siete

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Namjoon no se presentó ayer por la noche para terminar su discurso y debía darlo hoy. No presentarse no era común en él. Cuanto más tarde se hacía, sin una llamada de él, más enojado me ponía. Al final, terminé el discurso por mi cuenta y lo imprimí.

En el fondo, creía que tendría una buena excusa y dejar que él tuviera una mala calificación me había parecido cruel. Metí la mano en mi bolso para sacar su discurso mientras caminaba por el pasillo. Sólo esperaba que cuando lo encontrara y le entregara el documento, tuviera una excusa legítima para la última noche. Admitirme a mí mismo que necesitaba que él tuviera una excusa, realmente buena, no había sido fácil.

Me permití preocuparme demasiado por Kim.

-Oye, cariño, ¿Qué pasa? Te echo de menos.

Hosoek deslizó su brazo alrededor de mi cintura y apoyó la cabeza en mi hombro. Le echaba de menos también.

El año pasado, cuando Yoongi y él habían estado saliendo yo había estado con Jungkook. No me había hecho sentir aislado de mis amigos cuando se habían convertido en un elemento. Conmigo estando soltero y ellos dos siendo una pareja, seríamos un trío y no pude evitar sentirme como la tercera rueda.

-También te extraño. Tenemos que salir juntos una noche -Sugerí, mientras buscaba a Joon, a través de la multitud de estudiantes que se acumulan en el pasillo.

-¡Eso suena maravilloso! Vamos a planearlo para hacerlo una noche de este fin de semana. -Hizo una pausa y frunció el ceño- ¿O tal vez la próxima semana? -El gesto característico era prueba suficiente de que odiaba decirme que estaba ocupado.

Me encogí de hombros y esbocé una sonrisa forzada.

-No te preocupes. Cuando tengas tiempo. -Miré por el pasillo y esta vez logré obtener una visión de Namjoon en su casillero. Su espalda hacia el pasillo lleno de gente. Me volví de nuevo a Hobi- Tengo que darle esto al mariscal, me pondré al día contigo, en el almuerzo.

La multitud parecía diluirse cuando llegué al final de los casilleros. Una vez que me abrí paso entre el último grupo de estudiantes que se interponían entre nosotros, noté a Jisso apoyada en su casillero, sonriéndole.

Pensé en dar la vuelta, porque no quería entregarle esto delante de ella, cuando recordé que iba a Discurso en el primer período. Reduje la velocidad y me detuve detrás de él.

Cuando me acerqué para tocarle el hombro, ella se estiró y pasó sus dedos por el cabello de Namjoon. Era repugnante de ver. Era un buen chico y ella era pura maldad.

-¿Estás seguro que venir ayer por la noche no fue una gran cosa? No me gustaría echar a perder las cosas entre tu novio y tú. -Susurró ella.

-Sabes que él no es mi novio. Jisso. Deja de llamarle así. Comenzarás rumores. -Su voz sonaba molesta.

¿La idea de que alguien pudiera pensar que le gustaba era tan repulsivo para él?

Un nudo enfermizo se formó en mi estómago y empecé a girarme y salir antes de que me notara.

-Pasas mucho tiempo en su casa y siempre está mirándote.

-El es mi tutor y no, no me está mirando. Solo estás siendo paranoica cuando no tienes razón para serlo.

Aseguro mi mano vacía en un puño pensando en todas las veces que me había engañado, haciéndome creer que era un buen tipo. Era tan malo y calculador como Jisso.

¿Era siquiera adoptado o eso había sido una gran mentira elaborada para conseguir que sintiera pena por él?

De hecho, había convencido a mi estúpido yo, de que Kim Namjoon podía ser material para una potencial relación. La próxima vez que vino a mi mesa en el almuerzo y me preguntó si iba a ir a su juego, había intentado decir que sí y ver si eso llevaba donde Min había creído que nos conducía.

The Devil; VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora