Capítulo 6.

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“¿Rose?” susurró Emily contra su móvil.

“¿Dónde estás?” le preguntó su mejor amiga.

“No lo sé…” cerró los ojos. Nada. Absolutamente nada en el mundo haría que ella misma se perdonara por lo que había hecho anoche con ese hombre… que había conocido hace unas horas.

“¿Cómo que… como que no sabes?” le preguntó Rose, se levantó de la cama.

“Es que… joder, no lo sé, yo… no tenía donde dormir y…”

“¿Has dormido en un hotel?”

“No.” Volvió a cerrar los ojos con fuerza. “He dormido con alguien más.”

Rose soltó un grito en el teléfono.

“¡¿Qué, lo conozco?!” preguntó emocionada.

“Ni siquiera yo lo conozco.”

“Nena… ¿Qué estás diciendo?”

“¡No lo sé! ¡No sé que estoy haciendo desde ayer! Simplemente acepté que me trajera a su casa…” explicó desesperada, pero aun manteniendo el volumen de su voz. Estaba encerrada en el baño personal de la habitación de Zayn y no quería despertarlo, simplemente porque no tenía idea de cómo le hablaría o que se dirían. “Me dijo que no había problema y yo…”

“Aceptaste. Claro, como siempre creyendo que no intentaría nada. Era obvio querida, te iba a follar.”

“No me ayudas.”

“¿Y qué hago? Es la verdad.” Se excusó la pelirroja. “Pero y bueno… ¿Qué tal esta? ¿Lo ha hecho bien?”

“Estás loca. No tengo la menor idea de que decirle ahora… joder, me cago de la vergüenza.”

“Ha tenido que ser un muy buen polvo eh… para que te sacara de tus casillas.”

“Cállate.”

“No puedo creer que te hayas tirado a un tío que no conocías. Eres mi ídola.”

“¡Cálla…”

La puerta del pequeño baño se abrió de repente. Emily apretó el móvil entre sus manos, a la vez que juntaba sus labios con fuerza. Él apareció, entró, volvió a cerrar la puerta, y se sacó la ropa tranquilamente.

“¡¿Es él?!” preguntó Rose por el móvil.

“¿Te interrumpo?” le preguntó Zayn, al notal que alguien más ocupaba su baño. Emily negó con la cabeza.

“No, no… es tuyo.” Sonrió tontamente. No sabía qué coño le pasaba. Zayn asintió. Terminó de quitarse los pantalones. Una vez en bóxers… se la quedó mirando. Traía puesta una camiseta suya. Una de Los Beatles. Le quedaba ancha pero le cubría el principio de los muslos. Emily se ruborizó y colgó la llamada. “¿Qué… qué haces?”

“¿Yo?”

“Sí… no dejas de mirarme.”

“Perdona, me gustan tus piernas.” Dijo totalmente fresco.

Ella respiró por dentro. Ese idiota sabía cómo hacerle sentir cosas intensas dentro de ella.

“Gra… gracias…”

Zayn volvió a asentir. Anoche no había dejado de mirarla, de observar cada parte de ella… mientras dormía. Se rió por dentro… iba a hacer algo que la incomodaría muchísimo, pero no tenía por qué.

“Joder…” se quejó Emily, casi inaudible. Zayn había intentado bajarse el bóxer delante de ella.

“Necesito bañarme. No quiero que se moje.”

“Estás loco… ¿Por qué no esperas a que me vaya?”

“Me has visto desnudo anoche.”

Se ruborizó de nuevo.

“Pero…”

“¿Pero…?” se acercó a pasos lentos hacia su cuerpo. Emily fue disminuyendo la mirada. Se hacía más y más pequeña con él al frente.

“Es que…”

“¿Es que…?” un paso más. Estaba a punto de tocar su cuerpo con el suyo.

“Es diferente.”

“Me ha gustado mucho.” Susurró ahora, contra sus labios. Casi tocándolos. Emily sintió que moriría.

“A mí también…” susurró.

A punto de besarse de nuevo. Joder. ¿Qué pasaba? Zayn rozó sus labios lentamente. Ni siquiera un beso y ya la tenía jadeando. Se tocaron de nuevo. Abrazándole la cintura…

De pronto una llamada en el móvil de Emily.

Zayn se apartó. El número de David Harrison estaba en el móvil de Emily. Contestó de inmediato.

“¿Señor Harrison?” dijo sorprendida por su llamada. Si su jefe la estaba llamando… era porque tal vez había una esperanza en recuperar su trabajo.

“¿Se puede saber donde mierda está?” le preguntó fuertemente. Emily se quedó sin hablar por varios segundos. Zayn fingía no escuchar nada, mientras abría el grifo de la ducha, aún sin meterse en ella.

“Usted me ha quitado el departamento.”

“¿Dónde está?”

“En un hotel.” Mintió. Zayn se rió por dentro, sin darse a notar.

“Quiero que vengas ahora mismo al edificio ¿vale? La policía necesita testigos.”

“¿Testigos?”

Zayn tragó saliva.

“Yo… yo no he visto nada, se lo juro.”

“¿No? ¿Entonces porque has sido la única que ha abierto esa jodida caja fuerte?”

Zayn apretó los puños. La conversación subía de nivel. Podía escuchar la voz de Emily entrecortarse. Se pondría a llorar.

“¿Sabes? Puedo meterte a la asquerosa cárcel si a mí se me da la gana.” La amenazó. “Si no vienes en media hora, vas a saber que no estoy mintiendo.” Y cortó la llamada, dejando el alma de Emily colgando en un hilo. Soltó un respiro y bajó el auricular de su rostro.

Zayn se volteó a mirarla. Lo había escuchado todo. Cada palabra.

“¿Ha pasado algo?” le preguntó, fingiendo no saber nada.

Emily volvió a suspirar, tapándose el rostro… completamente frustrada. Estaba harta de David Harrison. Harta de su maldito abuso. Se lo había quitado todo, su departamento, el trabajo… todo. Pero encima de todo eso, quería llevarla a prisión.

“Cree que yo sé algo sobre el robo…” le dijo indignada. Sus ojos se llenaron de lágrimas. No podía con tanto. “Me ha dicho que si no voy en media hora… va a meterme a la cárcel.” Una lágrima salió de sus ojos. Zayn endureció los pómulos. No sabía que parte de su interior le estaba ordenando esto… pero no quería verla llorar. Y si él lo hacía… si ese imbécil de David Harrison la hacía llorar, él lloraría el doble.

Ya veríamos si seguiría jodiendo a Emily de tal manera, después de lo que pasaría esa misma noche. 

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¡Hola! Muchísimas gracias a las que estáis empezando a leer Mafia Tentation. Gracias a las que comentáis y votáis. La historia está empezando pero os aseguro que es increíble. 

Y si os está gustando, agradecería que la recomendéis para que más gente pueda leerla y disfrutar de ella :) xx

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