Capítulo 13.

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Locked out of heaven de Bruno Murs sonaba en los amplificadores. Y Zayn apretó una vez más el acelerador. Iba a más de ciento cincuenta kilómetros por hora en una carretera de cien.

Emily ha sacado la mitad de su cuerpo hacia fuera en el Sunroof  (techo corredizo). Tiene el cabello desordenado. El corazón latiendo a mil. El pulso ido. Los ojos cerrados. Los brazos levantados. La adrenalina en la garganta. Se rió. Y Zayn sonrió al escucharla reírse. Este levantó la mirada, encontrándose con un poco de las caderas y piernas de Emily. Le besó una. Ella de inmediato bajo la mirada. Había sentido ese beso en todo el cuerpo. Poco a poco bajó y se acomodó en su lugar de nuevo, justo en el asiento copiloto del Mustang de Zayn.

“Te dije que no te arrepentirías.” Le dijo él al mirarla y encontrarse con una bonita sonrisa en los labios de ella.

“No me arrepiento.” Le contestó ella. El brazo de Zayn reposaba en la palanca de cambios del coche. Emily se inclinó un poco para enredar sus brazos en este. Abrazándoselo. Zayn tragó saliva. La miró de reojo. Su corazón latía muy rápido. Una adrenalina más intensa. Más de lo que había vivido. Diferente. Joder. ¿Pero que sentía? ¿O cómo se llamaba lo que sentía?

Emily levantó la mirada lentamente. Posó sus ojos en el semblante de Zayn. Siempre tan duro. Tan frío.

“¿A dónde vas a llevarme?”

“Creo que no llegaremos…” contestó él.

“¿Por qué no?”

“No lo sé.” Dijo pensando bien su respuesta, y sintió una vez más los ojos de Emily en todo él. Estremeciéndolo. “Si no dejas de mirarme así, voy a tener que parar aquí mismo y hacer que cumplas nuestro trato.” Bajo la mirada y juntó la suya con la de Emily. Se miraron, un largo tiempo. Ambos deseando saber el pensamiento del otro.

Y Emily no hizo más que solo elevar la temperatura. Bajó una de sus manos y acarició lentamente los bíceps de Zayn por encima de su camiseta. Y más… y mucho más… hasta llegar a una de sus piernas. Poco a poco recorrió esta con la delicadeza de sus dedos subiendo y bajando inocentemente y encendiendo aún más ese fuego que Zayn tenía guardado para ella. Quería hacerlo. Quería ponerlo. Tensarlo. Que se desesperara por tenerla entre sus brazos de nuevo. Que se lo pidiera.

Zayn cerró los ojos unos segundos. Los volvió a abrir y trató de concentrarse en la carretera. Pero no pudo. Y aunque hubiera luchado con todas las fuerzas de su ser, no lo habría logrado. Emily se había inclinado para besarle el cuello. Y su lengua tocaba su piel lentamente. Y él estaba duro. Durísimo.

“Joder nena… no voy a llegar…” le susurró y movió ligeramente su cuerpo. Emily le respondió en susurros inaudibles. “¿Tienes una idea de cómo estoy?”

“¿Me deseas?” preguntó ella. Ya convertida en esa Emily irreconocible que solo deseaba que Zayn se metiera entre sus piernas.

“Te desea muchísimo.” Volvió la mirada hacia ella. “Te deseo garita, te deseo…” repitió. Y al tenerla cerca procedió a comerle la boca rápidamente. Emily soltó un gemido. Aquello había sido suficiente para Zayn. Había llegado al tope de su cordura. Necesitaba abrirle las piernas. Comérsela ya. Comérsela ahora. Dobló en un camino descampado de la carretera y condujo hasta perderse en ese desierto. La misma Emily volteó a observar a donde Zayn se la estaba llevando. Habían perdido el camino.

El camino y la cordura…

“¿A dónde vas a llevarme?” le preguntó ella, al notar que había detenido el coche en medio de la nada. Zayn volteó. A pesar de la oscuridad, podía notar lo jodidamente sexy que se veía con lo que tría puesto. Esa bonita chaqueta de los Beatles y esos shorts… joder. Deseó tanto quitárselos con los dientes… “¿Zayn?”

“Voy a llevarte al cielo.”

Mafia TentationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora