Limpiando tus lágrimas

Capítulo 2: Baba

Shen Yuan regresó a la Casa de Bambú con Shen Qingqiu. Cuando estuvieron allí, se sentaron y Ming Fan les sirvió té. Cuando terminó de servir, se fue con una rápida reverencia. Los dos se quedaron solos para beber juntos y cuando se dieron cuenta de eso, Shen Qingqiu señaló: "Has crecido".

"Lo he hecho", asintió Shen Yuan.

"¿Cómo fueron tus viajes?" preguntó.

“Muy bien”, respondió Shen Yuan. “Informativo, educativo y aventurero. Pude ver tantas cosas nuevas ".

"Hizo ..." Las palabras de Shen Qingqiu viajaron un poco, pero se aclaró la garganta cuando finalmente preguntó: "¿Alguna vez te lastimaron?"

Los ojos de Shen Yuan se desviaron cuando respondió: "Algunos rasguños aquí y allá, pero nada que no pudiera manejar".

"Ya veo", Shen Qingqiu se puso rígido, casi temblando, y luego finalmente murmuró a través de su taza que puede que no haya sido escuchado por el oído inexperto, "Te extrañé".

Shen Yuan se rió entre dientes, "También te extrañé, Baba".

Shen Qingqiu brilló con esas palabras. Se estremeció, dejó la taza y rápidamente pasó junto a la mesa para abrazar a su hijo. No pudo contener más su afecto paternal mientras lo apretó en un largo y agradable abrazo. Shen Yuan sonrió, devolviéndole el abrazo, palmeando su espalda, “Ahí, ahí. Estoy de vuelta ahora."

“Er zi debe quedarse por mucho tiempo ahora para compensar todo el tiempo perdido”, refunfuñó Shen Qingqiu.

"Lo prometo, lo prometo", tarareó Shen Yuan. "Este hijo será bueno y ayudará en la montaña".

"Bien", hizo un puchero. "Yo estaba…"

"¿Solitario?" Shen Yuan cuestionó.

"No", respondió con dureza.

"Mhm", se rió.

Shen Qingqiu se echó hacia atrás, frotándose los ojos por las lágrimas de alegría que ciertamente no estaban allí y tratando de escapar. Resopló: "Ayudarás con las enseñanzas de los discípulos".

"Sí, lo haré", asintió Shen Yuan.

"Y a veces los llevarás en viajes por la montaña".

"Mm, lo haré".

"Está bien", murmuró Shen Qingqiu. “Este maestro quiere pasar tiempo en las cuevas de Lingxi para cultivar. En el futuro, quiero que te ocupes de Qing Jing Peak mientras yo no esté ".

"¿Te irás cuando yo regrese?" Shen Yuan hizo un puchero.

Pero Shen Qingqiu rápidamente lo difundió presa del pánico, “¡No, no! Lo haré mucho más tarde ".

Shen Yuan se rió, "Está bien, Ba".

Shen Qingqiu volvió a su asiento para beber más té, y fue entonces cuando Shen Yuan dijo: "Tu pequeño discípulo es encantador".

Shen Qingqiu se detuvo, frunció el ceño mientras resoplaba. Sabía a cuál se refería Shen Yuan, pero no estaba contento con eso. Decidió hacerse el tonto, "¿Cuál?"

"Ese Luo Binghe", respondió Shen Yuan. "Es un pequeño cariño".

"¡Hmph!" Shen Qingqiu respiró por la nariz. “No te dejes engañar tanto. Ese necesita conocer su lugar. Tiene mucho que aprender antes de siquiera pensar en convertirse en cultivador ".

"Parece un aprendiz rápido", instó Shen Yuan. "Le dejé tocar mi guqin antes y fue bastante natural".

El maestro casi se atragantó con su té, pero se compuso a sí mismo, "¿El guqin ... te di por tu cumpleaños?"