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La fiesta fue enorme, al igual que la felicidad de los recién casados, los cuales bailaban felices mientras se repartían cortos besos y rozaban sus narices llenos de felicidad.

—Luces hermoso señor Lee. —habló Mark mientras le acariciaba la mejilla —Estas hermoso esta noche.

—¿Solo esta noche? —bromeó Haechan.

—Esta y todas las noches mi dulce omega. —susurró Mark para acercarse y reclamar los labios de su esposo.

Haechan no se opuso y le siguió el beso feliz, al terminar la fiesta los padres de la nueva pareja de esposos les regalaron un viaje a París para que disfrutarán de su luna de miel.

Mark y Haechan se despedían de su pequeño cachorro, quién no podía ir con ellos, luego de darle muchos besos ambos se subieron al taxi que los llevaría al aeropuerto. Haechan se movía nervioso, pues nunca se había separado de su bebé.

—Tranquilo amor, mi papá dijo que haríamos videollamada para que lo veamos. —lo tomó de la mano y le dio un beso.

—Lo sé, pero es mi bebé...

—Tranquilo, cuando volvamos estaremos todo el día con él.

Haechan asintió y se recostó en el hombro de su esposo. Al llegar al aeropuerto ambos bajaron y se dirigieron para hacer los papeles de su viaje.

—Mi papá dijo que nos reservaron una suite —dijo Haechan —, está en el centro de la ciudad.

—Sí —sonrió Mark —veremos todos los lugares que tu quieras.

—Prefiero quedarme en la suite. —dijo Haechan.

—Como digas. —le dio un corto beso en los labios.

Al llegar su vuelo los dos subieron felices, cada vez se acercaba el momento más importante de su vida, el momento donde Mark lo marcaría como suyo y así su lazo iba a crecer aún más.

Al llegar al hotel ellos dieron el papel donde estaba la reservación, con nervios la pareja subía por el ascensor hasta llegar a la habitación, donde se quedarían dos semanas disfrutando de su amor.

El lugar estaba adornado con pétalos de rosas rojas, formaban un camino hacia la cama, en la cual había una pequeña mesa con una botella de champaña.

—Lo tenían todo planeado. —sonrió Haechan.

—Así parece. —dijo Mark mientras abrazaba a su esposo.

Al alejarse ambos se vieron a los ojos y se besaron con pasión y con amor, disfrutando del dulce sabor de sus bocas, se alejaron con una sonrisa para disfrutar de la champaña y de unas uvas para volver a besarse y estar listos para unirse en uno solo.

Estaban listos para hacer la marca.

¡LEE DAME UN HIJO! [MarkHyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora