Mundos

Dulces Sueños

La última vez que César vino a la casa ví la oportunidad para platicar un rato más y pagarle el favor por la comida...
*Ding Dong*
- ¡Buenas, buenaaaaas! ¡En el menú de hoy tenemos sopita de calabazaaaa!
Y por ahí me dijo un pajarito que es a la que más le entras - grito César.

- Oye César, ¿te gustan las películas de terror? - le pregunté.

- Aaaa.... ¿las de terror? Ah...sí las de terror....no pus.... osea si, me gustan
jejeje… pero la neta prefiero una del santo o algo así, no me dan miedo ni
nada pero psss namás, ¿porque? - me dijo César un poco nervioso.

- Pues tengo algunas y quería ver si te querías venir a ver unas, y nos
dormimos en la sala si quieres le marcó a tu mamá por si te da permiso o…-
César me interrumpió.

- Oraaaale… ¿y ese milagro? - me dijo César emocionado.

- Psss mi mamá le toca guardia y pues que flojera estar solo, entonces…
¿quieres o te da miedo?- le pregunté en un tono retador.

- Si tanto insistes, namás deja aviso y me traigo mi muda de ropa, dame
chance de ir corriendito acá a mi cantón y de volada me regreso va?- me dijo antes de regresar corriendo.

En lo que él llegaba me puse a arreglar los sillones para que nos acomodemos yo quepo perfecto en el de 2 pero César no se si vaya a caber en el de 3, busque las películas en sus cajas y fui ala tienda a comprar unos chescos pasó cerca de una hora y volvieron a tocar la puerta.

- ¡Carnaaaal! ¡Ya llegué pasé a comprar unas cosas! - gritó César.
Cuando abrí la puerta una persona enorme con playera blanca y pantalón de mezclilla traía una mochila y una bolsa de abarrotes don Julián.

- ¡Te voy a enseñar una cosa deliciosa! Las salchichas con salsa gallo y limón,
traje unos aguacates pa un guacamole y… - Me decía César muy
emocionado.

- Ah...Simón carnal… namás que tú lo preparas porque yo no sé - le dije.
Pasamos una hora en la cocina en lo que hacíamos un guacamole, freímos tortillas para unos totopos, y César se puso a picar sus salchichas.

- Irá carnal pruébalas - dijo dándome un pedacito de salchicha con una salsa…bastante oscura.
Cuando probé la salchicha una sensación de calor y ardor recorrió mi cuerpo.

- Ay wey... carnal.. ¿estás bien? Le andas haciendo como perro con sed - me
dijo con una cara de preocupación pero a la vez con ganas de reírse.

- Pásame agua no seas gacho - le dije casi sacando la lengua.

- ¡Toma toma! - me dijo pasándome un vaso de agua.

-Jijo...le dicen gallo por lo brava pero yo me la pongo hasta en el arroz y me
sabe rico...pero aver...pa que no se desperdicie la salchicha… ¿Tienes
harina? - me dijo mientras guardaba la salsa.
- Simón ¿para qué?- le pregunté.

- Tu deja las cosas en mis manos, y vas a ver, mi mamá hacía lonches y como
se vendían los mini hochos, tú préstame tantito aceite y un sartén y ahorita te
los hago - dijo poniéndose el mandil de mi mamá que no le cerraba por ser lo
doble de ella.

César pasó media hora entre amasar y freír y al final llegó con un platito lleno de salchichas con masita, si parecían unos hot dogs chiquitos, cuando probé uno la verdad estaban muy buenos y César me miraba con una cara buscando una respuesta.

- Están bien ricos wey te la rifaste - le dije soplándole a uno antes de
comermelo.

- Tsss mi mamacita no crío a un baboso me dijo orgulloso.

- Oye carnal ando todo lleno de harina ¿me das chance de echarme un
regadezado?- me preguntó mientras miraba su pantalón lleno de harina.

- Ah sí deja te paso una toalla.
Lo acompañe hasta el baño, le pase la toalla y me disponía a bajar cuando después de un rato escuché que me llamó.