Vory v Zakone. |COMPLETO

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SUSANA DENISOV

3 meses después

Se volvió una rutina verme muchas veces en el espejo, mi reflejo se dejaba ver y con ello mi embarazo. Ya se notaba ese pequeño bulto en mi cuerpo, pasé ambas manos con suavidad haciendo que sonría de la emoción

Acomode mi sudadera para bajar, hoy era un día muy importante llegarían los demás, en especial Damon quien por tres meses no supe de su paradero, íbamos a saber el genero del bebé con mi famila y los chernov

La puerta se abre y la pelinegra ingresa con una sonrisa grande

—Esto de ser tía me tiene loca puedes mover el maldito culo? te estamos esperando —se queja tomando mi mano— es hora Susana

—No lo sabrá

Su mirada radica enojo para después reemplazarla por una sonrisa engancha

Lo ignora

—Vamos bajemos —me conduce hacia el pasillo de la sala— Damien esta aquí y trae una pequeña sorpesa —me dice— karen esta con el

Sorpresa? no le tomo importancia y dejo que me lleve con ella

Antes de entrar veo a cada uno de ellos hablando tranquilamente como una familia que siempre soñé, sin problemas, sin muertes y sin nadie que nos siga, pero claro eso era difícil en estos momentos

En una de los sillones esta karen con Damien quien carga un bebe en sus brazos enseñándole algo que no entiendo

Me acerco a ellos tomando una postura recta, llevar un hijo en un vientre es para valientes

—Mami —karen corre hacia a mi— tío Damien tiene un bebe

Acaricio su cabello y dejo un beso en el

—me llevas a conocerlo preciosa? —entrelaza nuestras manos y me lleva

Damien se percata de mi presencia y hace el gesto de pararse con el bebe en sus brazos

—Estas... —me da una mirada de arriba a bajo— preciosa con la barriga

Niego sonriente

—me han dicho que has traído una sorpresa —miro al bebe

—Las circunstancias no me permitieron decírtelo la primera vez que te conocí, te presento a Jarek Inavoc,  mi hijo de un año

—es mi sobrino —me emociono— es precioso igual a ti

Tiene sus ojos verdes, su nariz y toda su cara, menos su cabello el pequeño es rubio aparte Damien es pelinegro igual a nuestro padre, mientras Alec de ojos verdes  y yo de ojos celestes siendos castaños como Daniela

—Si, un poco más a su madre —le sonríe— me gustaría que la hubieras conocido le encantarías, mas no se podrá

—Cualquier día, no hay preocupación

—No, ella falleció en un accidente

Mi rostro se contrae por lo dicho

—Lo siento —aprieto su hombro— puedo cargarlo

—por supuesto —me lo extiende y lo tomo en mi brazos

El pequeño me observa con determinación por todo mi rostro como si buscará algo en ella, su manita sube hasta mi mejilla y una linda sonrisa se dibuja lento en su labios

Le agradaba

—creo que le has gustado —lo miro sin entender— no deja que cualquiera persona que no sea Daniela lo cargue y tu has sido la única con la que no ha llorado