Capítulo 37- Hoy vienes conmigo.

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Y no sabes cómo has llegado ahí. Miras a tu alrededor. Hay mucha gente aquí que ama matar y robar a personas inocentes. ¿Y tú? De pronto vas a ser lo mismo que ellos. Y hasta peor. Estas rodeada. Te sientes así. Y aunque nadie puede comprenderte, tienes una pequeña esperanza. Tienes un arma en la mano izquierda y otra de mejor calibre en la derecha. ¿Cómo has aprendido tan rápido? Sabes disparar sin errores y hasta se puede decir que ya sabes fumar bien. Y con lo que odiabas el humo... pero ahora parece imposible. Y lo entiendes. En este lugar, solo vale volverse cruel o irse para siempre, si es que antes no deseas morir o que te asesinen ellos mismos.

"Tienes quince minutos." le indicó Joe. Emily asintió escuchando sus palabras con suma atención. "Te lo hemos dicho todo. Como funciona cada arma, lo que debes hacer, el horario de cada alarma y el de los trabajadores de aquí." ella vuelve a asentir. Aun no tiene noción de lo que está a punto de hacer. Pero le gusta. De alguna manera, ama sentir el poder. Ya no es ella misma. Ya no lo es más. "Buena suerte Peterson."

Emily soltó un respiro. Baja la mirada. Debe esconder ese par de armas en ambos lados de la cazadora. Una por una, logró meterlas y hacerlas pasar desapercibidas. Suspiró, mirándose en el retrovisor de la camioneta de Joe. Esta noche, su misión es otra... ella será la carnada.

Bajó del coche. Una pierna y luego la otra. Varios hombres por detrás, incluyendo a Joe, se la quedaron mirando. Aquella falda le apretaba el culo y las caderas de una manera espectacular. Incluso le hacía unas piernas esplendidas. Se acomodó el cabello hacia atrás y caminó decidida hasta las puertas del banco Nacional de Paris. Y mientras lo hacía, recibía más y más miradas. Se abrió la cazadora un poco, dejando al descubierto un bonito escote que lucía sus pechos juntos. Pudo divisar al de seguridad. Algo mayor y calvo. También la había estado mirando, pero al notar que ella lo había notado, había mirado para otro lado. 'Si Zayn estuviera viendo esto' pensó... y sonrió al saber lo que hubiera hecho al verla así. Aunque él no lo supiera, todo esto, era por él.

"Hola." saludó ella, últimamente había aprendido a manejar el francés. Al menos algunas palabras. El tipo de seguridad instaló sus ojos en el escote de ella, pero rápidamente se volvió a sus ojos.

"H...o...la." saludó él.  "¿la... pue...do a... ayu...dar en al...go?"

Ella asintió. Sus ojos miraron los de él con suma presión. Haciendo que este empiece a tensarse.

"No soy de aquí... y no hablo mucho el idioma." dijo entristecida.

"Oh... yo... yo... puedo ayudarle en lo que necesite." respondió. "En lo que sea." agregó. Emily sonrió y bajó la mirada tímidamente.

"Muchas gracias ¿sabes? Tengo un problema." abrió el bolso que llevaba y sacó un gran mapa que había dentro. "No tengo la menor idea de cómo llegar aquí." señaló. Y se acercó un poco más. Tanto, que hasta pudo percibir el olor de aquel hombre. Nada deseable por cierto.

"¿Aquí?" le preguntó él, guiándose por el dedo de ella. "Ese es un hotel." sonrió con las mejillas enrojecidas. Emily le ponía muchísimo.

"Oh perdona." se disculpó ella. "Tal vez luego me puedas decir cómo encontrar un hotel por aquí, pero ahora busco otra cosa."

Mafia TentationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora