the smoothie guy: i still love you! ⁕ hamlem

100

—Esos calmantes que le diste son muy buenos... —Dijo Mina en un murmuro. —Se durmió muy rápido cuando en realidad le cuesta mucho. Supiste que hacer exactamente para relajarlo, gracias.

—También fue gracias al té que le hizo el señor Minhyuk. No es todo gracias a mí, pero agradezco el halago. —Yunseong no pudo evitar reírse por el cumplido y a su vez mantenía su mirada fija en Minhee, quien dormía tan tranquilo como un recién nacido; como si nada hubiese ocurrido hace un par de horas. —Traje un par de cajas más de calmantes, se los dejaré por si esto se vuelve a repetir.

Mina asintió y también observaba a su hijo, alerta por si algún percance se volvía a presentar.

Ambos estaban parados en la entrada del cuarto, mirando como el rubio dormía y preparados por si se despertaba con alguna otra crisis.
Yunseong estaba cruzado de brazos, apoyado en el marco de la puerta con un rostro neutral mientras Mina, quien estaba parada a su lado, mantenía un semblante un tanto ansioso.

Cuando Yunseong llegó, se encontró con Minhee en el climax de una crisis y sus padres ya no sabían que más hacer ayudarlo, así que se tomó el atrevimiento de relajar tanto a el chico como a sus respectivos padres, pues estos lo alteraban más y no eran de mucha ayuda.

Por lo que supo, se dieron cuenta de la crisis de Minhee cuando lo escucharon llorar y tirar varias cosas al piso.
Al entrar en su cuarto, lo encontraron sentado en el piso con varios cortes en sus brazos, mientras temblaba y su respiración era acelerada. Intentaron ayudarlo, pero con el pasar de los minutos, la crisis no cesó, más bien aumento, ocasionando un fuerte sentimiento de preocupación en sus padres; que se intensificó cuando lo vieron jalarse el cabello y golpearse a si mismo.

Afortunadamente Minhee logró encontrar la calma en los brazos de Yunseong acompañado de un té caliente de limón y un calmante, lograron calmarlo.

Solo basto un par de minutos para que el rubio se quedase completamente dormido sin previo aviso.

—¿Todo esto por un libro? Es ridículo. —Expresó Mina y le sirvió algo de tomar a Yunseong en un vaso. —¿Por qué Wonjin y Seongmin no hablaron directamente con Hyeongjun y Taeyoung? Les falta madurez a los dos.

Mina y Yunseong charlaban tranquilamente en la sala, decidieron tener una conversión más privada ahí para no despertar a Minhee.

—Opino lo mismo. —El chico tomó el vaso y sonrió, para después llevar una de las galletas que estaban en la mesa a su boca y darle un mordisco. —No sé en qué va a parar esta situación... Solo quiero que Minhee ya no se sienta culpable, no es su culpa.

—¿Sabes? No sabía que Minhee escribía.

—¿No? Lo hace bien, demasiado.

—Mi hermano mayor; el que vive en Brasil, también es escritor y le gusta la música... Siento que el amor que le tiene Minhee a ese tipo de cosas lo heredó de él. —Mina se sentó a su lado y rió. —Algunas veces ví cosas que Minhee escribía para la escuela y noté que lo hacía bien. Se emocionaba demasiado con ese tipo de tareas, me hablaba sobre lo que quería escribir y yo le decía que estaba bien. Siempre pensé que escogería una carrera relacionada con literatura o música, pero no fue así.

—¿Nunca entendió por qué decidió estudiar psicología?

—Al inicio no, pero después me dí cuenta que quería ayudar a los demás a no sentirse tan rotos como él lo estuvo antes.

—Le gusta ayudar a la gente.

Mina asintió. Su hijo era muy amable, no podía creer toda la basura que habían dicho sobre él en redes sociales.