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Haechan miraba como sus dos hermanas terminaban de empacar sus cosas, pues ellas se irían, no porque ya no quisieran vivir ya con él, sino porque querían que su hermano tuviera su privacidad.           

—Nonnas... —las vio triste.

—Haechanie ya eres un adulto, nosotras igual, tu necesitas privacidad —sonrió una pelirosa —además tendrás a Mark oppa que te va a cuidar.     
       
Haechan se sonrojó al recordar como su hyung lo tocaba y lo hacía gemir... Negó rápidamente ante esos pensamientos, no quería tener una erección y que sus hermanas se burlaran de él.             

—Los papás de Hyung me ofrecieron trabajo en su empresa—habló al fin              

—Les debes de agradar, ya que por lo que hemos escuchado, los Lee no contratan a cualquier persona —dijo la rubia.              

—Para ser honesto, me han encontrado en una situación comprometedora con su hijo —rió nervioso          

—En otros casos, te hubieran prohibido acercarse a su hijo —sonrió Jennie.              

Haechan asintió y se despidió de sus hermanas, después de su despedida se dirigió a la casa de enfrente, la casa de su querido amigo alfa. No debía de tocar, su hyung le había dado una llave en caso de cualquier emergencia, entró y cerró la puerta, por la hora sabía que su hyung debía de estar tomando una siesta.            

Sonrió mientras subía las escaleras y se dirigía a la habitación, sonrió con ternura al ver al pelinegro dormido, lentamente se acercó y sin despertar al alfa, se acostó en su pecho.            

Mark  inconscientemente lo atrajo más a él, Haechan sonrió y se escondió en el pecho del pálido, ambos se quedaron ahí dormidos. Al caer la noche Mark despertó y vio un pequeño bulto junto a él.             

Quito con cuidado la sábana, y sonrió al ver al omega dormido ahí, se acercó a su mejilla y le dió un beso.            

—Haechanie, debes  despertar —susurró —debemos cenar.              

—No quiero —el menor le dio la espalda.           
Mark se levantó y cargó al menor, quien se sonrojo al ver lo que el alfa hacía, cuando llegaron a la cocina lo dejó en la mesa y se fue a preparar algo simple.           

—¿A qué horas llegaste? —pregunó Mark mientras sacaba unos platos.          

—Vine como a las cuatro —se bajó de la mesa y se acercó —me sentía solo.            

—¿Tus hermanas se fueron de fiesta?             

—Se mudaron —hizo un puchero —. Dijeron que debía de tener mi espacio.             

Mark sonrió y lo tomó de las mejillas para darle un corto beso en la frente, Haechan sonrió y lo miró a los ojos, este le sonreía de una manera dulce.        
    
—Opinó lo mismo —hablo —no querrás que te escuchen tener sexo con tu alfa.             

—Ese sería el menor de mi problema —tomó el plato que le dio el pelinegro. —Ya me han escuchado.        

—Tu ya no eres virgen —no era una pregunta, era claramente una afirmación.            

—No hyung, como se que usted tampoco lo es.             
—¿Con quién fue? —preguntó mientras llevaba un poco de Ramen a su boca.              

—Fue con Lee Jeno. —señaló a la nada —Es mi mejor amigo, mi alma gemela.           

—Tu alma gemela... —repitió—pensé que yo era tu mejor amigo.             

Haechan sonrió y se acercó para abrazar y darle un beso en la mejilla al alfa.
         
—Usted es mi hyung y no lo comparto con nadie. —negó mientras lo abrazaba.              

—Y tú eres mi omega—le acarició la mejilla.       
      
—¿Lo soy? —susurro.       

—Claro que lo eres, y lo seguirás siendo hasta que tu destinado llegue y me asegure que no te lastimara —sonrió.              

La Diosa Luna nunca había formado una pareja que no notabara el cambio de color en sus ojos al estar juntos, dando a demostrar que eran destinados, creo que ella debía de buscar otra manera para que ellos se dieran cuenta, esa manera ya tenia nombre y apellido, y muy pronto llegaría a la vida de ambos.

¡LEE DAME UN HIJO! [MarkHyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora