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-¿Puedes dejar de gritar al menos un maldito segundo? te he repetido muchas veces que no te haré daño.

Desde que Lisa descubrió las verdaderas intenciones de Jennie no había parado de gritar palabras de auxilio a todo pulmón, en un principio la castaña parecía no inmutarse, pero luego de uno minutos comenzó a molestarle excesivamente.

-¿¡Que es lo que quieres!? ¡no puedes retenerme aquí!

-En realidad.. puedo, y eso es lo que haré.

-¿Por qué?- su mirada volviéndose firme, intentando de alguna forma demostrarle a la castaña que no se quedaría de brazos cruzados, bueno, quizás ese ejemplo no era el mejor en su actual posición.

-Porque he estado enamorada de ti desde el momento en que te vi, no imaginas lo difícil que ha sido volver a encontrarte.

-¿Volver a encontrarme? ¿nos conocemos?- aquella información resonó en la cabeza de Lisa, ella no recordaba haber visto a la chica antes de esta noche.

-No realmente, pero esta es una oportunidad para hacerlo, ¿no lo crees?

Sin dudas algo no estaba bien con ella, desde la forma tan tranquila con la cual se expresaba hasta su falta de noción al negar que lo que estaba haciendo no era incorrecto.

-Mis amigos saben que estoy aquí, será cuestión de horas para que vengan por mí- ojalá eso fuese verdad, Lisa quería reprenderse por ser una idiota y no mencionarle a sus amigos hacia donde se dirigía, recordaba sus palabras "me iré con una chica, no molesten" idiota idiota idiota.

-¿Por qué te comportas de esa forma? ¿no has disfrutado lo que sucedió esta noche? puedo mejorar si ese es el problema.

Sin contestar a su claro delirio la rubia comenzó a gritar nuevamente, ser racional no sería una opción para escapar, debía pensar como podría tratar con una persona como ella.

-Te quedaras aquí hasta que aprendas a mantener la boca cerrada- por primera vez escuchaba un tono frio y autoritario salir de su boca, no podría confiar en la buena voluntad de Jennie, a fin de cuentas no conocía en absoluto como funcionaba su cabeza.

Observó como la chica comenzaba a desaparecer de su vista, iniciando su ascenso por las escaleras.

-¡Espera!- rápidamente Jennie dirigió su mirada hacia ella, expectante a lo que sea que fuese a decirle-¿podrías al menos.. cubrirme?- a decir verdad comenzaba a tiritar por el frío debido su desnudez, rogaba para que se apiadara de ella y no la dejase morir de hipotermia.

Jennie pareció pensarlo por unos segundos, observó su propio cuerpo el cual ya se encontraba nuevamente cubierto y finalmente asintió.

Se acercó hacia uno de los cajones de lo que parecía un gran armario y sus manos comenzaron a revisar cautelosamente cada prenda, hasta que estuvo conforme con su elección.

A paso lento llegó hasta Lisa, analizando la tela que cargaba en sus manos, ¿como podía haber dejado pasar ese detalle? sería imposible colocarle una simple blusa si sus brazos se encontraban en esa posición.

Sin querer mostrar demasiada preocupación tomó el pantalón de pijama y comenzó a vestir a la rubia, esperando que esta no enloqueciera y pateara su rostro en uno de sus arrebatos. Para su suerte la mas alta se comportó.

Al momento de proceder con la segunda prenda aquellos grandes ojos se fijaron en ella.

-Sabes que no podrás colocarla a menos que me liberes, ¿cierto?- un debate mental comenzaba a reflejarse en las expresiones de Jennie, al menos así lo percibía Lisa.

-No puedo hacer eso..

-¿Piensas dejarme desnuda aquí el resto del día? ¿que tal si me enfermo? mis defensas son un asco, podría morir.- debía al menos intentarlo, buscar tocar su estúpido corazón.

-Está bien, pero tienes que prometerme que te quedaras quieta, si llegas a intentar algo juro que permanecerás aquí el resto de tu vida- la seguridad en sus palabras realmente lograron asustarla, pero sin dudarlo asintió.

Con sumo cuidado Jennie tomó la pequeña llave de su bolsillo trasero y con manos temblorosas quitó el molesto metal de la mano derecha de la chica, dejando esta libre.

Lisa podría haber golpeado a la mas baja, o hacerle alguna de esas llaves que observaba a diario en aquellos deportes violentos, pero no estaba segura de como eso resultaría, existía una gran posibilidad de fracasar y empeorar su situación.

Debía ganarse su confianza, y cuando sea el momento adecuado, atacar.

Psychopath-JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora