Capítulo | 12

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Eran cerca de las 10 de la noche y dos amigos se habían reunido en un bar cerca del apartamento de uno de ellos. Uno había llamado al otro para contarle cómo un joven menor que él le había confesado que gustaba de él y que quería ir por todo, el otro se reía porque su amigo parecía que estuviese encerrado en un bucle de trance del cual no podía escapar.

-Vamos Taehyung, no sé cómo es que estás tan sorprendido. Era cuestión de tiempo para que esto pasara, pero sin duda debo admitir que el mocoso tiene agallas. Ya me cayó todavía mejor.- soltó un Jimin divertido

-Parece que no estás prestando atención a lo que te estoy contando. Maldita sea Jimin, el niño me ha confesado sus sentimientos y me ha propuesto salir. ¿Te parece poco?- preguntó Taehyung, cuestionando la capacidad de empatía de su amigo.

-Te he escuchado perfectamente y no podría estar más feliz por ti. Al fin se te presentó alguien que quiere tener algo decente contigo. Se ve que el niño, como tú lo llamas, tiene bien definido lo que quiere en la vida y es hombre de acción. ¿Por qué no le das una oportunidad? O mejor dicho, ¿Por qué no te das a ti la oportunidad de vivir, quizá, el mejor romance de tu vida? No sólo es guapo y tiene buen cuerpo, también se ve que emocional y mentalmente está en perfectas condiciones. Apuesto todo lo que quieras que él sí sabe lo que es responsabilidad afectiva.- terminó de decir Jimin, mientras se acercaba el vaso de cerveza a la boca, para terminarla de un solo trago.- Quiero otra.

-Si sigues a este paso, terminaré cargando tu pesado trasero hasta la puerta del taxi. Además, estamos a mitad de semana, así que controla tu alcoholismo Jimin- sentenció serio Taehyung mientras analizaba todo lo que le había dicho su amigo.

-No te preocupes, Don Aguafiestas, sé cuidar de mí mismo. Además, no me cambies el tema. Sabes que lo que pasa realmente es que estás aterrado de que las cosas con Jungkook funcionen y termines más enamorado que él. Tienes terror de iniciar una relación con un hombre por el miedo al qué dirán. 

Odiaba que Jimin lo conociera tan bien y pudiera saber exactamente lo que pasaba por su mente. Después de haber terminado con Hakyung, Taehyung no sólo había perdido el poco autoestima que le quedaba. Se sentía un fracasado en el amor. Desconocía por qué las cosas no funcionaban nunca en las relaciones que empezaba. Ahora, el hecho de aceptar que, después de que Jungkook le confesase su sentir, no sólo le había sorprendido, sino que también había provocado que se sintiera ahora terriblemente atraído al menor le daba pánico.

En su mente se repetía la imagen del Jungkook de la cafetería, ese que tenía la actitud de una persona poderosa y poseía una mirada matadora. Su nariz aún podía oler su perfume , lo cual provocaba que lo quisiese tener enfrente para poder deleitarse de nuevo con aquél aroma.

Era cierto que cuando Taemin lo había visitado a su casa y tras haber charlado por tanto tiempo se había sentido atraído nuevamente por el rubio. Al parecer su gusto por su crush de preparatoria seguía intacto pese el pasar de los años. Pero después de haber visto la diferente cara que Jungkook le había mostrado de él mismo a Taehyung ayer, se había olvidado totalmente de la existencia del joven rubio que con su sonrisa le alegraba el día.

-¡Tierra llamando a Taehyung! ¿Me escuchas Taehyung? Parpadea una vez si puedes escucharme, dos para aceptar que te gusta Jungkook.

Taehyung parpadeó dos veces.

-Já, lo sabía. Estás bien clavado, aunque lo niegues.

-¿Cómo? Perdona Jimin, no te estaba prestando atención.- y era verdad, Taehyung no había escuchado nada de lo que su amigo había dicho por estar perdido en sus pensamientos.

Sin embargo, para Jimin, ese había sido una simple excusa, de las muchas que Taehyung  solía decir para esconder su verdadero sentir. 

-Nada hombre, ¿te parece una ronda más? La última y nos vamos, lo prometo.

El otro lado de la historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora