dieciséis.

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Beomgyu

Kai me tenía rodeado por los hombros mientras caminábamos por el campus del colegio, en cambio Soobin me miraba de reojo desde un costado, completamente serio. Era demasiado difícil tratar de hablar con él porque estaba igual de molesto a Yeonjun, pero no podía hacer absolutamente nada.

—¿Ya llegó? —Pregunto Kai, mirando hacia todos lados. —¿Deberíamos hacer como si no nos acordamos?

—Es una mala idea. —Soobin metió las manos a sus bolsillos. —Hacemos eso y nos deja de hablar por toda la vida.

—Solo recuerda cuando cumplió quince, estuvo apunto de llorar cuando no le deseamos feliz cumpleaños. —Kai carcajeo ante mi comentario y Soobin bufó. —Es mejor decirle como si no fuera la gran cosa.

—Oh, ¿Quieres que se enoje más? —Soobin preguntó casi en ataque.

—No me dejaste terminar. —Lo miré ladeando la cabeza. —Estoy diciendo que es mejor no hacerlo tan especial ahora y darle los regalos en la tarde.

—¿Estás seguro? —Kai me apretó más a él y me miró fijamente. —No quiero que se sienta mal.

—Déjalo, no sabe lo que dice. —Soobin rodó los ojos. —Ni siquiera sabe lo que hace.

Noté una doble intención en sus palabras así que tuve que girar mi cabeza para no mirarlo.

—Entonces hagan lo que quieran, yo le daré mi regalo más tarde. —Murmuré lo último y Kai me soltó lentamente. 

¿Estaba cansado? Sí. Solo habían pasado dos días y tenía a Soobin apunto de enloquecer por mi castigo. Además, Yeonjun estaba realmente enojado porque no deje que me acompañara el lunes, ni ayer.

En serio esperaba con todas mis fuerzas que no se enteraran que todo había sido gracias a mi.

—Ya, ya. —Soobin volvió a decir. —Podemos darle el regalo al final del día, solo no lo hagamos sentir mal.

—Me parece bien, chicos. —Kai sonrió y se adelantó cuando entramos al edificio para subir las escaleras casi corriendo, no sin antes gritar fuertemente. —¡Seré el primero en darle un abrazo a Junnie! 

Lo vi desaparecer apenas volteó por las escaleras y dejé escapar una risa. Soobin a mi lado simplemente siguió caminando sin mirarme.

—Soobin. —Él continuo con su mirada hacia el frente, sin ni siquiera inmutarse. —Oye.

—¿Qué pasa?

—¿Puedes dejar de estar así? —Puse una mano en su hombro. —No voy a soportar que ustedes estén así durante dos semanas.

—¿Por qué simplemente aceptaste el castigo? —Preguntó molesto. —Era culpa de los tres.

—No podía hacer nada, sabes cómo es la profesora conmigo.

Trate de defenderme y Soobin me tomo por sorpresa cuando soltó una risa seca, mientras negaba con la cabeza.

—Eres tan malo para mentir, Beomgyu. —Se detuvo para mirarme y no pude negar que me asustó la forma en que su rostro mostró el enojo. —La profesora nos había puesto el castigo a los tres, ¿Te sentiste mal por eso?

—¿De que hablas? 

—Tu sabes de lo que estoy hablando, te conozco.

—No se de lo que hablas.

—¿Sabes que es lo que me molesta aparte de ese estúpido castigo? —Puso su dedo índice en mi pecho y lo empujó un par de veces. —Que me ocultas las cosas, ¿No confías en mí? ¿Todavía sigues con ese estúpido pensamiento de guardarte las cosas para ti mismo?

LOVING YOU IN SILENCE | CHOI BEOMGYU •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora