Capítulo 29.

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El CD puesto en la grabadora. El volumen alto, acompañado con el silencio de la noche. Pero no importaba. Parecía como si el mundo hubiera desaparecido. Y era exactamente lo que había pasado.

Emily cerró los ojos. Una vez más, Zayn se había introducido en su cuerpo completamente. Sus manos le abrazaron la espalda, marcándola con la fuerza de sus dedos y la presión que adquirían ellos al ser penetrada por él. Un gemido de la boca de Emily. Los labios de Zayn besaban su cuello suavemente pero también salvaje. Sus manos la tocaban sin importar los límites. Las sábanas se habían corrido. Estaban desnudos. Tocándose y besándose como en ninguna noche anterior. Ambas respiraciones agitadas podían escucharse también. Al ritmo de la música. Zayn también soltó un gemido. La presión de todo ese momento lo hacía excitarse aún más. Pero no podía controlarse. Al contrario, sus labios empezaban a recorrer espacios que nunca antes había logrado probar en el cuerpo de ella. Presionó una vez más y salió de ella. Volviendo a entrar con fuerza. Moviéndose sobre su cuerpo. Llenos de gemidos. Jadeantes. Gritando fuerte cada pequeña cosa que sentían. Entrelazaron las manos y bajó poco a poco por su cuerpo. Llegando a su cuello. A  su pecho. A sus senos. Probando uno de ellos y metiéndoselo en la boca como un delicioso caramelo. Sintió como Emily le abrazaba la cintura con sus piernas. Se las tocó. Acariciando sus muslos totalmente hambriento. Era totalmente deliciosa. Cada centímetro de su pequeño cuerpo. Bajó un poco más en ella, logrando así llegar a su vientre. Chasqueó la lengua y subió la mirada para dedicársela a Emily. Se miraron. A pesar de la oscuridad de la noche, las miradas no perdían su color. Eran las mismas, picantes, tan propias de ellos. Besó el vientre de su chica mientras esta se retorcía y elevaba las caderas como agradecimiento, solo haciendo que la boca de Zayn se viera alentada a continuar con lo suyo, pero más intensamente. Así que lo hizo. Tocó el monte de Venus con la lengua. Sin embargo el sexo de Emily estaba lo suficientemente sensible como para recibirla. Por su parte, echó la cabeza para atrás, deseosa de escucharlo jugar con la lengua haya abajo. Poco a poco fue sintiendo como las manos de él le tocaban la espalda y le abrazaban las caderas, sin dejar que sus labios se contuvieran en besarla. Al contrario, era su bocado favorito.

"Eres deliciosa." Dijo al regresar a su misma altura. Besó su cuello. Su mentón. Sus mejillas. Todo en ella hacía que su cuerpo se volvería vulnerable.

"¿Me has perdonado ya?" logró preguntar ella.

"Sí, yo creo que sí." Sonrió y se inclinó un poco hacia delante. "Pero no voy a aceptar que vuelva a pasar ¿lo sabes?"

"Sí, mi amor." La miró sutilmente desde abajo. Aquello no hizo más que tensar a Zayn de nuevo.

"Cuando te vi, sabía que esto pasaría." Le besó la boca, aun estando sobre ella. Emily le abrazó el cuello, elevando sus senos y haciendo que choquen sobre el pecho de Zayn. Una erección rápida. Un beso. Varias caricias.

"¿Qué?" le preguntó ella.

"¿No me recuerdas?"

Entrelazaron sus piernas y a la misma vez las sábanas.

"¿Debería?" sonrió y le besó una mejilla.

"Deberías."

"¿Por qué?"

"Porque yo sí recuerdo la primera vez que te vi." Le dijo Zayn.

"Pero ¿Cuándo?"

"Me gustaste tanto que tuve que hacer algunas cosas al regresar a casa..."

"¿Cosas como qué?"

"No querrás saberlas."

Ella enarcó una ceja. Al observa el semblante de Zayn y aplicar un poco de lo que conocía de él, se imaginó lo peor.

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