(8) Pesadilla

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Nota de la autora: El contenido de este capítulo es duro

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Nota de la autora: El contenido de este capítulo es duro. Os dejo aquí las advertencias a tener en cuenta antes de leerlo en caso de que alguno de los temas os eche para atrás homofobia, abuso en la pareja (no es JKK y tampoco es muy explícito), recuerdos de trauma, enfermedad, muerte de personaje menor, ataque de pánico.

 Os dejo aquí las advertencias a tener en cuenta antes de leerlo en caso de que alguno de los temas os eche para atrás homofobia, abuso en la pareja (no es JKK y tampoco es muy explícito), recuerdos de trauma, enfermedad, muerte de personaje menor...

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Las gotas que resbalaban por sus pómulos intentaban disfrazarse de agua de la ducha, camuflarse imitando las que caían por su torso y sus piernas que morían poco a poco aplastadas contra la toalla.

Jimin había resuelto que necesitaba esconder el mar de tristeza en el que flotaba durante unas cuantas horas e intentar desaparecer del mundo. Había decidido que el único sitio que podía calmar sus trémulos pensamientos y convulso corazón era su bañera negra, que le esperaba sobre sus patas doradas en el centro de su baño, todo negro.

Las burbujas y las sales lo habían tranquilizado por unos momentos; pero nunca lo suficiente. Aquel lugar que siempre había sido un cómodo refugio y que le había ayudado a limpiarse el estrés de la piel y el espíritu ahora solo le hacía sentir encerrado. Las paredes con azulejos que asemejaban la forma de V o W solo le recordaban el tumulto de emociones que vivían dentro de él. El mármol veteado que cubría los suelos solía inspirarle imágenes e historias que en ocasiones le obligaban a reducir la duración de sus baños porque no quería olvidar ninguna de las palabras que le arañaban el cerebro por dentro pidiendo salir. Ahora estas palabras que usaban sus zarpas para intentar escapar eran a veces la disculpa y la explicación que moría por dar a Jungkook y a veces una llamada en búsqueda de ayuda a sus amigos. La que quería hacer no podía hacerla, la que podía hacer no quería hacerla.

Estaba a pocos desvelos de dar por perdido completamente a su dulce ángel, las palabras escocían en su boca y en su corazón. No obstante, no podía obligarlo a que le escuchara, eso lo comprendía perfectamente. Parte de él se sentía enfadado y quería forzarse a sentirse molesto por haber contado su secreto, pero cuando pensaba en Mein Traum no podía sentir enfado, solo miedo.

La otra opción había intentado evitarla durante todos aquellos días. No quería volver a ver los mismos ojos de preocupación otra vez y el mismo dolor reflejado en las pupilas de ninguno de sus amigos si podía evitarlo. Era por aquella razón que había decidido aislarse el día de su cumpleaños. Siempre lo hacía.

Si te amo, ¿a ti qué te importa? · [ JIKOOK ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora