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-¿A-Así?-Preguntó nervioso.

-Un poco más adentro.-Le indicó Akame para después soltar un quejido.-Con más cuidado, duele.

-Es la primera vez que hago esto -Admitió Haru acomodándose incómodamente.

-Lo sé.-Se rió tranquilizandolo.-Pero estás haciéndolo muy bien, no conozco a ningún hombre que tenga tanto cuidado y sea tan paciente.

-Debe ser más fácil cuando se hace hacia uno mismo.

-Supongo que sí, pero me parece muy lindo que quieras aprender a poner Kanzashi para peinar a Hinata cuando crezca.-Se miró en el espejo acomodando un poco el adorno que su compañero había puesto en su cabello, en realidad sería más sencillo hacerlo con Hinata ya que su cabello era corto y los Kanzashi para niñas eran fáciles de colocar. Pero Haru le había pedido que le enseñará a peinar y arreglar todo tipo de cabello, ya que Hinata no tenía una hermana mayor y su madre últimamente se encontraba un poco enferma.

-¿No te lastime verdad?-Preguntó con un poco de culpa, ella negó sonriendo aunque en realidad sí podía sentir algunos rasguños en la cabeza por las varillas de metal.

-Si Hota aprendiera a hacer estas cosas seguramente duraría más con sus novias.-Se burló haciendo sonrojar levemente al Hyuga.- Es lindo que quieras aprender a hacer estas cosas por Hinata, si crece siendo tan amada no se emocionará con el primer chico que la trate bien y tendrá estándares altos.

Haru se tensó ante la mención del tema pero después de unos segundos se relajó y sonrió.

-Aunque se siente extraño hablar de eso cuando mañana cumple 3 años, tengo que admitir que me haría feliz si ella encuentra a la persona correcta para enamorarse.

-Las mujeres debemos ser fuertes, no siempre se encuentra al indicado a la primera, menos cuando somos adolescentes.-Admitió con vergüenza, si algo le había enseñado tener unos cuantos ex novios era que los jóvenes se ilusionaban rápido. Haru río levemente y le alborotó el cabello con cariño, él y Hota eran los primeros en saber cada pequeña desilusión en la vida amorosa de la pelirroja.

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-Me alegra saber que avanzas tan rápido Itachi.-Lo felicitó mientras ambos descansaban en la hierba, al día siguiente sería el gran evento entre los líderes del país del rayo y Konoha, por lo que posiblemente no tendrían mucho tiempo de volverse a ver, es por eso que Akame aceptó gustosa la invitación del pequeño Uchiha para entrenar y después cenar en su casa.

Decir que estaba impresionada era poco, Itachi se ganaba a pulso su título de prodigio, no había bajado el ritmo durante toda la batalla y después de un rato Akame llegó a la conclusión de que aunque Itachi solo tenía 8 años, podría fácilmente hacerle frente a un Chūnin si se lo proponía.

Aún había algunas pequeñas deficiencias, cosas como que podría aprovechar mejor sus movimientos para atacar sin desperdiciar ningún instante o que por su pequeño tamaño le era difícil esquivar ataques grandes, lo que se traducía en que tenía que usar más energía que un ninja más grande y a pesar de que usaba de manera sabia su chakra, no parecía ser de los que naturalmente tenían mucha estamina.

Aún así eran deficiencias que incluso los chūnin avanzados podrían tener, que alguien que se había graduado en tan solo un año de la academia las tuviera era prometedor porque las arreglaría antes de los 12 años.

Si a eso se le agregaba que Itachi era un ninja con ataques de largo y mediano alcance, hacía parecer más prometedor el panorama.

Akame al entrenar bajo las técnicas samurai obviamente tenía perfeccionado el combate a corto y mediano alcance, siendo el de largo alcance su punto débil, aunque ya estaba trabajando en eso era claro que tenía camino por recorrer.

Kogarashi~ Itachi UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora