XVIII: I'll Be Here If You Want Me To

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La claridad me inundó de pronto. Quise cubrirme el rostro pero me fue imposible. No sentía mi cuerpo.

—¡Me lleva la que me trajo! —Escuche a Hiro exclamar —Tadashi...

Mis ojos se acostumbraron a la luz, mi vista se fue directamente hacia mi costado, donde pude a penas distinguir una ligera mata de cabello azabache.

Un rostro familiar se asomó entonces en mi campo de visión.

Rostro que a pesar de lo demacrado por la falta de sueño pude reconocer como de Tadashi Hamada, vistiendo un extraño traje de astronauta.

—T- Ta-da-sshi...—Le llamé, o al menos eso intenté.—A-agu-ua.

Había algo en mi garganta, algo que me impedía hablar con claridad.

Los ojos del mayor se cristalizaron, escuché claramente el rumor de su respiración volverse dificultosa por sobre el ruido de todos los aparatos que tenía conectados.

—Shhh, todo está bien. Estás bien, bonita. No llores...—decía el mayor de los hermanos, quien tenía una mano en mi cabeza, acariciando mi pelo.

Ahí entendí que no era él quien lloraba, sino yo. Y que aquel silbido respiratorio era el mío.

Tadashi me miró un milisegundo más, antes de girarse a ver a alguien.

No hizo falta palabra alguna. De pronto el zapateo histérico de alguien que salía de la habitación se hizo presente. Seguido del grito semi eufórico y desesperado de Hiro.

—¡DOCTOR RICHARDS!— el aire le cortó a medio grito, haciendo que su voz fallara.— ¡Despertó!

Entonces tan rápido cómo la luz, el rostro de Tadashi desapareció de mi vista y fue reemplazado por un escuadrón de personal médico.

Enfermeras y un par de doctores me rodearon, examinaron y revisaron como si fuera un bicho raro.

Porque somos un bicho raro...

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Tres días después

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Estaba sentada, sin tubos en mi garganta pero sí en mi estómago, y con seis pares de ojos viéndome atentamente. Como si fuera un fantasma o una ilusión.

Gwen había sido la primera en entrar después de que la orda de personal médico se llevará a Tadashi y Hiro de mi habitación.

Su reacción había sido bastante espontánea: ni bien había puesto un pie en el cuarto y ya estaba regañandome por casi haberme muerto.

Papá y Steve tuvieron un arranque bastante parecido. Pero Steve se inclino más a una advertencia que al sermón que Tony me dió sobre mi salud cardíaca.

Hiro y Tadashi fueron los últimos en volver a la habitación. Ambos con más precaución de la necesaria intentaron explicarme cómo había acabado en el hospital.

Supe de inmediato que habían dos personas faltantes en esa procesión de gente. Gwen me tranquilizó al decir que Harry había ido a arreglar los trámites de reposo en la Universidad, dado a qué todavía tenían que "cuidarme" de un lagarto enorme y un científico deschabetado.

Nadie se atrevió a decir algo sobre él. Nada.

Ni siquiera sabía si seguía en la ciudad.

Hiro trató de jugar al bobo y evitaba el tema de la discusión en mi departamento cada que intentaba tocarlo.

Tadashi desapareció entre la multitud con la excusa de que Callaghan le necesitaba con urgencia.

En la habitación solo quedaban Tony, Steve, Gwen, Harry y Nina, quien había llegado de último minuto después de pedir un descanso en SHIELD.

One last chance. -Tadashi Hamada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora