien no se había movido de su lado desde que Joshua se había marchado. El rubio apenas le hablaba a su amigo para pedirle ayuda cuando sentía que ya tenía muchas ganas de ir al baño. Y sólo eso. 

Luego regresaba a la camilla con su ayuda, se acomodada, abrazaba una almohada que le había pedido a Joshua que marcara con su olor y volvía a su rutina de llorar hasta caer rendido por el sueño. 

Pero todo empeoró al día siguiente. 

JeongHan despertó de golpe, sintiendo un gran escozor en la marca de su cuello. Todo su sistema se alertó y al instante se despertó. 

Joshua. 

El omega cerró sus ojos con fuerza, permitiendo que los sentimientos de su alfa lo dominaran completamente. 

Miedo. Angustia. Impotencia. Dolor. 

JeongHan rompió en llanto, sufriendo por una interminable hora aquellos sentimiento que no le pertenecían. Tuvo la certeza de que nada estaba saliendo como Joshua lo había planificado. JeongHan sentía en su pecho que el plan había fallado y su alfa estaba sufriendo las consecuencias. 

Y luego, de repente, dejó de sentir. En su ser ya no habitaba ningún sentimiento ajeno, ningún sentimiento de su alfa. Era como si hubiese perdido la conexión con Joshua, como si el lazo hubiese perdido su poder. 

El frío lo invadió de pronto, y JeongHan soltó el grito más desgarrador de su vida, llorando muy ruidosa y desesperadamente. Apenas sentía la presencia de WonWoo y de varias enfermeras, mientras el sufrimiento lo azotaba sin piedad, aniquilando con su última chispa de esperanza. 

En medio de sus incontrolables alaridos, JeongHan sintió un pinchazo en su brazo. Y al mirar con temor aquellos preocupados ojos oscuros de su mejor amigos, entendió que lo habían sedado. 

Su dolor haría una pausa. 

JeongHan cayó dormido, desecho en lágrimas, luego de susurrar hasta el último segundo el nombre de su alfa. Un alfa que, tal parecía, ya había iniciado su partida.