Una espera equivocada ||TAEGI

30

Jimin se quedó en silencio por varios segundos. Sus ojos se volvieron acuosos cuando por fin sus labios se abrieron.

—¿Por qué?

Fue lo único que pudo pronunciar. Y aunque no queria conocer la respuesta, no pudo evitar preguntar sobre aquello, por más que saber la verdad, fuera doloroso.

—Hace unos meses atrás, cuando fuimos a la clínica donde Taehyung había sacado la cita, descubrimos que esta había sido cancelada, más bien, la chica vendió la cita a alguien más. Y yo... Creí que sería mucho más práctico hacerlo de forma natural a esperar otro mes para una cita. —Su voz se cortó —. Pensé, que solo era cuestión de que me penetrara y ya. No hubo caricias cariñosas o besos de por medio... Nada.

—Bueno, si dices que fue de ese modo... Aunque no puedo decir que no me molesta, creo que, hasta cierto punto, entiendo tus motivos. En pocas palabras, te sentías obligado a hacerlo, y aunque no lo disfrutaste...

—Si lo disfrute. —Admitió YoonGi entre lágrimas —. Y mucho.

—YoonGi...

—No se suponía que tenía que ser de ese modo. —Dijo entre sollozos —. No cuando creí que yo te amaba demasiado.

—¿A qué te refieres? ¿Estás tratando de decir que no me amas? ¿Qué nunca me amaste?

—Yo te amaba...

—¿Entonces que cambio? ¿Por qué decirte todo esto justo ahora?

—Perdoname, Jimin. —YoonGi se quitó el anillo y se lo extendió —. Cometí un error, y lo lamento, debí decirlo antes, pero tenía miedo de perderte. Ahora me doy cuenta, de que no puedes perder algo que jamás tuviste.

—YoonGi, amor. Se que mi comportamiento hacia ti no ha sido el mejor todo este tiempo. Fui un idiota y te traté mal, pero yo te amo. Si tan solo pudieras pensarlo un poco y...

—No tengo nada que pensar, Jimin. Estoy terminando contigo.

Jimin se acercó con la intención de besarlo, pero YoonGi no lo permitió, colocando una mano al frente y ladeando su rostro.

—¿Por qué me haces esto? —Preguntó Jimin, no pudiendo evitar soltar un par de lágrimas —. ¿Acaso es por Taehyung?

YoonGi desvío la mirada, y entonces Jimin lo comprendió.

—¿Es por él, cierto?, Te enamoraste de él, ¿no es así?

—Me iré, mandaré al carro de mudanzas por mis cosas el día de mañana.

—Esta también es tu casa.

YoonGi recordó todos los momentos que había pasado junto a Jimin ahí, recuerdos que fueron opacados por las risas, bromas y todo tipo momentos que había compartido con Taehyung. Aquella no era una casa; era el lugar que conservaba todos aquellos recuerdos que quería olvidar por completo, esperando que aquello destruyera todo tipo de esperanzas e ilusiones que sabían, eran en vano.

—Lo siento, Jimin. Espero algún día puedas perdonarme.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué esperaste tantos meses?

—Porque ni yo mismo lo sabía.

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Taehyung cerró la puerta del auto con fuerza. Caminó hacia la puerta principal y abrió.

—¿A dónde fuiste? —Fue lo primero que preguntó Namjoon al ver a Taehyung ingresar de nuevo a su departamento.

—A ningún lado.

—No me mientas, te vi, Taehyung, dejaste que YoonGi entrara a tu auto.

—¿Ahora es un pecado llevar a un hombre embarazado de forma segura a casa?

—Yo...

—Mejor dime algo, Namjoon, ¿qué fue toda esa mierda que le dijiste a YoonGi?

—Yo solo quería que firmara el contrato. Ya habíamos hablado sobre eso.

—Si. Pero no fue ni el momento, ni la manera de pedirlo. Parecía desesperado.

—Porque lo vi, como miraba a los niños en la última revisión.

—Lo estás imaginando, YoonGi no desea tener hijos.

—Claro, así como tu no deseas a mi amigo, ¿cierto?

—¿Por qué no sólo dices lo que tienes por decir?

—¡Lo vi todo!, los mensajes de YoonGi, agradeciendo que fueras a su casa, las pláticas triviales entre ambos por chat... Se suponía, que el proceso lo llevaríamos entre los dos, pero tu me excluiste y fuiste por ti mismo sin decirme nada, ocultando todo. Y por si fuera poco, descubrí que tenías varias fotos suyas, todas tomadas con la cámara de tu celular, ¿que tienes que decirme sobre eso?

—Namjoon.

—¿Qué? —Preguntó, al borde de las lágrimas.

—¿Recuerdas cuando te hablé de mi primer amor?

Namjoon sintió que su corazón de detenía, mientras un frío recorría su cuerpo.

—Tae...

El cuerpo de Taehyung se tensó, antes de girarse en dirección a la puerta.

—Maldita sea. —Gruñó Taehyung, para salir de nuevo, casi corriendo de la casa.

Mientras que Namjoon se quedaba ahí, de pie, tratando de organizar sus pensamientos.