Percutor

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—Intentemos no correr, posiblemente el lugar se activa por sensores, si vamos rápido podrían cerrarse con mayor rapidez, simplemente no disminuyas la marcha —Avalon se mostraba precavida.

—¿Qué es sensores? —no entendía a que se refería.

—Tienes que comprender que no hay purgas iguales, estas se modifican y son creadas cada una de forma autentica, esta purga Artemides la diseño, así que no esperes que las cosas sucedan al azar, a excepción de los "Silencio" sigo sin entender ¿Por qué los metieron a la selección? Nadie permitiría usarlos para una purga.

—Estas diciendo qué Artemides planeó todo esto.

—Tuvo cinco años para hacerlo.

—¿Por qué Artemides la diseño y no otra persona? —no respondió.

Caminábamos a un ritmo pausado, lo que nos ayudaba a conversar un poco, sin embargo, en las secciones donde el techo y el suelo se cerraban procurábamos guardar silencio para salir rodando si era necesario.

—¿Qué es una Amazonas? —indagué curioso.

—Es una guerrera, entrenada para matar y defender.

—¿A quién debes matar y defender? —la cultura que tenía estaba chocando con las palabras de Avalon.

—Guarda silencio, no te distraigas, podemos encontrarnos con alguna sorpresa más adelante.

—Nos sacaré de aquí para que puedas contármelo todo —estaba decidido.

—Dije que tomaría en cuenta que podría contarte.

—Antes salgamos para —algo frente a nosotros me hizo callar.

—Eso está prohibido —Avalon se mostraba asustada —Esto nunca pudo haber sido autorizado.

Frente a nosotros se encontraba un humanoide de tonalidad grisácea, este era tres veces mi estatura, no tenía la complexión de un "silencio" pero parecía ser de la misma especie que estos. Jorobado caminaba dándonos la espalda, sus extremidades estaban simétricas a excepción de su brazo izquierdo, era enorme, parecía un garrote formado por protuberancias, terminaba en un grande muñón que arrastraba por el suelo. Comenzó a chasquear los dientes, su bruxismo particular comenzó a inundar el laberinto.

—¿Qué es eso, Avalon tú? —Me callé al instante recordando que el ruido advertía nuestra ubicación.

—No te preocupes, estos son sordos a diferencia de los "Silencio" —eso no parecía reconfortarla. —Se llaman Percutores, son modificaciones genéticas de nosotros, sus ancestros fueron humanos, ahora son mutaciones.

El Percutor se detuvo y comenzó a buscar algo a sus costados.

—Ellos. Los "Silencios" todas las especies igual a ellos son atraídos por las hormonas femeninas, Reinar me ha olido, sabe que estoy aquí y no se detendrá hasta engullirme.

—No estoy entendiéndote nada, Avalon, este, Percutor ¿Busca a las Nereidas? —Estaba consternado.

Mi cuerpo estaba comenzando a tensarse preparado para pelear, sin embargo, su brazo parecía ser suficiente para intimidarme a pesar de moverse más lento que un "Silencio".

—No tengo tiempo de explicarte, solamente tienes que entender que buscara matarme y si yo muero, tú—Un golpe fuerte cubrió sus palabras.

El Percutor emitió un alarido, este se extendió por todo el laberinto.

—Está llamando a los otros de su especie, les está avisando que encontró una presa; una Nereida. —Avalon sujetaba la espada dentada con fuerza y la levantaba a la altura de su cintura, lista para comenzar la batalla. —Evita su brazo, ellos pueden ver, son sordos, pero cuídate sobre todo de su fuerza, son extremadamente.

La purga de ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora