Los topos también gritan

143 54 346
                                    




–Seguramente conocían lo que estaba sucediendo, se enteraron de alguna forma – Linar estaba alterado.

–Y ¿Eso importa ahora Li? No creo que podamos hacer nada, en cualquier momento pueden entrar y asesinarnos a todos aquí y decir que nos volvimos locos y nos matamos entre nosotros el primer día al llegar aquí, nadie dudaría de unos asesinos como nosotros. – Mis propias palabras cobraron sentido para mí y tomaron su propio peso.

–Es verdad no podemos preocuparnos de eso en este momento, necesitamos hablar con los demás. –Krist parecía inseguro.

Era consciente que tan solo en tres días me había convertido en un asesino, si llegaba sobrevivir más tiempo ¿En qué me convertiría? Cuando alguien llega a convertirse en un eros ¿Quién termina siendo? ¿Conservaba aun algo de su humanidad? Hace unos momentos no nos preocupaba que otros topos, igual a nosotros murieran envenenados, estábamos celebrando que sería sencillo asesinarlos, no estaba seguro sí siempre había pensado de esa forma o comenzaba a transformarme en algo que no reconocería en poco tiempo.

–Salgamos y hagamos un poco de ruido – Krist se disponía a abrir la puerta.

–¡Espera iremos sin un plan! – Linar se levantó de la cama a prisa para detener la puerta.

–El plan lo crearemos en la marcha– Krist lo hizo a un lado y abrió la puerta saliendo.

Me asegure de llevar la Santoku conmigo y comencé a caminar decidido, sí los organizadores de la purga nos observaban de alguna forma, sí era coincidencia, cualquier situación que fuera querían a eros asesinos, entonces; Seriamos asesinos si eso significaba sobrevivir.

–¡Topos necesitamos hablar!

–Salgan desgraciados – El entusiasmo de Li era exagerado.

Me quede detrás de ellos, para estar al pendiente de todo lo que sucedía alrededor de nosotros, todos comenzaron a salir de sus habitaciones; Nazari parecía inseguro mientras que Belesemu se mostraba ansioso, Zusure parecía haber despertado, su cuerpo lleno de sangre y su estómago rechoncho dejaba a la imaginación lo que había sucedido con el cuerpo de Rugar. Detrás de mi apareció Zerov; sereno y seguro de sí mismo.

–Si descuidas tu espalda no sobrevivirás por mucho tiempo – Sonrió pasándome por un costado.

–¿Estas tan jodido que decidiste reanudar la casería del juramento? – Bellesemu sonaba irritado.

–No es eso, es solo que si algún bastardo de ustedes se le ocurre morir cuando solo quedemos cinco de nosotros, nos jodera a todos.

–¿Entonces deseas que entre todos decidamos quien vive o muere? Me gusta, puedo decidir yo primero – Zusure levanto su dedo señalando a todos al azar, deteniéndolo justo frente a mí.

–Se me antoja ese topo. – Sujetó el mazo que ahora llevaba atado a la cintura.

–No me interpondré si eso deseas, solamente quiero que escuchen antes. – Krist me estaba vendiendo a la primera, eso provocó que mi enojo se encendiera y me acercara al centro de la plaza.

–Deja de comportarte como animal hambriento Zusure, seguramente Rugar no te ha dejado espacio para algo más. – Estaba enojado.

–No lo creas topo, me gusta degustar diversas... Carnes, además está comenzando a ponerse rígido, no me gusta masticar tanto, prefiero la carne blanda.

–¡Cállense todos! Rugar fue asesinado con veneno de topos alguien enveneno el almacén y ahora no sabemos que de lo que comamos pueda matarnos. – Li alzó su voz para que todos lo escucharan.

El silencio en el lugar dejo salir la cara de todos; algunos se mostraban asustados, otros molestos mientas que Krist y Linar parecían estar preparados para matar si era necesario.

La purga de ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora