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Ambos se encontraban en la cama del alfa, mientras veían una película, Haechan tenía su cabeza recostada en el hombro del alfa. El bebé estaba en una habitación especial, pero con un monitor para poder vigilarlo.

Ambos miraban una película, hasta que en ella pasó una escena un poco subida de tono, el omega trago saliva al ver esa imagen y por un momento se imaginó a él y a su hyung ahí. Mark tampoco se quedaba atrás, pues miró de reojo a el omega para ver su reacción, y lo encontró con las mejillas rosadas por el creciente sonrojo.

—Creo que deberíamos dormir —habló el alfa.

—Veré como está Soobin —se levantó Haechan —ya vuelvo.

—Yo tomaré un baño rápido —respondió el contrario antes de que el otro saliera.

El omega asintió y caminó a la habitación del bebé y sonrió al verlo dormido, su imaginación le trajo una bonita imagen de él junto con un bebé y el pálido alfa mientras se besaban y jugaban con su hijo.

—Soobin, ¿Crees que si tuviera un hijo con Mar, sería bonito? —sonrió mientras miraba al pequeño— no le digas, pero yo soñé que él tenía un hijo conmigo.

El bebé seguía dormido, Haechan beso su frente y salió de la habitación para ir de regreso a la del alfa, lo encontró poniéndose una camisa.

—Soobin está dormido.

—Duerme mucho. Al menos me deja dormir en la noche —respondió el alfa mientras se terminaba de vestir.

—Es muy lindo, me pregunto si su hijo será como usted hyung— Preguntó el omega sentándose en la cama del mayor.

—Pues mi omega debe de ser bonito. —se sentó a la par de Haechan. —¿En que piensas?

—Yo soñé algo. —se sonrojó —Era un sueño muy bonito y era junto a usted.

—¿Un sueño húmedo? —bromeó.

—Hyung no seas sucio. —le dio un suave golpe — No fue eso, yo aún soy inocente.

—Ya —sonrió —dime qué soñaste.

—Tu tenías un hijo —lo tomó de la mano —y ambos vivíamos juntos comiendo arroz y atún.

—¿Un hijo?

—Es gracioso —lo abrazo — tú con un hijo y viviendo conmigo.

—No me molestaría vivir contigo. —le beso la mejilla.

Haechan se alejó y sonrió, se sentía feliz por lo que su hyung le decía, y no sabía por qué, pero Hyuck saltaba de felicidad.

Mark también sintió como Makku quería salir y no lo pudo retener, Haechan se sorprendió al ver al gran lobo negro en la cama sonrió mientras se acercaba y le acariciaba la cabeza y las orejas.

—Makku —sonrió mientras le daba besos en la cabeza. —¿Por qué saliste? ¿Quieres que te de mimos?

El lobo se acercó y comenzó a lamerle la cara sacándole risas a Haechan, abrazó al lobo hasta que comenzó a sentirse cansado y un lobo blanco apareció junto con el lobo negro, los cuales comenzaron a frotarse para unir sus aromas y unir su lazo aún más, antes de decirles a sus humanos que eran destinados.

¡LEE DAME UN HIJO! [MarkHyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora