3

21.5K 1.2K 177
                                    

SUSANA DENISOV

Subimos a la parte de atrás de su auto, siendo escoltados por tres más adelante y atrás de nosotros, no mentía diciendo que me sentia una reína a las que llevaban a su castillo, su voz se hace presente desviandome de mis pensamientos de fantasía

—Tienes esposo? —pregunta mirándome a los ojos con esa intensidad que tuve desde la primera vez que lo vi

—No —desvío la mirada a la ventana

—el Papá de tu hija no vive contigo? —menciona un tanto curioso, lo vuelvo a ver bajando la mirada a su cuello donde admiraba el tatuaje de una serpiente— ¿lo tiene?

Su voz vuelve a demandar

—Si, es un idiota —respondo

—te abandonó?

—me dejó después de que supo que estaba embarazada de karen, después de un año supo que si era de el y ahora quiere reclamarla —digo rencorosa, el se mantiene escuchándome en silencio—quiere llevarme a un juzgado para quitármela

—No lo hará —asegura serio

—¿Cómo?

—No dejaré que interfiera en mis planes

—cuales planes?

—ya llegamos —cambia el tema desviando la mirada a la puerta que es abierta por el chófer— mi hermano vendrá por ti

—puedo irme a mi casa sola —prefería eso a que estar con el idiota que me metió en esto

—No juege con fuego Señorita —indica haciendo una mueca— ahora ve y deja de ser terca

Blanqueo los ojos

El chófer me estiende su mano para bajar, ya estando afuera solo veo como el auto se pierde de mi vista, empezaba a odiarlo. La rutina de estos días a sido buena los clientes aumentaban cada día más que antes, algo inesperado pero grandioso

Los pedidos aumentaban por dia algunas veces de noche, kliment tenia la parte de atender a los clientes y cobrar, mi turno de hoy era preparar los cafés y donas aparte de esos dulces, sería una tarde muy cansada como todos los días. Le extiendo una bandeja de Donas chocolates a klim

—segura que son todas —pregunta tomando la bandeja

—Si, llevó cuatro de estas así que si son todas

—prepara cinco cafés más que esto no termina, muchas personas están llegando

Asomo mi cabeza por el mostrador, personas paradas de un lado a otro, los puestos ocupado niños y ancianos disfrutando alegremente

—no crees que esto sea obra de algo? sabes que no es de llenarse así

Se queda pensando

—tal vez, pero no importa termina con lo tuyo

Sonrió negando

Preparé más de cien cafés en tan solo dos horas, mis manos ya no daban para más, no se que realmente este pasando como para que demasiadas personas sigan llegado por arte de magia, no había puesto un letrero  afuera y menos había anunciado esto en redes

Regreso con dos bandejas más de donas al mostrador encargándome de que todos resivan la atención que se merecen, en eso las puertas se abren donde dos hombres altos entran y de tras de ellos otro cual se hacia paso adelante

Alec Inavoc 

Llevaba un cigarro en su mano, vestido todo de negro con ese aire de maldad en sus adentro dándole un toque perfecto y sus lentes negros tapaban sus ojos

Vory v Zakone. |COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora