Capítulo | 18

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-Vamos Hoseok, puedes hacerlo, sólo debes escribir un mensaje decente y presionar enviar. ¿Qué tan difícil puede ser?- se decía a sí mismo Hoseok mientras que contemplaba su teléfono. Ya había pasado poco más de una semana y no había reunido el valor suficiente para enviarle el mensaje a esa hermosa extranjera de acento cautivador.

-Rayos, pero, ¿Qué le escribo? "Hola hermosa, soy el chico que te tumbó la vez pasada. Quisiera saber si estás libre y quisieras ir por un café conmigo". No suena mal, eso puede funcionar. Dios mío, ¿Por qué no me hice de más amigas?- lo pensó por un momento, pero alguien contestó por él.

-No tienes amigas porque siempre terminabas confesándoles tus sentimientos por ellas, las espantabas Hobi.- 

-¡JIMIN! ¿QUÉ RAYOS ESTÁS HACIENDO EN MI CASA A ESTA HORA?-

-Tranqui Hoseok, te envíe mensaje que venía en camino. Pero seguramente no lo viste por estar pensando en quién sabe quién. Dímelo, ¿Ahora qué extraordinaria chica robó tu atención?

-¿Traes cerveza? Sino, no pienso hablar.

-Como si no te conociera- y el rubio alzó el six pack que había comprado en la tienda de conveniencia antes de llegar al apartamento de su amigo

-Perfecto, siéntate. Te daré un breve resumen.

Y así lo hizo, Hoseok le relató a detalle cómo había quedado fascinado por la mexicana, amiga de Jungkook, y mostró un interés que no era usual en él. Pero Jimin lo había escuchado hablar de tantas chicas de ese modo que ya no le sorprendía ver a su amigo "disque enamorado"

-Que es diferente esta vez, lo sentí . No sé cómo describir la sensación Jimin, simplemente lo sé.

-Ya, claro. Hobi, no te ofendas, pero eso me lo has dicho con las últimas 5 chicas. Realmente ya no sé si creerte. Lo que sí sé es que tú eres un pica flor, enamorado del amor, que se está "enamorando" a diestra y siniestra. 

-Te digo que ahora es diferente.- dijo elevando un poco la voz, exasperado de que su amigo minimizara su sentir

-Hasta no ver no creer, contigo nunca se sabe.

-Pues no sé qué esperas ver, pero si es verme en acción con ella, te vas a quedar esperando sentado. Ni siquiera le puedo enviar un jodido mensaje.}

Eso sí era diferente, generalmente Hoseok no se ponía nervioso al coquetear con una chica, mucho menos con la idea de enviar un mensaje o dar el primer paso. Quizá su amigo realmente había encontrado su Kriptonita.

-¿Ya has pensado qué quieres decirle? ¿Cuál es tu objetivo con ese mensaje?

-Que me acepte un café. Eso es todo. De verdad, con eso me conformo.

-¿No quieres besarla o llevarla a la cama? Ok, ¿Quién eres tú y qué hiciste con mi amigo?

-Ja-ja, muy gracioso. En serio rubio, te digo que esta chica es diferente. Simplemente quiero verla, no importa que ni siquiera me tome de la mano. Sólo quiero ver sus hermosos ojos occidentales otra vez.

- ¿No es una chica coreana? ¿Pues dónde la conociste?

-¿Recuerdas a Jungkook?

-Claro, ¿Qué con él? 

-Bueno, resulta que estudia en nuestra universidad. Me lo encontré la última vez que fui, y estaba con él, ella, su amiga extranjera. Me dijo que era mexicana, pero no pude hablar mucho con ella, salió huyendo al baño. Le terminé pidiendo su número a Jungkook. Y desde entonces no me he podido comunicar con ella, algo no me deja.

-¿Pues cuánto ha pasado?

-Poco más de una semana.

-Demonios, ¿Acaso nuestro pequeño conquistador ya perdió su toque? De seguro ya ni te recuerda.

El otro lado de la historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora