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Estaba sucediendo, finalmente estaba sucediendo.

Su respiración comenzó a agitarse, sentía su cuerpo temblar y en cualquier momento su estúpido corazón se detendría.

Debía centrarse, no podría desconcentrarse, no de nuevo.

Sería arriesgado acercarse en ese mismo instante, posiblemente la chica habría llegado al lugar pocos minutos atrás, al parecer tres personas acompañaban a la rubia que había cautivado su ser desde el primer momento, ¿serían sus amigos? ¿acaso alguno de ellos era su pareja?

Esa última pregunta provocó que cerrara fuertemente sus manos en un puño y enterrara sus uñas en la palma de su mano, sus dedos volviéndose blancos debido a la fuerza que aplicaba.

Tendría que buscar la forma de llamar su atención, recordaba como había fallado aquella vez y gracias a eso tuvo que observar como la chica se marchaba del lugar sin siquiera intercambiar miradas ni una sola vez.

De todas formas eso no evitó que se mantuviera a una corta distancia, observado cada pequeña mueca en su rostro, y su dulce voz cuando intercambiaba cortas conversaciones con algunas personas del lugar.

Esta vez sería diferente, se encargaría especialmente de que sus grandes y expresivos ojos se centraran pura y exclusivamente en ella.

Tomó la copa frente a ella y bebió el contenido de un sorbo, no quería perder tiempo, apresurándose para llevar su cuerpo a la pista de baile, colocándose no muy cerca pero lo suficiente para formar parte de su campo visual.

Era plenamente consciente de que si lo buscaba no pasaría desapercibida ante la mirada de la contraria, tenía un as bajo la manga y no dudaría en usarlo.

Su figura siempre fue un blanco fácil para llenarla de halagos, y en momentos como este debía explotar aquel dote. A pesar de ser relativamente pequeña sus curvas estaban perfectamente proporcionadas, jamás descuidaba su figura y eso era evidente a simple vista.

Comenzó a mover su cuerpo de la forma mas sensual y provocativa que le era posible, confirmando que iba por buen camino cuando varios pares de ojos se posaron sobre ella, pero ninguno de ellos eran los preciosos ojos que ella buscaba.

Observó de reojo como la chica contorneaba su cuerpo de forma libre y despreocupada, sujetando una botella de licor en su mano, ajena totalmente a sus intentos de llamar su atención.

Gastando la poca paciencia que aún quedaba en su ser tomó la decisión de ir directo al grano, se alejó del grupo de hormonales que le dedicaban comentarios muy subidos de tono y fue directo a donde se encontraba la mas alta. Impactando "suavemente" contra uno de sus hombros y continuado su camino como si nada pasara, escuchando una pequeña queja de su parte y finalmente girando su rostro para observarla, por primera vez sus miradas chocaron y una voz dentro de su cabeza le susurró la palabra "victoria", ya que al avanzar un par de pasos más, alejándose de la escena, pudo sentir la mirada de la chica clavada en su espalda.

Ahora con el primer objetivo logrado se dedicó a retomar su escena, en esta ocasión llenándose de satisfacción cuando por algunos instantes abría sus ojos y se topaba con ella observándola fijamente, a una distancia mucho menor de lo que recordaba.

Fue cuestión de unos pocos minutos los que tardó en sentir una nueva presencia justo detrás de su cuerpo, sabía perfectamente de quien se trataba, por lo que no se inmuto en siquiera girarse hacia ella, simplemente pegó su cuerpo al suyo y rápidamente sintió una delicada mano tomar su cintura, tirando de ella y desapareciendo la poca distancia que aún quedaba.

El segundo bingo de la noche era para Jennie, si todo continuaba de la misma forma sería una victoria clara para la castaña.

Psychopath-JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora