(21) Nuevo capítulo

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Jimin se despertó desorientado

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Jimin se despertó desorientado. La luz entraba clara y fuerte por la ventana. Asumió que estaría saltándose las clases de nuevo. Una oleada de culpabilidad y arrepentimiento se abalanzó sobre él. Había acordado consigo mismo pasar página y no dejar que el duelo repercutiese más sobre su vida académica y sus obligaciones.

Entonces lo recordó.

Recordó que no habría más duelo. Que si se había levantado tarde, era solo porque había pasado prácticamente la totalidad de la noche en vela, releyendo todo lo que había escrito. Mein Traum descansaba a su lado en la cama, abierto por una página arrugada. Debió quedarse dormido antes de completar la tarea de comprobar que estaba completo. Torció el gesto al ver el papel estropeado. Se sentó contra el cabecero de la cama y colocó el cuaderno en su regazo. Intentó estirar la página y repasar las dobleces con la yema de su dedo gordo intentando deshacerlas.

Daehoon había estropeado suficientes hojas como para que él mismo lo hiciera también. Pasó unas cuantas hacia atrás, para llegar a la sección más pintada y comentada. La observó con desagrado y un sentimiento a medio camino entre la ira y la repugnancia se instaló en él. Ahora aquellas fatídicas semanas en las que habían estado separados, formarían parte para siempre de su tesoro.

Aquel estúpido bastardo había subrayado secciones, comentado los textos e incluso anotado posibles cambios. ¿Quién se creía para estropear el fruto de su esfuerzo durante tantos años de aquella forma?

Cuanto más pensaba en que había leído, estudiado y despersonalizado algo que era esencialmente su vida, se sentía más desnudo y más vejado. Era como si alguien se hubiera metido en su casa sin él saberlo y le hubiera visto desnudarse; pero de una forma mucho más profunda e íntima. Él que siempre había guardado sus secretos con recelo, ahora tenía la prueba fehaciente de que sus pensamientos más privados habían sido invadidos. Se sentía sucio. Miró hacia la ventana mientras cerraba el cuaderno con cuidado.

Tendría que aprender a vivir con ello. Ahora que al fin había conseguido recuperarlo no quería dejar que Daehoon le robara la felicidad, de nuevo. Mein Traum le pertenecía, no quería que su lugar seguro se convirtiera en otra fuente más de dolor. No quería que se tintara de ningún matiz negativo más. Estaba seguro que durante un tiempo, le recordaría el dolor de su pérdida y que cada vez que echara la vista atrás a aquellas páginas comentadas, la misma sensación angustiosa de ser observado, volvería a aparecer; pero Mein Traum le pertenecía y le pertenecería siempre a él y solo a él.

No se atrevía a echar un vistazo a las últimas páginas, a aquellas dedicadas casi en exclusiva a Jungkook. No quería saber qué habría hecho Daehoon con ellas, si también habría apuntado algo, si en vez de la necesidad de protegerse a sí mismo de miradas indiscretas, le nacería la de proteger a su amado.

Su amado... qué injusto había sido con él. Tenía que encontrar la forma de disculparse de forma adecuada por todo. No solo por cuestionarle en la azotea, sino también por acusarle abiertamente. No podía creerse que le hubiera acompañado a encararse con Daehoon. Le había pedido demasiado y aún así había estado ahí para él, tal y como le había dicho. Recordó aquella escena y sus ojos volvieron a humedecerse "...estoy aquí. Cuando me necesites estaré aquí, sabes que puedes confiar en mí". Y lo había estado. Después de haber sido absolutamente injusto.

Si te amo, ¿a ti qué te importa? · [ JIKOOK ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora