capitulo 3

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El azabache estaba en shock, su boca se encontraba siendo atacada salvajemente, sin delicadeza alguna, una sensación completamente extraña y nueva. Este intento seguir el acto, pero fue un proceso torpe, para su suerte a los pocos segundos, ambos hombres se separaron por falta de aire, viéndose fijamente con un leve sonrojo. Giyyu estaba muy confundido, mientras observaba aquella mirada salvaje.

Luego de respirar un poco, el albino acerco el mentón del contrario, pero este desvió la cara, evitando un nuevo encuentro.

Esta respuesta tan infantil molesto demasiado al peliblanco, el cual  sostuvo su barbilla con más fuerza, juntando sus labios nuevamente, pero al poco tiempo fue separado por los brazos ajenos.

─¡Maldición Tomioka! ¿¡Qué carajo te sucede!? ¿No fuiste tu quien lo propuso? -Reclamo el más alto, con molestia en su voz-

─S-si, pero no pensé que lo hicieras tan de repente, estoy sorprendido.

─Dime entonces, ¿Qué es lo que pensabas? ¿Qué te invitaría una taza de café y nos pusiéramos a charlar de nuestro día a día? Tu mismo lo dijiste, es solo por nuestra necesidad, tu y yo no somos ni seremos amigos, así que dilo ahora, ¿¡Lo aras o no!?

─... S-si~ -susurro, para que el otro se acercara rápidamente, aunque fue interrumpido antes de que lo pudiera besar nuevamente- ¡Pero! Es mi primera vez~

─No me interesa, no seré cuidadoso solo porque sea tu primera vez, en ese caso deviste pensarlo mejor antes de decirme, ahora cállate, me estás haciendo enojar.

─Me refiero, a qué es mi primera vez en todo, ese fue... Ese fue mi primer beso -Comento el azabache sonrojado por lo dicho-

Esto solo provoco más enojo al albino ¿¡Cómo era posible de que diera tal propuesta sin siquiera tener experiencia!? A parte de que, ya era mayor de edad, le parecía un poco raro que ni siquiera huviera dado un beso antes, pero esto no lo detendría, el escogió un camino y ahora debería ser firme.

Poco le importa quitarle algo tan preciado sabiendo que no sentía nada por el, de hecho, ser consciente de que el sería el primero en probarlo lo provocaba aún más.

Volvió a atacar la boca contraria, ahora, introduciendo su lengua dentro de esta, se podía decir que era un poco más cuidadoso que antes, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que estaba siendo bastante agresivo.

Al principio el ojiazul se sentía muy incómodo, un poco arrepentido de la propuesta que dio, pero sabiendo que ya no había vuelta atrás, comenzo a dejarse llevar por todas las sensaciones buenas, que poco a poco dejaron de ser extrañas, para convertirse en unas un poco placenteras.

El albino tocaba a su antojo todo el cuerpo de su compañero, dejando besos y mordidas de aquí por allá, olvidando momentáneamente que era un hombre, dejándose llevar por la lujuria del momento.

El calor que indundaba sus cuerpos en aquellos instantes era sofocador, viéndose forzados a deshacerse de sus prendas, quedando expuestos ante los ojos ajenos, dando una muy buena vista para Tomioka.

El pelinegro se sorprendió y a la vez avergonzo al ver el fornido cuerpo del contrario, si bien, todo el mundo era capaz de observar su pecho gracias a su revelador uniforme, contemplarlo totalmente desnudo, en ese preciso momento, con una GRAN erección, y ese exitante deseo en sus ojos era una vista que jamás imagino tener, lo que provocaba que la disfrutará aún más.

Por otro lado, el más alto no se interesó en dar un vistazo a la escena que tenía frente a el, y prefiero seguir en busca de más placer, ya que esos toques se sentían muy bien, hace tanto que no se encontraba en una situación así con otra persona, por lo que disfrutaba demasiado todo esto.

𝕆𝕕𝕚𝕠 (sᴀɴᴇɢɪʏʏᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora