Limpiando tus lágrimas

Capítulo 58

Mu Qingfang se había ido y A-Yuan se dirigió a las habitaciones de Binghe. Cuando se encontró con el niño, lo vio odiosamente envuelto en vendajes. como una momia Shen Yuan vio eso y su ánimo se levantó, aunque solo un poco. Binghe murmuró debajo, "¡S-Shixiong, tu ojo!"

"Mm", asintió, sin importarle.

"¿No lo curó el Maestro Qingfang?" preguntó el chico, confundido.

"Yo... le dije que lo dejara", declaró Shen Yuan. "Déjalo por ahora".

"¿P-Por qué?"

“Porque…” Bueno, la verdad era que A-Yuan quería vengarse de su padre. No sabía si era insignificante y ni siquiera sabía si esto era propio de su carácter, pero, francamente, no le importaba. Este feo sentimiento lo estaba carcomiendo, por lo que decidió que no le importaría estar amargado. Si su padre todavía lo amaba y lo veía, entonces podría retroceder al ver el ojo morado. E incluso si su ba nunca lo volvió a buscar después de esto, los discípulos al otro lado de los picos lo verán y cotillearán, y sus palabras eventualmente lo alcanzarán. Él puede tener un poco de venganza por todo lo que Shen Qingqiu le hizo pasar después de todo. Sólo una pizca.

Es decir... a menos que dejara el pico.

Pero él no haría eso, ¿verdad? Él no se iría... ¿verdad?

¿De verdad dejaría a A-Yuan después de lo que había hecho? ¿Simplemente abandonarlo y no enfrentar la música?

... ¿Ya se ha ido?

Shen Yuan no lo sabía y sabía que no debería importarle, pero lo hizo. Era un tonto por preocuparse.

Su mirada se dirigió a Binghe y suspiró. Este discípulo principal supuso que tenía que responder.

"Porque... no quiero olvidar... supongo", respondió Shen Yuan. Era otra respuesta que contenía cierta sinceridad, pero estaba llegando a un acuerdo de que la verdad era mucho más siniestra internamente. Sí, él también quería que le recordaran lo que hizo su padre, pero también quería vengarse de él. Incluso si sonaba infantil. “No quiero despertarme una mañana en un futuro cercano y olvidar brevemente lo que hizo. Así que lo mantendré… por ahora”.

Binghe estaba horrorizado, pero de alguna manera lo entendió. Nunca imaginó lo que sería mantener algo como una cicatriz, mantenerlo cerca y nunca soltar su memoria. Pero A-Yuan se estaba aferrando a eso, incluso si le dolía.

El niño nunca esperó esto de Shen Yuan y Binghe deseó... deseó que confiara en Shixiong antes. En lugar de actuar como un imbécil obediente. Ocultando todas las cicatrices y la evidencia, ahora se dio cuenta de que Shen Yuan no era así. No se uniría al aluvión de intimidación, había demostrado que era más grande y mejor que eso. Se quedaría al lado de Binghe.

El chico miró con anhelo su shixiong con un solo pensamiento que resonaba en su cabeza.

Me encanta. Me encanta. Me encanta. Lo amo tanto. Más que nada ni nadie. Daría cualquier cosa por sostener su mano.

"¿S-Shixiong...?"

“¿Sí, Binghe?” respondió.

Binghe miró fijamente y murmuró: "¿Puedes quedarte conmigo un rato?".

Shen Yuan mostró una sonrisa triste y luego asintió, "Por supuesto, Binghe".

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La noche anterior, Shen Qingqiu y Yue Qingyuan se durmieron juntos en la misma cama. No hicieron nada más, Shen Qingqiu solo lloró y Yue Qingyuan escuchó. El Maestro de la Secta Qing Jing parecía incapaz de contener más sus problemas y la presa que fortificó para sellar todas esas emociones simplemente estalló.