Capítulo 32.

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"Pasa." Le dijo Louis. Zayn accedió al pequeño y nada lujoso departamento de este, ubicado a dos calles del suyo. Pero no iba solo, y eso fue lo siguiente que pasó a llamar la atención de Louis.

"Ella es Emily." Le presentó Zayn. Esta estiró la mano y la estrechó con la de él tratando de ser amable. Harry, también presente en medio de esa reunión, se giró a mirar de igual manera.

"¿Qué hace aquí?" intervino Louis. Pero muy dentro de él, no le molestaba en lo absoluto que Zayn hubiese llevado a su novia. Y no porque lo sea, sino porque estaba realmente buena. Lo cual le favorecía.

"Joder Zayn... hoy muere Ryan, y tú traes a la culpable de todo esto al lugar menos indicado." Dijo Harry en voz alta. Zayn pudo notar que traía algunas copas demás solo mirarlo a los ojos.

Emily tragó saliva. Sabía que su presencia traería muchos conflictos.

"¿Ha estado bebiendo?" le preguntó Zayn a Louis.

"Sí ¿te importa?" Harry alzó los brazos y se puso de pie. Dejó aquella lata de cerveza que tenía en las manos sobre el asiento del antiguo sofá. Zayn tensó los músculos, sabía que lo que se venía iba a ser peor de lo que había imaginado, y no sabría si podría controlarse. "Que yo al menos no tengo la culpa de que un amigo mío este muerto."

"¡Cállate!" gritó Zayn. A continuación, todo su cuerpo se había descontrolado de nuevo. Un inmenso impulso lo invadió por completo. Sus ojos enrojecieron. De rabia. De ira. De muchísimos sentimientos encontrados. Y quiso abalanzarse sobre Harry para poder desahogar todas sus tristezas en golpes que harían que se sintiera mejor. Pero alguien justo delante de él se lo impidió.

"¡Zayn!" intervino Emily, puesta en medio de ambos cuerpos. Louis también logró intervenir, haciendo que Harry retrocediera los pasos. "Basta, por favor..." le rogó ella. Sus manos le tocaron el pecho, que subía y bajaba por la adrenalina del momento. Intentó buscar sus ojos, aunque estos estuvieran aún inmersos de pura rabia. Sus pequeñas manos volvieron a tocarle el torso. Acariciándoselo. "Mi amor..." le susurró. Zayn relajó el tórax. Dejó escapar algo de aire y bajó la mirada para encontrarse con ella. "Olvídalo, por favor." le volvió a rogar Emily.

"¿Por qué no vienes?" le retó Harry. "Demuéstrame que sigues siendo el mismo Zayn de siempre." sonrió victorioso y miró de pies a cabeza a Emily. "La cajera resultó estar más buena de lo que pensaba." Entonces miró a Zayn. Llenándolo de rabia de nuevo. Ambas miradas se encontraron. Ambas totalmente intensas. "Pero no vale más que tú mejor amigo."

"¡Basta joder!" se quejó Louis, gritando. Empujó a Harry con las manos e hizo que este retrocediera contra su voluntad.

"Yo ni siquiera sé porque vine aquí." Logró decir Zayn, retomando la calma. Rodeó la cintura de Emily con uno de sus brazos e hizo que se pusiera a su costado. "Solo quería decirles que a partir de hoy no volverán a saber de mí."

"Lárgate..." farfulló Harry. Sin siquiera mirarlo.

"Y que ustedes deberían irse al igual que yo de aquí." Harry volteó la mirada hacia Zayn, esta vez prestándole más atención. "La policía lo sabe todo, esos imbéciles no tardarán más de un día en dar con nosotros."

"¡Mierda!" Se quejó Louis. Dio la vuelta e hizo un puño con las manos, golpeando lo primero que tocaran estos. "¡Joder!"

"¿Te das cuenta de todo lo que has hecho?" la voz de Harry volvió a escucharse de repente, pero esta vez con mucha más fuerza. Y no iba dirigida ni a Louis ni a Zayn, sino a Emily. Esta lo miró a los ojos también. No iba a tenerle miedo a un tipo como él. "Es por tu maldita culpa que Tentation se va a joder y nada volverá a ser como antes..." Tomó la última gota de cerveza restante en aquella lata. Se limpió con las mangas y volvió en sí para seguir hablándole a Emily. "Por tu maldita culpa nuestro mejor amigo está muerto... ¿lo sabías?" se rió. Sarcástico pero a la vez entristecido. Y aumentó el volumen de sus risas al observar el semblante de Zayn. Tenso y jodidamente cabreado. "¿Qué tanto has abierto las piernas para hacer que Zayn se haya vuelto tan imbécil? Vamos, di..."

Su voz se vio interrumpida. Un golpe en la mandíbula lo envío hasta el suelo. Cayendo de frente hasta este. Y los golpes seguían. Zayn se había vuelto incontrolable de un momento a otro.

Emily volvió a colocarse delante de él mientras este tomaba impulso. Lo cogió de los brazos y trató de hacer que reaccionara. Pero este no se detendría.

"¡No! ¡No voy a permitir que te siga hablando así!" gritó Zayn.

Sus impulsos habían ganado esta vez. Como casi siempre. Frustrado se dio media vuelta y se aferró contra la puerta principal del departamento de Louis. Golpeó un par de veces más. Necesitaba fumar. Su cuerpo entró en calor y lo único que necesitaba ahora era fumar un par de cigarrillos para que aquel mal rato se le pasara. Fumar. Fumar. Fumar. Lo necesitaba. Necesita el sabor del tabaco en sus labios y aspirar el humo entre su garganta. Solo así podría calmarse. Así... y con solo algo más...

Las manos de Emily tocaron el hombro derecho de Zayn, haciendo que este se girara ante su llamado. Quedando frente a frente. Ojos marrones vs ojos verdes grisáceos. Sus miradas estaban llenas de sentimientos que a cualquiera no le gustaría vivir en un solo día.

Pero no importaba. Daba igual. Porque podían haber millones de problemas, pero no había problema o situación que ellos dos no resolvieran. Ella se inclinó ligeramente, arropando las mejillas de Zayn con sus manos, cogiéndolas fuerte y volteando su rostro contra el suyo. Esperó a que este abriera los ojos. A que dejara de gritar. A que su cuerpo calmara aquella bestia que podía ser a veces. A que tan solo la mirara una vez, y al hacerlo, le besó los labios suavemente. Como sabía que le gustaba. Pequeño. Tan sutil. Tan propio de ella. Y en ese momento se había olvidado de todo. De los malos y buenos momentos, solo con un beso, había logrado transportarse a una dimensión lejana, en la que ningún ser humano normal podría alcanzarlo.

Quizá, y solo quizá... Louis y Harry pudieron entender porque Zayn se había fijado en ella. Porque era más que solo un culo bonito y senos redondos. Era algo llamado amor.

Ambos se quedaron observando la escena. Y aunque parecía que el día acababa por fin, aquella... sería una noche muy larga.

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