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Aún con sus manos sujetas delante de su cuerpo Lisa se sentía en gran ventaja con respecto a Jennie, la chica se encontraba dirigiéndola hacia una  puerta ubicada en un extremo de la habitación, esperaba que una parte de su historia fuese cierta y que al menos esta fuese su verdadera habitación, ya que sería sumamente descabellado que hubiese planeado todo esto con anticipación.

Cuando ambas ingresaron al pequeño baño la castaña se mantuvo parada debajo del marco de la puerta.

-¿Piensas quedarte allí? ¿no puedo tener algo de privacidad?- la mas baja negó, haciendo un gesto con su cabeza indicándole que debía continuar con lo suyo- bien, pero que sepas que esto es totalmente denigrante.

Como pudo bajó aquel pantalón que Jennie le había proporcionado y se sentó en el inodoro, la verdad era que no tenía intención de hacer absolutamente nada, solo era una excusa para continuar analizando el lugar y guardar en su mente las posibles opciones con las que podría contar al momento de huir, pero hasta el momento nada parecía útil

Luego de unos segundos observó a la mas baja, colocando su mejor expresión de pena para intentar manipularla, logrando que ella finalmente girara cuerpo y se colocase de espaldas, cuando lo hizo empezó a realizar el acting adecuado para que la castaña creyese que todo marchaba bien.

Tan solo fue un momento, para cuando volvió a girarse, Lisa se encontraba frente al lavado, remojando sus manos y observándola a través del espejo. Volvió a encaminar sus pasos hacia ella, con el objetivo de redirigir a Lisa nuevamente hacia la cama, donde debía permanecer por tiempo indefinido.

Cuando estaba a pocos pasos de la chica, ésta elevó sus brazos y en menos de dos segundos tenía a la castaña aprisionada contra su cuerpo, el hecho de que sus manos se mantuviesen sujetas en la espalda de Jennie era un impedimento para que la mas baja lograra escabullirse fácilmente.

Antes de que lograra protestar, los labios de Lisa volvían a tomar desesperadamente los suyos, provocando que todas sus quejas quedaran guardadas en su interior, sin poder expresarlas.

Lisa comenzó a guiar sus cuerpos a pasos lentos en dirección a la gran cama en el centro del lugar, sin apartar sus labios de los de Jennie en ningún momento, besándola como si realmente lo deseara, Jennie le estaba creyendo muy bien su papel.

Al sentir que la mas baja chocaba sus piernas contra el inicio de la cama, elevó sus brazos por segunda vez, dejando así a la castaña nuevamente libre, quien la observaba atentamente, analizando la nueva actitud de la rubia.

Colocó sus manos en su pecho y empujó con fuerza el pequeño cuerpo de Jennie, logrando que este quedase completamente recostado, prosiguiendo a colocarse sobre ella.

Ubicó sus manos aprisionadas sobre la cabeza de la mas baja, evitando así que estas sean un impedimento entre ambas y atacó con rudeza su cuello, encargándose de que sus labios hicieran un excelente trabajo en él, siendo plenamente consciente del poder que tenía sobre ella, tenía que tomar aquello a su favor y aprovecharlo.

-Quiero tocarte, dejame hacerlo correctamente, prometo que me quedaré aquí, contigo, tan solo quiero hacerte el amor, ¿confías en mi?- aquellas palabras ilusionaron a la castaña, ¿debía confiar en ella?, claro que si, era la mujer de sus sueños, saber que sus sentimientos eran correspondidos la hacía sentirse la mujer más afortunada, a fin de cuentas era Lisa, su Lisa.

Su enamoramiento ciego combinado con la lujuria de aquel momento fueron los culpables de ocasionar que Jennie replanteara sus ideas, quizás cometiendo el peor error.

Con una de sus manos rebuscó en el bolsillo de sus pantalones, obteniendo las llaves que finalmente liberarían a Lisa, por un segundo dudó, pero el observar aquel rostro mirarla de una forma tan dulce eliminó sus pensamientos negativos.

Psychopath-JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora