El otro lado de la historia.

Prólogo

-Pero, ¿Qué es lo que quieres decirme? Se más clara por favor, es acaso que... ¿estás intentando romper conmigo?- dijo Taehyung mientras esperaba ansioso la respuesta del otro lado de su celular

-Lo siento Tae, no es fácil para mí tampoco, pero es que con la escuela y las clases de apoyo no puedo seguir con lo nuestro. Mis padres me han dado un ultimátum.- respondió su, ahora ex novia Hakyung 

-La universidad no debería ser tu excusa, eso es demasiado bajo. Si ya no quieres estar conmigo por alguna actitud que no te haya gustado de mí, dímelo Hakyung- se estaba empezando a cansar de la pobre excusa que intentaban darle, realmente no lo entendía.

-Sabes desde que iniciamos la relación que la escuela es mi prioridad Taehyung, siempre lo supiste, así que no me vengas con chantajes- soltó ella de repente, cambiando el tono de voz amable a uno más hostil. 

Rayos, sus amigos habían tenido razón, no debió haberse involucrado con una chica como ella. Jimin le había advertido que ella era del tipo de chica que sólo se enfocaba en ella y al final del día, no iba a tomarle mucha importancia a cómo se sintiera él. Pero cegado por la emoción y curiosidad de comenzar un romance con Hakyung, había desechado todas las advertencias que tanto Jimin como Jin y Hoseok le habían dado. Ahora se arrepentía de no haberlos escuchado mejor.

-Tienes razón, lo mejor es que no sigamos con este intento de relación, gracias por estos 3 meses y perdona por haberte quitado la concentración, que tengas buena vida-

-Ay Tae, no seas...- no la dejó terminar, cortó la llamada con un sentimiento de sosobra y tristeza. ¿A caso solamente él había desarrollado sentimientos por la chica? ¿Nunca fue correspondido? Esas y miles preguntas más se formularon en su cabeza mientras caminaba hacia su habitación.

¿Sería oportuno llamar a Jimin y contarle lo sucedido? No, seguramente le diría el ya famoso "te lo dije", y la verdad no se sentía de humor como para soportar las burlas de su mejor amigo. En realidad, después de la llamada, no se sentía con ganas de nada.

Después de haberse mudado a su nuevo apartamento , obsequio de tu padre por haber cumplido y concluido sus estudios universitarios, se había percatado que pese a que la vista que tenía del río Han era de muerte, el interior le hacía sentirse demasiado solo.

-No te puedes quedar aquí Kim, no es bueno sumergirse en la miseria- se dijo a sí mismo, antes de tomar su abrigo, sus llaves, algo de dinero y salir de su apartamento.

El ir por un paseo nocturno al río Han era una buena opción, así que sus pies se dirigieron hacia allá.

No tardó más de 10 minutos en llegar, caminaba sumergido en sus pensamientos mientras que en sus orejas sonaba "Somebody else" de the 1975. Se preguntaba en qué había fallado él como para que otra relación no funcionara. ¿Era acaso él el problema? ¿Por qué nunca podía cumplir el año con sus parejas? ¿Qué patrón repetía para que ellas decidieran romper con él? Porque sí, él siempre era al que dejaban.

Muchas veces sintió que no era lo suficientemente guapo o lo suficientemente encantador, aunque bueno, desde que tiene uso de razón recuerda haberse sentido inferior al resto.

Mientras seguía con esos pensamientos pesimistas, decidió sentarse en una de las banquitas que había al rededor.

-"Siempre viene algo mejor Taehyungie, no lo olvides"- recordó la frase que siempre le decía su madre cuando se enteraba que su pequeño se sentía triste cuando algo no resultaba como él había querido.

-¿Pero cuánto tengo que esperar para que eso mejor llegue?- preguntó, dirigiéndose a las estrellas y la luna, las cuales eran testigos de aquel joven taciturno que las veía con una fina capa de lágrimas en los ojos.

Esa noche Taehyung lloró a la orilla del río, deseando con todas sus ganas que su suerte cambiara y que su vida diera un giro de 180 grados. Sin percatarse que ese deseo sería escuchado.

Al final, tienes que tener cuidado con lo que deseas. Y Taehyung, sin duda alguna, iba a ser sorprendido por cómo su vida iba a cambiar, pero más importante, se iba a sorprender por quién le haría sentir que estar vivo valía totalmente la pena.