Nueva vida después de morir

No más malentendidos, por favor

El Nie comenzaba a dar vueltas de un lado a otro, con el sonido de su abanico siendo golpeado en la palma de su mano. Estaba curioso y preocupado.

Hace un par de minutos Zhou le había dicho que alguien lo necesitaba y debía esperar cerca del patio sur del pabellón principal. Claramente el joven Nie no dudaba de nada, aquel discípulo nunca haría algo en contra de él y eso lo tenía muy claro.

Cuando unos pasos se comenzaron a acercar el Nie sonrió y dio media vuelta para ver quien lo buscaba, pero al ver de quien se trataba se quedó quieto.

Patitas para que las quiero.

-¡No huyas de nuevo! —La mano fue más rápida que el joven y lo tomó con un poco de fuerza, sin lastimarlo.— No te haré nada malo, lo prometo por las reglas del clan Lan. Si miento que me hagan copiarlas doscientas veces más y parada de manos

No solo por que la fuerza de aquella mano comenzaba a disminuir, sino que también por aquellas palabras de juramento, HuaiSang también dejó de resistirse pero aun con miedo se alejó unos cuantos pasos.

Uno nunca debe confiar en la persona que lo torturaba en el pasado, por más dócil que sea un tigre que intentó comerte no dejará de ser tigre. Como su hermano le enseñó, no te dejes engañar por las sonrisas de quien se aprovechó en el pasado.

-Quería disculparme —Helena soltó rápidamente antes que cualquier otra cosa.— Realmente no se de que me disculpo ya que siendo sincera no recuerdo nada. Cualquier trauma, abuso, chisme, malentendido, desconfianza o cualquier otra cosa que ocasione pido disculpas

-No cr... —Apenas el Nie iba a hablar y fue interrumpido.—

-No existe disculpa que no merezca ser dicha —La rubia se cruzó de brazos y frunció un poco su ceño.— Si se hace algo malo debe ser reconocido y disculparse como es debido. Cierto, si tu no quieres aceptarlas tampoco es necesario que lo hagas, solo lo digo para confirmarte que esta yo del presente y futuro no te haré algo con malas intenciones jamás... Además acercarme para tan solo ver al líder Nie me hace sentir más intimidada que nada

El bello abanico fue abierto y comenzó a ser mecido de un lado a otro, cubriendo la mitad del rostro de su dueño. Se sentía avergonzado de cierta manera por recibir unas disculpas tan... Directas.

-Muy bien, si ya aclarado a quedado entonces le pido por favor que me desligue todo lo que pueda con mi yo del pasado —Si ella quería comenzar de cero debía ser directa y sincera.— Me presento como Mei Ling, la única hija del matrimonio Wang y bla bla bla. Solo puedo decir que después del accidente que sufrí no recuerdo nada más de lo que me contaron. Solo puedo asegurar que me siento más libre que nunca, si quitamos que resido en Cloud Recesses

Ahora el interés estaba invadiendo al joven.

-¿Tan grave fue su accidente? Las noticias siempre salen volando entre las nubes cuando algo pasa en el clan Lan así que me enteré de que sufrió un accidente que casi la mataba. Aun así nunca creí que en verdad después luciera diferente —El abanico fue cerrado con cuidado esta vez.— Ya sabe, antes era más...

-¿Inflada?¿Inquina?¿Taimada?¿Apatíca?¿Resentida?¿Manicorta? —Helena decía una palabra tras otra después de analizar todo lo que Mei Ling hacía.— No se preocupe de contener sus palabras, no me lo tomaré a mal

-Realmente me da miedo su gran cambio —Admitió el de túnicas beige y marrón oscuro.—

La joven solo soltó una mediana risa y negó levemente. Aunque le daba la razón al Nie, ser tratado bien por alguien que ha hecho quién sabe qué cosas era aterrador.

Ellos dos continuaron hablando aún con una atmósfera un poco tensa mientras eran observados por Zhou, él aún estaba preocupado por cómo irían las cosas. Se alegraba que el segundo maestro Nie estuviera un poco más relajado junto aquella dama.