¡!
Una diferencia inicial provoca un cambio en la situación final.
Si hay alguien tomó las mismas decisiones que yo desde que conseguimos pensamiento crítico al mismo tiempo hasta los 19 años, seguramente ahora está viviendo una vida completamente diferente a la mía. Me gustaría saber cuál fue mi diferencia inicial, qué hice yo que esa otra persona no para que justo en este momento yo recupere la consciencia después de mucho tiempo.
Vomito.
Mi cerebro empieza a trabajar lentamente mientras mi cuerpo se arquea. Comprendo por qué y no me gusta: Las feromonas tienen el propósito de actuar como estimulantes para la reproducción y calmantes en momentos de estrés. Su propósito jamás fue controlar casi por completo a alguien más débil. Todo exceso es malo. Ahora mismo, simplemente estoy respondiendo al exceso sin premeditarlo primero, simplemente expulsando.
La marca pica en mi cuello. Más de lo que debería. Duele como si me hubiera encajado un cuchillo oxidado ahí mismo, perforando lentamente hasta llegar al hueso. Kai no está cerca.
No he estado muy consciente, trato de localizar mi último recuerdo; trato hasta que me duele y, sin embargo, no paro.
Llega así de repente.
Perdí un cachorro que crecía en mi vientre, ese es el último recuerdo que tengo, pero sé que no fue el primero que no llegó a ser más que sangre entre mis piernas. No recuerdo el momento exacto de los demás, simplemente lo sé.
Se me escapa una risa, sin una pizca de humor o felicidad, muerta. A pesar de estar sometido a un alfa, el omega no lo acepta y por lo tanto no procrea, no se siente a salvo para hacerlo. Una de las pocas ocasiones: humano y lobo de acuerdo.
La última vez que eso pasó fue cuando envolví a Daesung en unas mantas y me escapé.
Daesung. Daesung. Daesung.
Vomito de nuevo, simplemente lo hago por el horror de darme cuenta que no soy capaz de calcular la edad de mi hijo. No sé ni qué edad tengo, pero eso no me horroriza tanto como no saber de Daesung.
El vómito y las arcadas terminan y me doy cuenta que huele a algo raro. No son feromonas, no completamente. La casa del dealer con el que solía dormir olía a algo parecido, pero no es igual.
Me esfuerzo una vez más y creo recordar vagamente que Kai hace algo con eso. No tengo idea de si el dinero sigue funcionando, pero él está consiguiendo algo de lo que desprende ese olor.
Quiero levantarme, porque acabo de caer en cuenta que estoy en el suelo. Es horriblemente difícil; tratar de coordinar mis piernas, que parece no he usado en mucho tiempo, me lleva más de 3 intentos y lo único que consigo es sentarme en una cama desordenada.
Por un momento no sé cómo traducir mis pensamientos, todos parecen unos nudos de conceptos, apretados para que no los comprenda. Me duele la cabeza y quiero vomitar de nuevo, pero mi estómago grita en retortijones que ya no hay nada para expulsar. No hay ruido, solo un silencio plano y absoluto.
Todo eso dura apenas unos segundos y milésimas, pero se sienten eternas. Odio la relatividad y la percepción, ¿por qué tengo que sentir los segundos como horas cuando para alguien más son solo fracciones de instantes?
Poco a poco, mis sentidos se recuperan. Le doy un nombre al olor: feromonas podridas.
La habitación en la que estoy no es muy grande y no tiene ventanas, hay un foco convaleciente que no alumbra mucho. ¿Cómo carajos hay luz?
Por todas partes veo ropa tirada y cosas como latas vacías. Me doy cuenta que sí tengo prendas puestas: una playera verde delgada y raída de los costados y unos pantalones rotos en las pantorrillas.
Repentinamente, la marca empieza a doler mucho más, el dolor crece y crece hasta que lo único que mi cuerpo puede hacer es provocar un zumbido en los oídos.
Se detiene.
Kai está peleando en alguna parte y es un buen contrincante; si están lastimando a un alfa como Kai, su enemigo debe ser muy bueno.
El dolor regresa y es mucho más fuerte.
-
La consciencia serpentea para despertarme como lo harían los rayos de sol antes de las guerras. El olor podrido sigue ahí, pero es pequeño a comparación del olor de Kai. No abro los ojos.
Nunca fui capaz de describir el olor de Kai. Era fuerte y siempre opacaba los aromas de otros alfas, por eso comenzaron a tenerle miedo, más nunca pude darle una palabra en específico. A veces pensaba que era como el de un consultorio y lo atribuí a que su padre era una especie de científico, pero ahora simplemente no tengo idea de qué es; solo significa que está cerca.
ㅡSé que estás despiertoㅡsu voz rompe con fuerza el silencio, me revuelve el estómagoㅡ. Consciente, lo sé, puedo sentirlo perfectamente.
Abro los ojos lentamente. Kai está sentado al borde de la cama. Su cabello es negro, un poco largo y su piel se ve pálida. La sangre le cae de una herida de la frente, manchando sus pestañas y pómulos; hay una cicatriz que surca su rostro desde la mejilla izquierda hasta el puente de su nariz. Tiene heridas en los labios y su mano derecha, salpicada de sangre, sostiene frente a él lo que parece ser un cigarro.
Nada de eso quita la atención de sus ojos; siguen irradiando la misma aura de ira gélida que adoptaron cuando se presentó, pero mucho más fuerte.
Por un tiempo no hace nada más que verme a los ojos hasta que me da la espalda sin decir ni una palabra. Su torso no está cubierto por nada más que rasguños y moretones. Un parche cerca de los riñones cubre lo que me imagino provocó tanto dolor como para hacerme desmayar.
Sale humo de su cigarro, pero no huele a nada que conozca.
ㅡEntonces ese omega tonto no estaba mintiendoㅡKai se aclara la garganta, pero cuando continúa hablando, se sigue escuchando roncoㅡ, ese cachorro era mío.
Puedo sentir el lento recorrido de las lágrimas, desde la cuenca hasta que caen a la sábana revuelta. No, Daesung nunca fue su hijo, aunque lleve su sangre, nunca lo fue.
ㅡSiempre creí que mentía: era un maldito ofrecido.
Quisiera silenciar a Kai para siempre, sin embargo parece que él tiene más voz, porque cuando logro decir una palabra, no sueno como yo.
ㅡClaro que lo sabías, pero lo ignorasteㅡdecir esa frase me toma casi 40 segundos.
El corazón me late con fuerza; tengo miedo de saber por qué Kai menciona a Daesung.
ㅡEse estúpido beta débil no sabe qué hacer con él. Es un alfa muy fuerte y lo está desperdiciando.
Daesung es un alfa. Lo sabía. Daesung es un alfa, no una cosa que se pueda desperdiciar.
ㅡMe pregunto hasta dónde podríamos llegar si tomara al niño bajo mi cuidado.
No. No. No. Kai vio a Daesung, está detrás de él.
ㅡRelájate, no voy a matarlo, solo unos recuerdos aquí y allá, pero nada como al beta.
Soobin. Por favor que no le haya hecho nada a Soobin.
ㅡSería grandioso, ¿no lo crees, omega? Solo tengo que quitar al beta, no tomará mucho tiempo, después de todo, con un ojo menos es mucho más inútil.
La mano izquierda de Kai toma una caja a su lado y saca otro de esos cigarros. Lo enciende y le da una calada antes de voltear a mirarme y sonreírme. Tiene los dientes manchados de sangre.
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Chaos [Soojun]
FanfictionCuando el mundo se quebró en pedazos por la guerra, el aire y los habitantes se arruinaron y contaminaron; Choi Yeonjun trata de mantener su vida y la de su hijo al lado de un beta que le ha dado calidez a su corazón y un respiro de aire limpio; per...