Limpiando tus lágrimas

Capítulo 35: Cabeza en las nubes

Me di cuenta de que no había escrito mucho sobre Ning Yingying y pensé que era injusto. Así que como vuelvo, quería dedicarle un capítulo. Será casi como recapitular muchos de los eventos anteriores pero desde sus ojos.

Además, nuevo capítulo todos los jueves/viernes en el peor de los sábados.

Texto del capítulo
Un pequeño shijie con una personalidad caprichosa y grandes ojos redondos estaba apoyado contra la barandilla de uno de los edificios del templo de Qing Jing's Peak. El balcón estaba en lo alto mientras ella contemplaba el mar de cañas de bambú, dominando las laderas inclinadas y las laderas de la montaña. Era un día cálido y agradable mientras el viento soplaba suavemente a través de sus colas de caballo con cintas. Ella tarareó, contenta, porque aunque este discípulo era conocido por ser tonto y frívolo, realmente tenía muchas cosas en mente durante el último año.

Ning Yingying fue una vez un niño dorado de Qing Jing Peak. Tenía muchos amigos y su Shizun la salpicaba. Cuando llegó aquí por primera vez, su alegre sonrisa derretía los corazones y recibió muchas palmaditas en la cabeza. Sus compañeros shijies y shidis se divirtieron, Ming Fan era tímida con ella, los ojos de Shizun se suavizaban hacia ella todos los días y Shen Shixiong la trataba como a una hermana menor.

Las cosas fueron agradables esos primeros dos años cuando se convirtió en discípula de Shen Qingqiu. Era un poco distante como un señor de la cima, pero era dulce con ella. Para ella, él se sentía como otra figura paterna, aunque tenía una familia completa en casa. Y Shen Yuan fue tan amable con el shijie, siempre listo con un dato divertido sobre el mundo y sus monstruos, y siendo súper educado y amable todo el tiempo.

Todo estaba tan tranquilo, cada día era agradable. Entonces Shen Shixiong dijo que quería ir a ver el mundo por sí mismo. Sí, supuso que ahí fue cuando empezó. Shizun no parecía demasiado en contra al principio, y también le gustaba animar a su hijo a aprender cosas fuera del pico. Pero una vez que se fue, muy lentamente, Shizun se puso más nervioso. Se volvió más frío y constantemente construyó altos muros.

Todavía le sonreía a Ning Yingying muy a menudo, pero parecían disminuir más a medida que pasaban los días. Sus hombros se tensaban y su mirada se endurecía. A veces, Ning Yingying se sentía incómodo con su personalidad cada vez más fría. Al principio no sabía por qué él se estaba volviendo tan cerrado, pero supuso que tal vez con la ausencia de Shen Shixiong, Shizun se estaba volviendo más solitario.

La niña trató de sonreírle. Para mostrar que las cosas estaban bien, y él correspondía la mayor parte del tiempo, pero podía ver que su corazón no estaba en eso. Su mirada se alejaría, a través de una ventana abierta hacia un horizonte que se extendía. Parecía estar esperando que Shen Yuan volviera a casa. Pero nunca exigió que su hijo regresara.

Ning Yingying creía que no quería parecer demasiado egoísta. Pero ella pudo ver que él estaba increíblemente triste y desamparado. Desafortunadamente, ella no sabía cómo apaciguar su corazón aislado.

Al principio, hubo un incidente que fue bastante incómodo y lamentable, pero aún resonaba en su mente. Ning Yingying fue a la Casa de Bambú temprano en la mañana un día para entregarle algunos informes que los discípulos mayores le pidieron que entregara. Aunque cuando la chica llegó a la puerta y antes de que pudiera tocar, escuchó su voz apagada.

"¿A-Yuan?"

Ella se congeló. Su corazón dio un vuelco ante la voz más suave y gentil. Se hizo el silencio y luego volvió a llamar. Podía escuchar sus pasos buscando, “¿A-Yuan? Er-zi? …¿Dónde estás? ¿A-Yuan...?

Sus ojos se calentaron como si las lágrimas amenazaran repentinamente con derramarse y abrió la puerta de golpe. Lo que vio fue a un Shen Qingqiu sorprendido que todavía estaba en ropa interior, sorprendido de que ella simplemente irrumpiera.