Arma secreta

538 116 21
                                    

-ZeWu-Jun —Helena dice algo nerviosa, dando una reverencia mal hecha.— ¿Qué lo trae por aquí?

-Solo me encontraba meditando —Aquella sonrisa amable no desaparecía de aquel rostro.— creo que es normal hacerlo en el hanshi, ¿No cree?

-¿Este lugar es el hanshi? —Con una mirada curiosa la joven miraba a su alrededor— Espere... ¿¡Es el hanshi!? Yo lo siento —Da unos pasos hacia la entrada— No quería entrar a su lugar ni espiarlo, lo juro. Solo que nunca había visto cómo era

-No se preocupe —Se levanta de la posición de loto y se acerca a la contraria— Por favor, entre y tome un poco de té. Me gustaría preguntarle unas cosas

Algo dudosa y con temor decide aceptar la invitación, no tendría que huir o podría hacer que piense que es una espía y realmente no era así. Aun así levantar sospechas no era ninguna opción.

Ambas personas ya se encontraban sentadas frente a una pequeña mesa, el Lan sirvió la primera taza de té y con un artefacto la puso sobre el pequeño plato de la contraria. Ella solo miraba nerviosa al joven ya que fue descubierta dentro de las habitaciones de él y eso nunca es bien visto.

-Dígame joven maestra Mei —Después de serviste también a sí mismo toma en sus manos la pequeña tasa que sirvió.— ¿Qué fue lo que la trajo aquí?

-Bueno —Suelta una risa nerviosa. No sabía que ese era el hanshi así que no era nada malo.— La verdad es que antes había visto de lejos el bambú y hoy que ya tengo mis manos mejor decidí venir a investigar. Lo que no me esperaba era que el joven primer maestro Lan residiera aquí

-Lamento si la decepcioné con mi presencia —Le da un sorbo a su té.— pero creo que es normal al encontrarme en mi pabellón. Aun así le pido una disculpa

-¡Oh no! no me refería a eso —Helena rápidamente dejó su taza sobre la mesa.— Solo me sorprendí al verlo aquí. Nunca imagine que sus habitaciones se encontrarían en medio de bambús. Creo que ha de estar muy relajado por estar rodeado de ellos

-¿Le gustaría tener a la joven maestra Mei bambú rodeando sus habitaciones? —Ambos se miraron a los ojos y él tenía una sonrisa amable, como siempre.— Podría pedir que plantaran retoños a su alrededor y esperar a que broten

-Me agrada la idea pero declinó. Tardarán 7 años en crecer y crecer. No soy muy paciente a veces y se me morirán porque no recordaré cuidarlos —Como ya no podía aguantar más tiempo sentada de aquella forma se desacomoda un poco.— No le diga al bar- Gran Maestro Lan como me senté o me pondrá más reglas

-No se preocupe por eso, el tío poco a poco se acostumbra a usted y nota que no ha roto muchas reglas como alguien lo hizo hace algunos años —La sonrisa en su cálido rostro se fue por unos momentos. Segundos después volvió a sonreír.— Me alegro de que también el tío te aceptara como alguien que podía pertenecer a nuestra familia

-Creo que quería que me casara con el car- el joven segundo maestro Lan —Suelta una pequeña risa.— Después de perder la memoria creo que también perdí el ver su encanto. Él es tan serio. Aunque no puedo negar que esa cara es de Adonis —Se lleva una mano al pecho y después la pone en su regazo.— Aunque el solo tener una cara así no significa que quiera casarme con él, ¿Qué pensaba antes de perder la memoria?

-¿Qué es Adonis? —El rostro curioso del Lan apareció.—

-Adonis era un dios griego que era sumamente bello. Tan bello que enamoró a la diosa más hermosa de todas, Afrodita —Después de responder se quedó callada y parpadeo dos veces, ¿Ellos conocían la mitología griega? ¿Grecia existe aquí?— ¿Si sabe sobre Grecia, no?

-Lamento decir que no conozco nada sobre aquel lugar. En ningún libro o historia escuche sobre tal lugar con algunos tipos de dioses hermosos —Internamente Helena se dio un golpe.— Me gustaría escuchar un poco más sobre ellos pero quiero hacerle otra pregunta

Nueva vida después de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora