ᥫ᭡ 𝗐𝗐𝗐.𝗷𝗶𝗵𝗮𝗻.𝖼𝗈𝗆 ᵎ
🏠𓂅 ˓ ᵎ ❝JeongHan, un delicado omega amante de las noches de descontrol, tendrá que renunciar a todo cuando Joshua Hong, un dominante alfa italiano lo reclama como suyo en una fiesta que marcaría el inicio d...
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El horizonte se tornaba anaranjado con lenta huida del sol. JeongHan miraba el bonito atardecer a través de la ventana del espacioso y confortable vehículo en el que se encontraba viajando en compañía de su preciosa familia. Aquella que había formado con Joshua, su alfa, su más que preciado amor de su vida, quien ahora mismo se encontraba conduciendo la flamante Vans hacia la zona costera de Los Ángeles, California.
Dos autos con algunos de sus hombres de seguridad los acompañaban de cerca en aquella trayectoria, no sólo para brindarles protección rutinaria sino para cooperar en el operativo armado que se realizaría durante el anochecer del día siguiente.
Sería una misión tan básica, pero a la vez tan importante, la que se llevaría a cabo. El futuro de uno de sus hijos se definiría con ésta, y por ello toda la familia Hong-Yoon se involucraría en modo de apoyo.
Desde su lugar en el asiento del acompañante, JeongHan miró hacia la parte trasera del auto, posando su avellana mirada en su hijo menor, Sunoo, el cual estaba sentado al fondo junto a uno de sus hermanos mayores.
─ Ya estamos por ingresar al autopista, así que... Última oportunidad para arrepentirte, Sun. ─avisó JeongHan en un tono suave y calmado, sonriendo ligeramente.
Sunoo levantó la vista de la pantalla holográfica de su dispositivo móvil, haciéndola desaparecer luego de escuchar su nombre. Extrañado, notó que la mirada de toda su familia estaba puesta en él. Hasta su padre Joshua lo miraba por el espejo retrovisor, expectante.
Se encogió un poco sobre sí mismo, intimidado.
─ Ya sabes que no nos enojaremos, ni nada por el estilo, amor. ─le recordó su padre alfa, haciendo resaltar la dulzura y la comprensión que albergaba en su ser a través de su tono, poco después de regresar la vista a la carretera─ Aún puedo dar la vuelta y dejarte en casa.
─ No, sí q-quiero ir c-con ustedes. ─respondió el menor, titubeante, nervioso, procurando no lucir tan temeroso─ Ya no quiero ser el único de la familia que falte. ─agregó tímido, casi en voz baja.
En realidad, deseaba estar presente para alentar al alfa al cual amaba. Pero eso no iba a decirlo; era su secreto.
─ ¡Ese es mi chico! ─exclamó Alaska con orgullo y emoción, y a continuación estiró uno de sus brazos hacia atrás para que su hermanito le chocara los cinco. Él sonrió y lo hizo.
Hong Sunoo, de profundos ojos negros, suave piel lechosa y alisado cabello oscuro, apenas acababa de cumplir diecisiete años. Diecisiete y aquella no sólo sería la primera misión en la que se involucraría en persona, sino que también sería la primera vez que vería a uno de sus hermanos convertirse en asesino.
Si bien Sunoo aborrecía la situación, aterrándole demasiado el hecho de presenciar algo así, estaba decidido a afrontarlo.
