XI

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Agosto 1999

México DF-Madrid/Madrid-Cádiz. Casi 24 hs de viaje. El chico tenia el cuerpo molido, el humor ya todo cabreado y unas ganas espantosas de tirarse al piso y dormir. Al llegar a España pensó que alguien iba a estar esperándolo pero no, llego a su casa en un taxi, pensó que los encontraría allí, pero no. En su lugar, una nota con la letra de su madre:

"Cariño, espero que hayas llegado bien. Perdón por esta ausencia, teníamos ya todo previsto para ir a las vacaciones y aunque con Puri le pedimos a tu papa esperarte aquí por tu demora, salimos ya al sur. Nos vemos en la casa de tus tíos allá. Te quiero ,corazón. Animo. Un beso de tu madre."

Llegó a la playa y antes de ponerle la cara a la familia, le apeteció quitarse los tenis y caminar por la playa, al sol de la mañana. A medida que andaba, el agua que tocaba de tanto en tanto sus pies, se llevaba un poco el cabreo.

No quitaba el miedo, por otra parte. No se había discutido aún la idea de volver a México y mucho menos los planes que traía en la cabeza. Tampoco sabía muy bien que iba a hacer en aquel sitio en el que había estado viviendo casi de prestado, si todo estallaba tendria que vérselas por su cuenta y no era un detalle menor, pero no era lo que más le preocupaba. Tenia también mucho nervio de hacerle daño a su hermanita, a su madre... y a él mismo. Su interior se dividía a partes iguales entre la duda y la valentía, la seguridad de la decisión que había tomado.

Cuando el sol comenzó a molestarle en la cara, abrió uno de de los cierres de su bolso de mano para sacar las gafas de sol, y en el mismo bolsillo hallo la foto que recorto de aquel periódico. "Recuerdo de las aventuras mexicanas", pensó. Recuerdo con su cara, la de Paulina.

Paulina. Ver sus ojos le hizo sonreír con dulzura y el sol se le antojo mas cálido, y el ruido del mar mas arrullador. Deseó tenerla sentada a su lado contemplando aquel paisaje.

Intento recordar cuando comenzó a sentir lo que sentía por ella. Pensó que los eventos de los últimos días habían sido tan raudos como inesperados... o a caso no?

Volvería a México solo por ella? no, eso lo tenia claro, porque lo había pensado desde la primera vez que extendió su estadía. Y que pasaría con ellos? No se parecía a lo que había tenido con Andrea ni con nadie antes, eso también lo sabia, no se había sentido así antes y joder, que era hermoso... Pero y si no funcionaba? si el nunca podía explicarle? La perdería? Imaginarse eso le angustiaba poderosamente. Su interior volviendo a dividirse. Aun no se iniciaba y ya estaba sobre pensando los posibles escenarios.

Miró de nuevo su foto y cerró los ojos para refugiarse, con la brisa en la cara, en la sensación de calidez que le deba a su corazón estar E N A M O R A D O. "Anda!" se dijo a si mismo y no pudo evitar reírse allí solo junto al mar al darse cuenta que eso era, con esas letras.

-Hermanito!!!!! se escuchó un grito.

Cuando volteo a ver, Puri venia a toda máquina hacia donde se encontraba, sosteniendo su sombrero playero de ala ancha. Ahí esta, ahí estaba su familia. A la realidad.

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Los días transcurrieron en ese calor bochornoso que disfrutaba solo estando junto al mar. El encuentro con su papá fue un poco escueto, no esperaba otra cosa. Su mamá lo abrazó fuertemente y su hermana lo llenó de atenciones y lo hostigó con cosas del instituto antes de dejarle contar sobre lo que había visto y vivido en tierras mexicanas, Sus tios y primos, unos revoltosos siempre, los veia poco pero les adoraba, sobre todo a Antonio, era como un hermano, el que no habia tenido. Escuchaban sus anécdotas con atención y se vieron felices al saber que en lo académico había sobresalido, que era estimado y se había esforzado.

Joaquín y ChavelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora